Justicia y Paz India: Mujeres, agentes de paz y reconciliación en la Iglesia y en el mundo
Bangkok (Agencia Fides) - He pasado la mayor parte de mis 25 años de vida religiosa trabajando en la India rural, donde reside el 70% de la población del país y de dónde proviene el 68% del clero católico. Por esto, mis pensamientos están destinados a ser coloreados por las realidades de la India rural. Sin embargo, una mujer es una mujer. Somos madres, hermanas, hijas y esposas. En todo el mundo, y yo creo que no importa dónde estamos, todos somos portadores potenciales de paz, creados a imagen de Dios, pero presentamos los mismos problemas básicos y las mismas vulnerabilidades. Con esta premisa, he elegido el tema de mi presentación "El papel de las mujeres en la reconciliación y la consolidación de la paz: aportes, desafíos y soluciones".
Aportes
Según Emmanuel Kolini, arzobispo de la Iglesia Anglicana, "una mujer es el epítome de la paz. Es a partir de ella que fluye la paz y se irradia a otros miembros de la familia". Todos sabemos que la mujer es el primer agente de socialización. Cuando nace un niño, es ella la que le da de comer; las mujeres son maestros naturales para la educación a la paz de sus hijos. En el desempeño de sus funciones de genitor, proveedor y maestro, son [las personas] ideales para inculcar en sus hijos valores como el respeto por los demás; la búsqueda de una solución pacífica a los conflictos y problemas; el compartir; la colaboración; la tolerancia; un sentido de la justicia, la equidad y la igualdad entre los sexos. Todas estas son cualidades de una paz sostenible.
Como se puede ver, es raro que haya un hombre maestro de escuela primaria. Esto muestra que la sociedad sabe que una mujer es mucho mejor que un hombre. Concuerda conmigo en que, independientemente de la edad y de donde somos, nuestros problemas, conflictos, tensiones y enfermedades, es el cuidado de una madre lo que recordamos y el cual necesitamos. Y no importa lo grave que puede ser la culpa nuestra, es una madre la que nos apoya en todas las circunstancias, y nos da una seguridad inconmensurable.
Tenemos ejemplos de mujeres como Malala Yusafzai y la Madre Teresa, que han sido grandes instrumentos de la paz y la reconciliación en la sociedad. Regularmente, se nos deja de observar que en cualquier sociedad afectada por desastres naturales o humanos, son las congregaciones religiosas de mujeres, o las organizaciones no gubernamentales de mujeres que llegan primero y prestan innumerables servicios ocultos. En el distrito de mayoría tribal del Kandhamal (Orissa, India), en 2008 hubo disturbios contra los cristianos: por lo menos 600 aldeas han sido afectadas; 100 personas murieron y 54.000 han perdido sus hogares. En el área han empezado a operar 43 nuevas asociaciones, dedicadas a la gestión de albergues para niños, orfanatos, la formación y las organizaciones comunitarias. De ellos, 36 han nacido de la iniciativa de las mujeres, para brindar atención a la zona lesionada. Yo trabajo en la diócesis de Khunti, Jharkhand, una muy perturbada. La zona está infestada de rebeldes maoístas. Ocurren regularmente conflictos entre dos grupos maoístas, en los que se mata a muchos presuntos informantes y muchos sospechosos son asesinados. Incluso la policía hostiga a la población y muchos jóvenes inocentes son acusados de ser simpatizantes de los maoístas, son arrestados. En estos tiempos difíciles, con valentía nuestras mujeres van a la estación de policía para hablar o protestar, y [al hacerlo] muchas víctimas inocentes se han salvado. El movimiento de los grupos de autoayuda (Shg), que está conectado con las actividades de generación de ingresos en las zonas rurales, es uno de los ejemplos más impresionantes de cómo los esfuerzos de reconciliación y construcción de la paz realizadas por mujeres han traído un cambio socio- económico de nuestra nación. En la mayoría de los casos, este movimiento está dominado por grupos femeninos. Hizo posible la abolición de la explotación del trabajo forzoso en la mayoría de los Estados, y ayudó a liberar a muchas familias de los grilletes de los prestamistas de dinero, lo que permitirá a miles de familias a llevar una vida de calidad. Se estima que en la India hay ocho millones de grupos de autoayuda, de los cuales cerca de 97 millones de miembros son mujeres.
