Jerusalén, Mons. Marcuzzo: Barrio cristiano, 'zona especial' para la protección de la identidad

El prelado reitera la propuesta que formularon los patriarcas y jefes de las Iglesias de Tierra Santa en la carta de Navidad. Un paso “necesario” para preservar la presencia cristiana y proteger el status quo y la universalidad. Las "agresiones físicas y por la vía legal" ponen en peligro el futuro de la comunidad. Críticas por la llegada de judíos estadounidenses, mientras se mantiene la prohibición para los peregrinos.

Jerusalén (AsiaNews) - El reconocimiento del barrio cristiano de Jerusalén como zona "protegida" es fundamental para "preservar la presencia" de sus habitantes y el "status quo", que protege tanto a cristianos y musulmanes como a los mismos judíos. Lo afirmó el ex Vicario Patriarcal de Jerusalén de los Latinos, Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, reiterando el pedido que hicieron en los últimos días los patriarcas y cabezas de las Iglesias de la ciudad santa en la carta de Navidad. El prelado, que sigue trabajando en la pastoral, vive desde hace décadas en la región y tiene un conocimiento profundo de la misma. Manifiesta también que "Estamos a favor de lo que dice la carta, pero quedan dudas si será escuchada por las autoridades israelíes".

En el documento, publicado el pasado 13 de diciembre, los referentes cristianos de Jerusalén piden que se entable un diálogo para establecer una "zona especial", con el propósito específico de "salvaguardar la integridad" del barrio cristiano de la ciudad vieja. El objetivo, afirma la carta, es garantizar su singularidad y preservar su patrimonio, por el bien "de la comunidad local, de la vida de la nación y del mundo entero". La intervención ha resultado necesaria, explican, debido a los numerosos episodios ocurridos en los últimos años, que constituyen una "amenaza" para la presencia misma de los cristianos.

Es la misma petición que ya formularon en el pasado los emisarios del Vaticano y la Santa Sede para garantizar los lugares santos de Jerusalén, únicos para los fieles de las tres grandes religiones monoteístas de todo el mundo. Es también la manera de defenderlos de actos "unilaterales" de trasfondo político que alteran el equilibrio, a mano de países individuales o de realidades político-religiosas locales.

El 9 de diciembre pasado se reunieron en la sede del patriarcado ortodoxo griego los representantes de las Iglesias cristianas de Tierra Santa. En esa oportunidad el patriarca Theophilos III habló desde el balcón del Hotel Imperial, ubicado en la puerta de Jaffa, uno de los ingresos al barrio cristiano. Recordó el valor de la presencia cristiana y las amenazas contra la identidad, la propiedad y los habitantes del barrio, en particular a manos de "grupos nacionalistas judíos radicales" que, mediante "la compra de casas palestinas", se proponen reducir la población no judía en Jerusalén.

Nuestro objetivo, señala Mons. Marcuzzo, es "preservar la presencia cristiana y el status quo, para proteger a todos". Y ese propósito es "desafiado todos los días" por "ataques físicos y por vía legal" que intentan apoderarse de las propiedades y bienes "en las zonas musulmanas y cristianas" de Jerusalén. “Eso nos parece preocupante - prosigue el prelado - porque pone en peligro la cohesión misma de la nación: Israel es y debe ser abierto, universal; pero si se cierra sobre sí mismo, en pequeños guetos dominados por autoridades locales", será una derrota para todos.

Lo que resulta peligroso son los grupos "radicales" y fanáticos que agreden, atacan, impiden el desarrollo normal de las celebraciones e incluso el paso por determinadas zonas de la ciudad. No son raros, advierte, los casos que han ocurrido recientemente en que los "monjes armenios" han sido blanco de estos grupos. “El significado de esta zona especial - explica - es precisamente evitar el vaciamiento del territorio y de la población”, porque a la larga “la gente se cansa del acoso y el maltrato”, y eliminar al mismo tiempo “la disparidad de trato y la ilegalidad”. Sobre el tema de la disparidad, el prelado no escatima una última "crítica" a las autoridades israelíes, que "otorgan permisos de ingreso a judíos estadounidenses", a pesar de los cierres impuestos para impedir la difusión de la variante Omicron del covid-19, pero no aplican el mismo criterio. a los peregrinos cristianos para Navidad.