Jammu y Cachemira: Violación grupal de Asifa Bano, ocho años. La protesta de la sociedad

La niña había desaparecido el 10 de enero y fue hallada muerta el 17 con signos de tortura. La policía arrestó a 8 personas, entre ellas, a un ex funcionario del gobierno y a 4 policías. La pequeña era la hija de un pastor nómada musulmán. Ministros indios defienden a los violadores.

Nueva Delhi (AsiaNews)- Indignación y desaliento, pero también críticas contra el mal que afecta a los niños. Son los sentimientos que surgen en las redes sociales, al comentar la violación y el homicidio de Asifa Bano, una niña de 8 años, de religión musulmana, raptada el 10 de enero pasado en Kathua, cerca de la ciudad de Jammu, en el Estado indio de Jammu y Cachemira. Su cuerpo sin vida fue encontrado una semana después, el 17 de enero, abandonado en el bosque. El crimen recién fue dado a conocer hace poco tiempo, y ha conmocionado a la comunidad, sacando a la luz las divisiones sectarias que rigen entre hindúes y musulmanes que pueblan el valle de Cachemira y reabrió el tema de la violencia ejercida sobre mujeres y niños.

El crimen desencadenó la reacción de políticos y de la sociedad civil, que en estas horas están usando los hashtag #Kathua y #JusticeforAsifa para hacer sentir su voz. Ayer por la tarde, Rahul Gandhi, jefe del Congress Party, organizó una vigilia silenciosa como condolencia de la pequeña. Para el fin de semana están prevsitas varias manifestaciones en la capital, Delhi, y en otras ciudades indias. Desde ayer, en las redes sociales aparecieron también otro hashtag, #Unnao, para denunciar otro caso de violencia sexual: el de una muchacha de 16 años, violada por un diputado del BJP (Bharatiya Janata Party) en Uttar Pradesh el año pasado, pero al que recién se prestó atención la semana pasada, cuando la víctima trató de suicidarse frente a la residencia del jefe de ministros, Yogi Adityanath.

Las investigaciones de la policía han revelado que la pequeña Asifa fue mantenida prisionera por varios días en un templo hindú de Kathua, donde fue sedada, violada repetidamente, y al final estrangulada a muerte y golpeada dos veces con una piedra. Su única culpa era pertenecer a la comunidad de los Gujjars, pastores nómadas de religión musulmana que atraviesan la cadena del Himalaya para pastorear a las manadas de cabras y búfalos, provocando la ira de los habitantes.

La policía arrestó a 8 personas vinculadas con el homicidio. Se trata de Sanji Ram, de 60 años, ex funcionario del gobierno, actualmente jubilado, que habría planificado el secuestro junto a 4 policías: Surender Verma, Anand Dutta, Tilak Raj y Deepak Khajuria. Junto a ellos, también son acusados de violación y homicidio el hijo del funcionario Ram, Vishal, su nieto menor de edad y el amigo Parvesh Kumar. Los investigadores también descubrieron que Khajuria y los otros agentes intentaron ocultar pruebas, limpiando las manchas de sangre y barro que estaban en las ropas de Asifa antes de entregar el cadáver al médico forense.

Después, lo que alimentó los ánimos de la comunidad fue la actitud de 2 ministros hindúes del BJP que gobiernan el Estado indio, en coalición con el People’s Democratic Party, que han defendido a los violadores en una manifestación organizada en apoyo a ellos. Para justificar a los arrestados intervino también su abogado, Ankur Sharma, que “denunció” el intento de los pastores musulmanes de ocupar la tierra de los indios para pastorear el ganado y alterar la composición demográfica de Jammu, donde los hindúes son mayoría. El secuestro de Asifa debía servir para aterrorizar a los Gujjars y obligarlos a dejar el territorio.

La brutalidad del crimen provocó la furia de la comunidad de nómadas y llevó a compararlo con lo sucedido a la niña de otro famoso caso de violación de grupo, el de Nirbhaya, la joven de 23 años estudiante de Medicina, violada en un autobús en Delhi y luego muerta en Singapur, tras dos semanas de agonía.