Kalimantan, religiosas agustinianas en moto o en lanchas rápidas para ayudar a los jóvenes y a los recién nacidos (Fotos-Video)
Las religiosas dirigen el Fátima Hospital de Ketapang, seis clínicas rurales y varios colegios esparcidos en el remoto territorio. Ellas pueden ir a los pueblos más lejanos sólo con motos llenas de artículos de primera necesidad y de todo tipo de bienes, recorriendo rutas de barro y casi ninguna en buen estado. En la región, la mortalidad infantil es tres veces superior a la de otras zonas del país y la de los recién nacidos, 10 veces.
Ketapang (AsiaNews)- En Kalimantan Occidental, la mortalidad infantil es tres veces superior respecto a la de las demás zonas del país; la de los recién nacidos es 10 veces superior, mientras que la tasa de mortalidad de mujeres embarazadas es incluso 100 veces superior respecto a la de los países desarrollados. Por esto, las hermanas agustinianas (OSA) decidieron comprometerse sobre todo en el campo de la salud, para ayudar a las mujeres locales a parir. Desde hace decenios, ellas también están comprometidas en la formación de los jóvenes tribales a través de diversos institutos y colegios esparcidos en el territorio. Todavía hoy, algunas de las religiosas pueden alcanzar los pueblos más lejanos sólo gracias a las motocicletas y lanchas llenas de todo tipo de bienes e instrumentos, recorriendo largas rutas fangosas por diversas horas de viaje.
Las hermanas trabajan en las diócesis de Ketapang, Sanggau, Sintang y Pontianak (Kalimantan Oste). Mons. Pius Riana Prapdi, obispo de Ketapang las define como: “pioneras del apostolado de la Iglesia en el campo de la educación y de la asistencia sanitaria”. “El servicio de ellas es excepcional-afirma el prelado. Estas religiosas lograron formar a tantos jóvenes de las comunidades rurales, permitiéndoles ser personas instruidas y con muchas capacidades”.
La presencia de las religiosas agustinianas se remonta al año 1949, cuando algunas misioneras holandesas se establecieron en la vasta diócesis de Ketapang. En 1972, las religiosas se establecieron en la provincia autónoma y el año pasado han celebrado su 25° aniversario. Por el momento, su programa sanitario comprende un hospital central en Ketapang, el Fátima Hospital además de 6 clínicas rurales en otros tantos pueblos.
Entre las religiosas más activas está sor Elisa Petra (Foto 1), joven originaria de Muntilan (Java Central). No obstante su patrimonio cultural sea muy diverso de aquel de las hermanas de etnia Dayak que trabajan en la diócesis, sor Elisa dio demostración de sus grandes capacidades y su espíritu de adaptación en su trabajo de obstetra. Una de las comunidades rurales donde trabaja la religiosa es la parroquia de S. María de la Asunción de Tanjung, localidad que dista unas cinco horas de Ketapang. A bordo de su moto, sor Elisa enfrenta el viaje sola con regularidad, testimoniando la dedicación y el sacrificio que caracterizan la obra de las religiosas agustinianas.
Sor Theresia, de 80 años, es la primera indonesia que entró a formar parte de la comunidad religiosa. Nació en Menyambung, a orillas de río Bihak. A su remota ciudad natal se puede llegar sólo con la lancha, subiendo el curso de agua por al menos 3 horas de viaje. Los frecuentes contactos con los sacerdotes misioneros pasionistas de Menyumbung la motivaron a continuar sus estudios en la ciudad de Ketapang, huésped en un colegio dirigido por la orden. La decisión de hacerse religiosa tiene en principio cuando encontró la fuerte oposición de su familia, pero que luego aceptó y apoyó su misión. Sor Theresia ahora goza su feliz jubilación y se dedica a criar pollos.
Un accidente vial sucedido en el año 2005, obligó a sor Prudentia Lipa, de 38 años a estar en una silla de ruedas. Las graves lesiones reportadas en la médula espinal y en el cráneo la dejaron parapléjica, cambiando para siempre su vida. No obstante su discapacidad, la religiosa ejercita su talento en la música de la liturgia y se mantiene ocupada desarrollando algunas tareas administrativas.
Sor Regina, de 76 años, también está jubilada. Nieta del primer misionero proveniente de China, ella vivió su infancia en Ketapang. El abuelo formaba parte de un grupo de 5 misioneros, que llegaron a la ciudad en 1910. Después de haber desarrollado su trabajo de evangelización en Penang (Malasia) y Singapur, tras haber decidido continuar su obra en Serengkak, se casó con una mujer local. Sor Regina emitió sus primeros votos simples en 1965 y los perpetuos en 1972. Durante su formación, la religiosa encontró la alegría en la práctica de los ejercicios espirituales y en los valores de la obediencia y de la modestia. En 2016, sor Regina celebró su jubileo de oro.
13/09/2018 13:07
19/09/2019 15:38