Jerusalén: líderes cristianos contra el 'creciente y sin sentido' ciclo de violencia

Llamamiento de patriarcas y referentes de las Iglesias ante la escalada entre israelíes y palestinos. El riesgo de "provocar atrocidades" que impidan alcanzar "la paz y la estabilidad". Referencia a los ataques que también han afectado a los cristianos. Nueva víctima palestina esta mañana en Hebrón. Netanyahu quiere armar a los ciudadanos israelíes.

Jerusalén (AsiaNews) - Un llamado a la "moderación" para evitar "un ciclo de violencia" "cada vez mayor y sin sentido", que sólo puede causar "dolor y sufrimiento" en un futuro próximo. Los patriarcas y referentes de las Iglesias de Jerusalén se pronunciaron ayer ante la escalada entre israelíes y palestinos que desde principios de año ya ha causado decenas de víctimas y corre el riesgo de desencadenar, según algunos expertos, una tercera intifada. "Este estado de cosas - observan con preocupación los referentes cristianos - conducirá casi infaliblemente a cometer atrocidades, alejándonos de la paz y la estabilidad que todos deseamos".

Las autoridades cristianas hablan de una "situación deplorable" en un contexto de "proliferación de la violencia" que ha tenido como consecuencia la muerte "injustificada" de 32 palestinos y siete israelíes en menos de un mes, y está destinada a "autoperpetuarse". Estos últimos fueron víctimas del ataque a la sinagoga del 27 de enero, en respuesta a la redada del ejército en un campo de refugiados en Yenín -el objetivo de los militares era una célula de la Yihad Islámica- que dejó un saldo de nueve muertos y desencadenó una guerra de guerrillas y protestas en toda Cisjordania. Para evitar una escalada, piden "una intervención decidida de los líderes de la comunidad y los políticos de todas las partes".

Los referentes cristianos afirman en su mensaje que se requiere un "proceso político" basado en "principios de justicia" que conduzca a una "paz duradera", y eso debe combinarse con el respeto de la "fe religiosa" de cada uno, comenzando por los lugares de culto. Se trata de una referencia a los numerosos episodios de intolerancia de las últimas semanas, desde el "paseo" del ministro ultraortodoxo Ben-Gvir por la explanada de las mezquitas de Jerusalén hasta los ataques y provocaciones sufridos por los propios cristianos, como la profanación del cementerio cristiano en el Monte Sión a principios de este año y el ataque de la semana pasada por parte de un grupo de colonos en el barrio cristiano de Jerusalén, en el que participaron residentes y personas venidas de otras partes. Esa provocación, denunció hace pocos días la Conferencia de Obispos Católicos, concluyó sólo con la intervención de la policía que ahuyentó a los agresores, pero requiere una respuesta contundente y sanciones disuasorias para evitar que se repitan, por respeto a la sacralidad de la ciudad santa.

“Debemos trabajar todos juntos -exhortan los patriarcas y referentes de las Iglesias de Jerusalén- para calmar las tensiones actuales y poner en marcha un proceso político basado en principios consolidados de justicia, que conduzca a una paz duradera y a la prosperidad para todos”. Los líderes cristianos concluyen su mensaje orando por las víctimas y heridos y pidiendo "sabiduría y prudencia" a los responsables políticos y personas "influyentes", para que ayuden a "superar la violencia" y "trabajen sin descanso a fin de alcanzar una solución justa y pacífica para la vida de nuestra querida Tierra Santa".

Esta mañana se registró una nueva víctima en el frente palestino. Según el Ministerio de Salud palestino, Nassim Abu Fouda, de 26 años, estaba circulando con su vehículo cerca de la Tumba de los Patriarcas, en Hebrón, cuando una bala disparada por el ejército israelí le alcanzó en pleno rostro. El fin de semana un niño palestino de 13 años abrió fuego e hirió a dos israelíes cerca de la ciudad vieja. Entre tanto, la policía israelí ha acordonado la casa del agresor que atacó la sinagoga y el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció un plan de mayor liberalización de las armas para permitir que los ciudadanos circulen armados. A pesar de los llamamientos de los líderes cristianos, estas decisiones parecen destinadas a alimentar la violencia.