En la Biblia vemos que fue María, la madre de Jesús, quien por su sensibilidad intervino y ordenó a su hijo salvar a una pareja de recién casados de una situación embarazosa en Caná. Estamos en el tiempo de Pascua, después de la muerte de Jesús, cuando en el inmenso vacío y la desesperación vivida por toda la compañía fue María quien tomó la iniciativa para correr a la tumba, convirtiéndose en la primera herramienta de la Buena Noticia de la paz de Pascua a la comunidad y al mundo.
Desafíos
Las mujeres realmente han alcanzado y hecho una contribución significativa a la construcción de la paz y la reconciliación, pero siguen teniendo una serie de retos que superar para aprovechar todo su potencial para convertirse en agentes de paz y reconciliación sostenible y duradero.
1. Familia
La madre, que más [que otro] ayuda a formar y dar forma al desarrollo de un niño y a inculcar los valores básicos, es aquella cuya opinión rara vez es tenida en cuenta en las decisiones de la familia o la comunidad. Las mujeres, sean educadas o analfabetas, trabajan duro para mantener a su familia. Por la mañana y por la noche están involucrados en la gestión de las tareas de la casa, y durante el día van a trabajar en el campo o en el servicio doméstico. De hecho, las mujeres están a la cabeza del 65-70 por ciento de los hogares dalits y los tribales, ya sea abandonada por su marido o porque malgasta su salario en alcohol. Pero ¿qué pasa con los ingresos de la mujer? Se dejan la mayor parte para la familia, y esto se da por sentado. Ella no tiene nada. Gana pero no tiene derecho a tener. Y ya que no tiene propiedades, se vuelve dependiente. Interioriza el hecho de que su supervivencia depende de su familia y así aprende a respetar sin importar lo que se requiere o se ordenó.
Esto ha penetrado en la conciencia de la mujer y su identidad pertenece al marido o la familia del marido. La madre traslada esto mismo a su hija y por eso [la mentalidad] se perpetúa en la sociedad.
Con la excepción de unos pocos, en la mayoría de los casos la mujer no tiene una casa a su nombre, ni ninguna propiedad. En la India, sólo el 3,5 por ciento de las mujeres poseen un terreno. Ella no tiene absolutamente nada. En pocas palabras, la condición de "inferior" de una chica ha penetrado profundamente en el subconsciente de la India.
A menudo son asesinadas en el vientre materno, según el último censo (2011) en la India la relación por sexo en los infantes (0-6 años) es de 914 niñas por cada 1.000 niños. Nos referimos a las chicas siempre como las hijas de alguien; más tarde como las esposas de alguien, y luego como las madres de alguien... Las chicas se ven privados de muchos derechos y facilidades, porque se les considera como perteneciente a otra familia.
Otro gran desafío es la baja tasa de alfabetización entre las mujeres. Desde una perspectiva política, tenemos muchos programas educativos altisonantes en la India, como el derecho a la educación y el programa de comida del mediodía. Para lograr la inclusión de género, la educación secundaria de niñas es gratuita. Todavía tenemos un entorno favorable y de mecanismos efectivos en nuestro país.
Los datos del censo de 2011 indican claramente que no importa cuán lejos un pequeño grupo de élite de mujeres se las arregló para ir en el campo de la educación: la gran masa de mujeres en la India todavía tiene un largo camino por recorrer. De los 586 millones que conforman la población femenina total, sólo 334 millones son educadas: el 35 por ciento está aún atrasadas en modo terrible y el 68 por ciento de los que abandonan la escuela son chicas.
Esto no sucede automáticamente, hay varios factores - como la pobreza, el estatus secundario y la inseguridad - que impiden la educación de las niñas. Me gustaría discutir brevemente algunos de estos factores.
2. Pobreza
La pobreza extrema sigue siendo alta y afecta principalmente a las mujeres rurales. La pobreza es uno de los principales factores que niegan a las niñas el acceso a la educación. En las familias pobres, especialmente entre la clase obrera, una niña se considera una buena fuente de mano de obra gratuita, para gestionar las tareas domésticas en casa mientras sus padres están fuera de los campos y los hermanos en la escuela. En algunos casos, los jóvenes se ponen a trabajar en el campo durante las temporadas de siembra y cosecha, para aumentar los ingresos familiares.
