Java central, estudiante musulmán: en el campus católico he experimentado lo que es la armonía confesional
Yakarta (AsiaNews)- “He aprendido en elemento muy precioso en la vida: que se puede vivir en modo armonioso con los otros, prescindiendo de la fe religiosa profesada y de la etnia de pertenencia”. Es cuanto cuenta a AsiaNews, Satya Tantra, un estudiante musulmán de la universidad católica de Soegijapranata (UNIKA Soegijapranata) en Semarang, Java central. El joven universitario, junto a su colega de estudios, una joven católica llamada Lorentia Santoso, participó a nombre del propio ateneo el 25 y 26 de septiembre en un campus estudiantil, al cual siguieron tres días (27-29) de la conferencia internacional sobre el diálogo interreligioso.
El lugar del evento promovido por la Aseaccu (Association of Southheast and East Asian Catholic Colleges and University) es Banyu Urip, un pueblo remoto en la regencia de Temaggung; en el campus participaron 81 estudiantes de 28 universidades esparcidas en 9 naciones de Asia del este y del Sudeste, de religión musulmana, católica, protestante, budista e hindú. Quien recibió a los estudiantes fue un grupo de personas de diferentes confesiones, que se preocupó en favorecer la integración y el conocimiento recíproco.
Satya Tantra se diplomó en un liceo estatal de Semarang; para los estudios universitarios eligió la universidad católica UNIKA Soegijapranada. De la experiencia vivida en Banyu Urip, él afirma haber aprendido “cómo nuestros antepasados han sabido cultivar con suceso un clima de tolerancia y reforzar la armonía confesional en sociedad, prescindiendo de la fe religiosa profesada”. Una atmósfera que él dice vivir cada día en el propio ateneo, donde “estoy feliz de estudiar” y donde no hay episodios de discriminación “respecto a mi identidad musulmana”.
Para el joven universitario musulmán el campo estudiantil fue una “maravillosa oportunidad” para vivir una experiencia “inclusiva” también desde el punto de vista religioso. No sólo teniendo la ocasión de inter obrar con estudiantes de otros credos, sino también relacionándome con los habitantes del pueblo. “Aprendí un montón de cosas de la comunidad católica- cuenta- que gracias a su apertura me ha aceptado también aunque sea musulmán”. Al inicio “estaba nervioso”, pero “apenas los he conocido, todo temor desapareció”.
Emociones compartidas también por Lorentia santoso, católica que frecuentó el liceo de los jesuitas en Semarang antes de inscribirse en la UNIKA Soegijapranata. A despecho de cuánto se lee en los medios y de las invectivas que se multiplican en las redes sociales, afirma el joven, “aquí en Banyu Urip se ha experimentado la verdadera armonía confesional de una sociedad en la cual conviven felizmente musulmanes, cristianos y budistas”. Y también un líder musulmán dice “aprendí que también entre ellos existe un deseo de promover la armonía confesional”. Por esto, iniciativas como esta, concluye, deberían ser desarrolladas más a menudo.
En Indonesia, nación musulmana más poblada en el mundo, los católicos son una pequeña minoría, compuesta por unos 7 millones de personas, casi el 35 de la población. En la sola arquidiócesis de Yakarta, los fieles alcanzan el 3,6% de la población. Ellos forman parte activa de la sociedad y contribuyen al desarrollo de la nación además de brindar ayuda durante las emergencias, como sucedió en ocasión del devastador aluvión de enero de 2013.
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