Juegos Olímpicos de París: la estrategia china para imponerse en el medallero
Desde hace años China se ha concentrado en los deportes "menores" para tratar de obtener el mayor número posible de medallas de oro. En Tokio hubo 38 frente a 39 de Estados Unidos. La mayoría de los éxitos se lograron en sólo seis disciplinas y principalmente por mujeres. Una estrategia que todavía se implementa en un sistema altamente centralizado. Con fuertes sombras sobre el tema del doping.
París (AsiaNews)- 405 atletas chinos participarán a partir de mañana en los Juegos Olímpicos de París, cifra ligeramente inferior a la de la edición anterior (413), en la que China ocupó el segundo puesto en el medallero, detrás de Estados Unidos. Lo que separa a los dos países es una sola medalla de oro. En los Juegos de Tokio 2020 - desde los que en realidad sólo han pasado tres años - los atletas chinos ganaron 38 oros y un total de 89 medallas, frente a las 113 que obtuvieron los estadounidenses.
El primer puesto en el medallero (que se consigue con el mayor número posible de medallas de oro, como ocurrió en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008) es una cuestión de fundamental importancia para China, a la que se dedican desde hace años los esfuerzos de las distintas federaciones deportivas según un modelo altamente jerárquico y centralizado cuyo vértice es la Administración General del Deporte, que a su vez depende del gobierno central.
No es casualidad que desde 1984 (año en el que China subió por primera vez al escalón más alto del podio en tiro olímpico, tras ser aceptada en el Comité Olímpico Internacional en 1979), el 75% de los oros chinos se hayan ganado en sólo seis deportes: tenis de mesa, tiro, clavados, bádminton, gimnasia artística y levantamiento de pesas. Se trata de disciplinas que a menudo carecen de financiación suficiente en Occidente y en las que los chinos han visto que pueden imponerse. También gracias al reclutamiento de muchas mujeres, que constituyen aproximadamente el 70% de la delegación olímpica.
El principio que subyace a esta estrategia, adoptada desde la década del 80, se llama "de las cinco palabras": pequeño, rápido, mujer, ágil y agua. Son términos que sintetizan los criterios según los cuales el gobierno chino seleccionó los deportes en los que China podría tener cierta ventaja competitiva sobre Estados Unidos. Y ese potencial también ha comenzado a explotarse mediante un creciente apoyo financiero. (Según algunas estimaciones, el mercado deportivo chino en 2025 alcanzará un valor de 700 mil millones de dólares gracias a la organización de grandes eventos).
Concretamente, los estudios explican que “pequeño” se refiere a pelotas de pequeñas dimensiones (ping pong y bádminton), pero también a categorías menores (como los pesos de 56 kg y 62 kg en halterofilia masculina). “Mujer” no necesita explicación, mientras que “ágil” y “rápido” se refieren al aspecto táctico de disciplinas como la gimnasia artística o el trampolín, pero también del atletismo. Por último, “agua” no sólo se refiere a los deportes acuáticos, sino que incluye el Proyecto 119 que se puso en marcha después de Sydney 2000 para mejorar el rendimiento en atletismo, natación, vela y remo.
Sin embargo, es precisamente en los deportes acuáticos donde se ha planteado una controversia en los últimos meses después que el New York Times reveló una serie de casos de doping entre los nadadores chinos, que, en vez de ser suspendidos, no sólo pudieron competir y destacarse en Tokio, sino que algunos de ellos también participan en la delegación para París, aunque serán controlados con el doble de frecuencia que los atletas de otros países.
Los 23 nadadores chinos que dieron positivo a la trimetazidina (un fármaco que aumenta el flujo sanguíneo) fueron absueltos por una investigación interna que llevó a cabo Chinada, la agencia anti-doping local, según la cual los atletas estuvieron expuestos accidentalmente a la sustancia durante siete meses antes de las Olimpíadas de Tokio. La AMA, la agencia mundial, ha decidido aceptar el informe, aunque la AMA es la que debería haber suspendido a los atletas chinos por precaución antes de los Juegos de Tokio, apenas recibió la noticia del positivo.
Más allá del uso de sustancias dopantes (un problema que afecta a varias disciplinas y a muchos países), en China el reclutamiento de los atletas se lleva a cabo a edad muy temprana. Los profesores de educación física son los que orientan a los estudiantes de secundaria más talentosos hacia un deporte específico. A partir de ese momento los jóvenes comienzan a entrenar en uno de los centros polideportivos provinciales, con entrenadores locales que trabajan a tiempo completo y reciben incentivos del Partido si logran que sus alumnos se destaquen en competencias nacionales. Y, si se considera oportuno, estos se transfieren a centros nacionales de entrenamiento olímpico.
Es comprensible, entonces, que exista cierta competencia entre los centros de entrenamiento provinciales y nacionales, como señalaron algunos entrenadores extranjeros contratados por Beijing (con salarios que las federaciones deportivas occidentales a menudo no pueden pagar). Y es por eso que a menudo los atletas chinos logran excelentes resultados cuando son muy jóvenes, pero no les resulta fácil mantener un alto nivel en la edad adulta y tener carreras tan largas como las de sus adversarios occidentales.
Las proyecciones indican grandes diferencias entre China y Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de París: mientras Beijing está segura de poder ganar decenas de oros gracias al grado de perfección que ha alcanzado en un número limitado de disciplinas, Washington presenta más posibilidades en diferentes deportes, pero al mismo tiempo la probabilidad de subir al escalón más alto del podio es mucho más incierta. El medallero será definitivo el 11 de agosto, día de clausura de los Juegos.
LINTERNAS ROJAS ES EL BOLETÍN DE ASIANEWS DEDICADO A CHINA.¿QUIERES RECIBIRLO TODOS LOS JUEVES EN TU CORREO ELECTRÓNICO? SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER EN ESTE ENLACE
17/12/2016 13:14
23/12/2015
09/12/2017 11:17