3. Tráfico
En los Estados de mayoría tribal como Jharkhand, Orissa, Chhattisgarh y otros Estados del este, la pobreza y la opresión de las mujeres han dado lugar a la trata de personas, que se ha convertido en un tema candente. Enviar niñas de 10 a 12 años para trabajar como empleadas domésticas en las ciudades metropolitanas es ahora un fenómeno común. En algunos lugares, debido a la pobreza extrema, los padres están dispuestos a enviar a sus hijas menores de edad a través de agentes, con la gran esperanza de hacerse ricos. Estos agentes a menudo los engañan y explotan. Nuestro Centro para las mujeres tribales trabaja en estrecha colaboración con el gobierno del distrito en este tema. En el último año hemos salvado 30 niñas, todas entre 12 y 21 años. Sin embargo dos, otras habían sido todas encerradas camino a la escuela, chantajeadas y llevadas por los oficiales. Dos de ellos fueron literalmente vendidas por miembros de la familia. Todas las niñas fueron rescatadas de situaciones muy desagradables.
A menudo, en las zonas rurales una chica que ha alcanzado la edad de desarrollo no se envía a la escuela porque los padres tienen miedo de que sea abusada o atacada en el camino. El matrimonio de las niñas no es una práctica poco común en las zonas rurales, y cuando se pregunta la razón de estos matrimonios precoces la respuesta común es: "¿Cuánto debo cuidar de ella?". Para una chica que ha llegado a la pubertad no es un mundo hermoso. En todo esto, su deseo, su potencial y su libertad son suprimidas. Toda su vida es manipulada por otros para su propia conveniencia. Cada vez que a una niña no se le permite florecer, que se reprime su potencial, o que se les niega su derecho a la educación, realmente siento que faltamos el respeto a Dios, que nos creó a su imagen y quiere que seamos instrumentos de su paz duradera.
Además de esto, cada vez más mujeres se están convirtiendo en víctimas de la violencia doméstica. En el escenario político actual, se darán cuenta de la creciente inseguridad entre las minorías de nuestro país. Las mujeres cristianas se han convertido en víctimas de esta violencia en dos ocasiones. Hace unas semanas, una monja de 71 años ha sufrido una violación de un grupo en West Bengal. Como los miles de mujeres que son víctimas de violencia sexual, trauma o lesión. Actualmente en la India hay 9.000 casos de violación pendientes en los tribunales. Algunas de ellas datan de hace ocho o 10 años. Algunos casos están registrados, pero muchos otros no. Mujeres católicas representan una gran parte de esta situación deplorable.
Esta trágica situación debilita la posición de la mujer en la contribución a la plena participación en la misión de Jesús, de la reconciliación y la construcción de la paz. Aun así, sigue siendo un sanador herido como Jesús. Como Jesús cura la gente por la cruz - y desde la cruz da su profundo mensaje de perdón y reconciliación, y nos da el don de la paz que el mundo no puede dar - en la misma manera que las mujeres - que resultan heridas, afectadas, discriminadas y consideradas menos importantes - son los canales que traen paz y contribuyen tanto a construir la comunidad y la sociedad.
Soluciones
Una investigación muestra que las mujeres tienen un potencial increíble para influenciar la paz y la reconciliación, si tienen la oportunidad de participar en las decisiones en la familia, y la comunidad local, nacional e internacional.
La definición básica de la reconciliación es un proceso por el cual una sociedad se mueve de un pasado dividido hacia un futuro compartido. Como hemos dicho antes las mujeres, por su propio derecho y en su papel, han sido el instrumento de la paz sostenible; sin embargo, para nosotras las mujeres es un mundo "dividido", donde la Iglesia y la sociedad obstaculiza el justo status de la cooperación y la igualdad por las razones que hemos discutido anteriormente.
