Justicia y Paz condena el atentado de Lahore: hay que salvar a los jóvenes del demonio del terrorismo

de Shafique Khokhar

El atacante era un afiliado a los talibanes que tenía entre 16 y 18 años. Los grupos extremistas usan “a los jóvenes para traer la destrucción”. Educador: “No basta con matar a alguien sospechoso. El terrorismo es una ideología equivocada que se insinúa en lo profundo de nuestra sociedad”.

Lahore (AsiaNews) – La Comisión Justicia y Paz (NCJP) de la Conferencia Episcopal pakistaní expresa una condena rotunda del atentado perpetrado por talibanes el 24 de julio pasado en Lahore, en Punjab, en el cual 26 personas perdieron la vida, entre ellas, nueve policías. En nombre de toda la Comisión, Mons. Joseph Arshad, su presidente, Pbro. Emmanuel Yousaf, el director nacional, y Cecil S. Chaudhry, director ejecutivo, afirman: “El asesinato de personas inocentes y de agentes de seguridad es inaceptable”.

Ellos recuerdan que la edad del atacante de Lahore –alrededor de 16-18 años- es muy parecida a la de otros jóvenes que en meses anteriores atacaron varias ciudades pakistaníes. Por eso, invitan a las autoridades a reflexionar sobre el hecho de que “grupos extremistas ilegales están usando a nuestros jóvenes para traer la destrucción. Debemos aunar fuerzas a pesar de nuestras diferencias político-religiosas o culturales, y salvar a nuestros niños de este demonio”.

El primer ministro Nawaz Sharif y el jefe de gabinete de ministros de Punjab también deploraron el ataque kamikaze perpetrado por un afiliado del Tehreek-i-Taliban Pakistan en la zona del mercado de Ferozepur Road. La Comisión pide a las autoridades “asegurar que los culpables sean llevados ante la justicia, dirigirse a los elementos extremistas e ir a la raíz de las causas que generan la intolerancia”, además de “reforzar la protección de todos los ciudadanos”. Mons. Arshad y el padre Yousaf sostienen que “la vida es incierta a causa de la situación de inseguridad en el país, y los ciudadanos siguen siendo los más vulnerables”.

Hamza Arshad, educador y escritor, resalta a AsiaNews que “la explosión de Lahore nos recuerda una vez más que el terrorismo está muy lejos de ser derrotado y que la espina dorsal terrorista, a pesar de todas las campañas militares, aún no ha sido destruida”. “Incluso podría darse –continúa- que cualquier sospechoso sea arrestado y eliminado en un enfrentamiento con la policía. Pero esta es nuestra única receta para contrastar el terrorismo. La experiencia nos enseña que matar a cientos o incluso a miles de sospechosos no basta. El terrorismo es una ideología equivocada que se insinúa en lo profundo de nuestra sociedad, [en ámbitos que van] desde el deporte hasta los medios, desde los servicios hasta los estudiantes. El miedo es que este relato de extrema derecha sea mucho más poderoso de lo que fue en el pasado. Si no intentamos cambiarlo a desafiarlo, el terrorismo no será derrotado”. Y concluye; “Debemos aprender una simple verdad: que los terroristas quieren desalentarnos, para tomar el Estado e involucrarnos en una guerra santa global”.