04/04/2025, 18.17
MONGOLIA
Enviar a un amigo

Javier Cercas, en Mongolia con el Papa: ‘Misioneros verdaderos locos de Dios’

de Daniele Frison

En su nuevo libro, el escritor español relata el viaje a Ulán Bator con el Papa Francisco en 2023. Como ateo convencido, descubrió la "radicalidad" de los religiosos que "ayudan a la gente sin hacer proselitismo". "Encarnan la Iglesia misionera y pobre” del pontífice, dijo ayer en Roma en un encuentro con la prensa. En la novela narra los encuentros con el P. Ernesto Viscardi y la Hna. Ana Waturu.

 

Roma (AsiaNews) - El punto de inicio es sensacional. En mayo de 2023 Javier Cercas, escritor español ateo y anticlerical declarado, es contactado por Lorenzo Fazzini - responsable de la Librería Editrice Vaticana - para hacerle una propuesta inédita y absolutamente inesperada: acompañar al Papa Francisco a Asia, en su 43º viaje apostólico a Mongolia. A una tierra de minoría católica (unos 1.500 fieles sobre 3,4 millones de habitantes), extrema “periferia” del mundo cristiano. Y, por tanto, tierra de misión. Así nace “El loco de Dios en el fin del mundo” (editado en Italia por Guanda), “novela sin ficción”, que llegó a las librerías de Italia, España y América Latina el 1 de abril de 2025.

La oferta del Vaticano propone a Cercas escribir un libro sobre esta “aventura”, con absoluta libertad en cuanto a contenidos y forma. Él titubea por un segundo. “¿No saben que soy un tipo peligroso?”, es su primera reacción. Luego acepta. Javier Cercas no se convierte: ese no es el epílogo de la historia. “No vendería ejemplares”, bromea. Pero admite haber quedado impresionado en Mongolia por la “Iglesia misionera y pobre” que es el centro del pontificado de Bergoglio, al que define como “Papa periférico”. Lo dijo ayer en Roma, en un encuentro con la prensa y AsiaNews en la terraza Caffarelli, en el Capitolio, en el ámbito del festival internacional Letterature. “¿Quién representa a esta Iglesia verdadera, esta radicalidad? Los misioneros, sin duda. Es imposible no admirarlos”, afirmó.

Aunque no ha recuperado la fe - que perdió “hace muchos años”, como suele contar - después del viaje (del 31 de agosto al 4 de septiembre de 2023) al Estado de mayoría budista enclavado entre Siberia y China, Javier Cercas dice irónicamente que ha encontrado la solución “para todos los problemas de la Iglesia”. “¡Todos misioneros! Si todos son misioneros, entonces el problema está resuelto”, comenta. Para el escritor, ellos son “los verdaderos locos de Dios”, dice recordando al santo de Asís, de quien Bergoglio fue el primero que tomó el nombre como Papa. Los “locos” - a los que Javier Cercas también llama “soldados de Bergoglio” - son el P. Ernesto, el P. Giovanni, la Hna. Ana, la Hna. Francesca y otros personajes del libro, con quienes el escritor mantiene largas conversaciones. “Hacen cosas totalmente anormales - cuenta -. Dejan a su familia, su casa, su país, sin preocuparse por el dinero, por la ambición profesional… todo eso para irse a Mongolia o al África”.

“¿Para hacer qué?”, pregunta. “Para ayudar a la gente. Ni siquiera para convertir a la gente. Eso está prohibido en la Iglesia de Francisco; no es proselitismo. Es ayudar a quien lo necesita. ¿Cómo no admirar todo eso? Algo absolutamente revolucionario, subversivo, loco”. Para Javier Cercas - que de joven recibió una estricta educación católica - el misionero es “el cristiano ideal”. “Es el que se toma en serio el mensaje de Cristo. Es la revolución de Francisco, de una radicalidad extraordinaria, que significa el regreso al cristianismo primitivo”, afirma.