A menos que y hasta que las ecuaciones de poder en nuestras familias, en las comunidades, en la sociedad y en la Iglesia no cambien, la comunidad siempre permanecerá dividida y la paz sostenible seguirá siendo un sueño. El poder interior de las mujeres debe ser despertado en todos los niveles, para que pueda participar plenamente en la misión de la reconciliación y la consolidación de la paz de Jesús.
Hablando de la Iglesia, varios grupos de todo el mundo han hecho muchos esfuerzos pioneros. Se han promulgado Encíclicas para explicar y guiarnos en la comprensión y el trabajo hacia la dignidad humana y la igualdad de hombres y mujeres. En India se ha hecho un esfuerzo sistemático para crear estructuras y sistemas para empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género; por ejemplo, el consejo parroquial tiene una estructura inclusiva. Si lo que se ha hecho es digno de elogio, somos muy conscientes de que aún queda mucho por hacer para invitar a la participación plena de las mujeres. Yo siento que el problema no se resolverá sólo con la política y los cambios estructurales, sino que tiene que haber un cambio en la actitud mucho más grande.
La Iglesia en la India ha desarrollado una política de género, pero sin duda tomará tiempo para que se extienda a las raíces. Sin embargo, a la luz del Evangelio, creo que todos tenemos que hacer serios esfuerzos para hacer realidad esta política.
La vitalidad de la Iglesia universal depende en gran medida de la participación activa y las contribuciones de sus miembros. Las mujeres constituyen una parte integral, tienen igual estado de participación en la Iglesia y su contribución es inmensa. Sin embargo, sus ministerios de participación y empleo en el ministerio teológico, administrativo y espiritual es mínimo.
La Iglesia reconoce que en el mundo secular, las mujeres son cada vez más visibles y determinantes en su función y en su participación. Sin embargo, la misma no se reconoce y no se refleja en la Iglesia. La Iglesia universal tiene que trabajar más en esta evolución del papel de las mujeres y esforzarse por aumentar su participación en los ministerios teológicos, administrativos y psico-espirituales.
Mi humilde presentación se hace para que se convierta en una realidad, la mentalidad de los hombres y mujeres de la comunidad, en la sociedad y en la Iglesia debe cambiar. La dominación masculina que se deriva de la ideología de una sociedad patriarcal y la subyugación femenina internalizada por las mujeres debe dar paso a una nueva relación de igualdad y complementariedad. Esto sólo es posible si se considera a las mujeres como agentes y no objetos de poder.
Conclusiones
Me gustaría terminar mi presentación con un ejemplo de una de las miles de mujeres que son curadoras de de la paz y la reconciliación: Saten. Ella es una mujer de 28 años, que acaba de terminar la escuela de sexto grado, está casada y tiene tres hijos. Es miembro del grupo de auto-ayuda de su pueblo. Tiene dos hermanas, también casadas. Su padre es dueño de 12 acres de tierra. Según la tradición tribal, si sólo hay niñas en la familia y si se casan, la propiedad pasa a sus tíos y ellas no pueden tener nada. El marido de Saten es severamente alcohólico, por lo que ahora vive sola en Torpa con sus tres hijos. Para conseguir víveres cose ropas. Realmente no tiene nada excepto su apoyo material. Ella es una mujer alegre, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Hace unos días le pregunté: "Saten, usted no ha recibido nada ni de parte de su padre, ni de tu marido; y yo te veo como una mujer libre y feliz. ¿Cuál es el secreto de su felicidad?". Ella respondió: "Hermana, nunca me pierdo la misa del domingo y la Eucaristía me da gran fuerza interior. La vida de la Madre María es una gran inspiración para mí. Dios nos hizo sentir muy especial. Todos los hombres en que Jesús creía escaparon, pero María ha tenido el valor de apoyarlo mientras él estaba en la cruz".
Saten también, en su breve discurso pronunciado en el Día de la Mujer, dijo “Yedi es duniya mhilao ke takat ko pahachanogi our hum logoko milake kame karne lagiki to ye duniya bahut sundar hoge”: “Si el mundo reconociera el valor de las mujeres y trabajara con sus colegas en cuanto a promover la paz y la reconciliación, nuestro mundo será un lugar hermoso para vivir”.
(Colaboró Shafique Khokhar)
07/03/2016 21:30
29/01/2015
