Israel vota: Netanyahu, una victoria contra los procesos. Los rivales prometen dar batalla

Desde Lieberman a Gantz, se refuerza el frente que quiere poner fin a décadas de dominio del premier saliente. Los partidos religiosos posiblemente serán la aguja de la balanza. En comparación con el mes de abril, no hubo un apoyo manifiesto de Trump. Fuentes de AsiaNews: para Bibi, es esencial obtener la victoria, pues esto le permitiría ponerse a salvo de las acusaciones de corrupción. Fuerte tensión y preocupación por el peligro de actos vandálicos en las sedes electorales.

Jerusalén (AsiaNews) - Mañana, los israelíes acudirán a las urnas por segunda vez en menos de seis meses. Esta vez, para las elecciones políticas, en una jornada electoral que podría entregar el quinto mandato al premier saliente Benjamín Netanyahu o marcar el fin de su dominio, que lleva varias décadas. Deberá afrontar una serie de rivales más que aguerridos, que van desde su ex-aliado Avigdor Lieberman, al principal contrincante, Benny Gantz, líder de la coalición de centro “Azul y Blanco”. La victoria en las urnas resulta fundamental para “Bibi”, para poder sortear las indagatorias por corrupción y posibles procesos judiciales.

Los últimos sondeos confirman la incertidumbre reinante, con un posible empate entre el Likud de Netanyahu y la coalición “Azul Blanco” de Gantz, con Lieberman y los partidos religiosos como aguja de la balanza.

En abril, si bien Netanyahu ganó la elecciones, no logró obtener una mayoría en el Parlamento (se precisan al menos 61 escaños sobre 120). Hoy, el reto parece más duro que hace cinco meses. Del otro lado del océano, el presidente Trump no acudió en socorro de su aliado israelí con un claro endorsement de cara a las elecciones.

Fuentes institucionales de Israel dialogan con AsiaNews pidiendo garantías de anonimato, y subrayan que en estas elecciones, “Netanyahu se juega la supervivencia en el panorama político del país” ; sólo con una victoria “podría ponerse a salvo de los procesos por corrupción, donde es parte involucrada”. En el país, se vive una situación de “tensión y preocupación” ante el peligro de que se produzcan actos vandálicos en las sede electorales. Con ellos, se apunta a influir en los resultados, sobre todo entre el electorado de origen ruso, cercano a Lieberman”. Hay que prestar particular atención “al millón de electores árabes” -prosigue la fuente”- “pues hay incertidumbre respecto a su participación real y al rumbo que tomará su voto”.

Según se estima, al menos 10 partidos lograrían superar el umbral mínimo de votos para hacer su ingreso en la Knesset, el Parlamento israelí. Además, los datos muestran un crecimiento de los partidos de extrema derecha, que podrían resultar decisivos para la confirmación del premier saliente en el cargo. “Todas las agrupaciones -confirma la fuente de AsiaNews- llaman al electorado a votar. Y en particular, los rivales de Netanyahu esperan una amplia participación, pues esto les permitiría acariciar el dominio”.

El hecho es que la política israelí sigue siendo una de las más turbulentas del mundo occidental: desde el nacimiento del Estado hasta hoy, se han sucedido 34 gobiernos, con un promedio de uno cada dos años. Mañana se realizarán las cuartas elecciones políticas desde el 2013 a hoy. Desde el 2009 y hasta los primeros meses del 2019, el gobierno de Israel ha sido sostenido por una coalición de derecha formada por el Likud (nacionalista y liberal), y una serie de partidos de la derecha identitaria y religiosa. Éstos a menudo han dictado la agenda de gobierno. Y allí es de donde provienen algunas de las medidas más polémicas que el gobierno ha promovido en estos años.

El plena campaña electoral con miras a las elecciones políticas y en un intento por reconquistar una sólida mayoría en la Knesset -ya que la votación de abril concluyó sin ningún avance por la imposibilidad de formar el gobierno, Netanyahu ha relanzado la intención de anexar todos los asentamientos. Además, ha prometido anexar el Valle de Jordán, lo cual ha desencadenado la ira del mundo palestino -y esta vez- la de varias monarquías del Golfo, especialmente de Arabia Saudita, país con la cual se registra hace tiempo un acercamiento en clave anti-iraní.

En el frente interno, en varias oportunidades, Netanyahu ha enarbolado el “Peligro árabe”; sin embargo, en el plano internacional el objetivo número uno sigue siendo Irán, considerado como “la mayor amenaza” a la supervivencia de Israel. Además de reforzar la política colonial, Netanyahu ha intentado colocar cámaras de video en las sedes electorales: para garantizar la regularidad de la votación, según los exponentes de gobierno; para intimidar a los electores árabes y a los opositores, según responden sus adversarios que, con un voto en la Knesset pudieron frenar la ley, dejando fuera al “Gran Hermano” electoral.

Según la fuente consultada por AsiaNews, la oficina de la Presidencia también sigue con atención la votación. Sobre todo, el debate televisivo entre Gantz y Netanyahu -explica - cuando el premier saliente, al ser interpelado con una pregunta directa, no aclaró si pretende restituir el cargo en manos del Jefe de Estado en caso de no ser capaz de formar un gobierno,

Hace cinco meses, él instaba a votar, pero el panorama actual plantea nuevos y urgentes interrogantes”. La partida electoral, concluye, se jugará “en los porcentajes de votantes y en el rol que asuman los pequeños partidos de derecha, que a último momento podría sostener la carrera de Netanyahu a cambio de concesiones, a concretarse luego de la votación”.