En el libro aparece el P. Ernesto Viscardi porque organiza un encuentro con los monjes budistas del monasterio de Dashichoilin. Misionero de la Consolata, vive en el país desde 2004 (antes que él sólo el Card. Giorgio Marengo, prefecto apostólico en Ulán Bator). “El único misionero católico que llegó a Mongolia por voluntad propia, no destinado aquí por sus superiores”, explica Cercas en el libro. “Sabía […] que Asia era un continente inmenso, reacio al cristianismo”. Presta servicio en el centro “El Sol que Nace”, en Chingeltei, en la periferia de la capital. “Él y sus compañeros acogen a niños y adolescentes pobres y sin familia - continúa - a los que ofrecen refugio, comida, educación, entretenimiento y afecto”. Después también cuenta en “El loco de Dios en el fin del mundo” el encuentro con el P. Giovanni, de los Oblatos de María Inmaculada, ex misionero en Corea del Sur, “que está en Beijing desde hace casi treinta años”.

El escritor español relata a continuación el encuentro con la Hna. Ana Waturu, keniana, misionera de la Consolata, directora de Cáritas en Mongolia. Habla sobre un diálogo dentro de la catedral de Ulán Bator, dedicada a los Santos Pedro y Pablo, sede de la organización humanitaria cristiana. “Dirige un grupo de veinte voluntarios, no todos católicos, en su mayoría entre treinta y cuarenta años, que asumen el compromiso de ayudar a las personas que lo solicitan, proporcionándoles comida, ropa, refugio y asistencia de todo tipo”, explica. El escritor tiene la oportunidad de hablar también con “la más joven de las misioneras de la Consolata destinadas a Mongolia”: la Hna. Francesca Allasia, de 35 años en 2023. La religiosa sólo lleva unos meses en Asia, después de estudiar en Roma, y esta es su primera experiencia misionera. “Empieza a hablar de los chicos del Sol que Nace como si fueran sus hijos, pero enseguida me doy cuenta de que, en realidad, para ella realmente son sus hijos”, dice Cercas en el libro.

AsiaNews también asistió ayer al diálogo del autor con los periodistas italianos Aldo Cazzullo - otro personaje del libro - y Sabina Minardi, que tuvo lugar en el Auditorio Parco della Musica de Roma. En esta oportunidad Cercas explicó que su viaje estuvo marcado por dos dimensiones. La primera, la “geopolítica” (que en realidad es secundaria), es decir, la mirada de la Iglesia dirigida a Oriente, y por tanto a Beijing. “China es importantísima; en realidad, no hay muchas relaciones diplomáticas. Es una obsesión de los jesuitas y del Papa. El viaje a Mongolia sirvió también para acercarse a ella”, dijo. En la misa del domingo 3 de septiembre de 2023 en el “Steppe Arena”, al final de su viaje, el Papa Francisco había dirigido “un cálido saludo al noble pueblo chino”.

Pero la segunda dimensión es la fundamental para Javier Cercas, “el centro del libro”: la “religiosa”. El autor - “el escritor civil más importante de Europa”, dice Cazzullo - acepta la propuesta de la Santa Sede con una sola condición: que el Papa le conceda “cinco minutos” a solas. Cercas quiere hacerle una pregunta al Papa. “Por eso me embarqué en este avión: para preguntarle al Papa Francisco si mi madre verá a mi padre después de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. Este es un loco sin Dios que persigue al loco de Dios hasta el fin del mundo”, escribe. Este enigma -“la pregunta de un niño”- acompaña la nueva novela de Javier Cercas convirtiéndola en un thriller de la existencia, que quedará resuelto por un “pequeño milagro”.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
'El Papa con nosotros en Ulan Bator, el sueño de Mons. Padilla y Juan Pablo II se hace realidad'
30/08/2023 14:32
Entre pastores, mujeres y niños, la creatividad de la caridad de la Iglesia en Mongolia
31/08/2023 16:27
Ukhnaa Khurelsukh es el nuevo presidente de Mongolia
10/06/2021 10:33
Hoy se elige al nuevo presidente de Mongolia
09/06/2021 11:20
El Papa llegó a Ulan Bator. Prohíben viajar a los obispos chinos
01/09/2023 14:24


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”