Israel lanza nuevas medidas contra los extremistas judíos. Pero hay quienes sólo ven la hipocresía
Jerusalén (AsiaNews) - El primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa Moshe Ya'lon están decididos a tomar medidas más estrictas contra los extremistas judíos, que la semana pasada fueron culpable de dos delitos: la muerte de una joven apuñalada durante el Gay Pride en Jerusalén el 30 de julio del año pasado, y el incendio de una casa palestina en Duma, vecina a Nablus, donde un niño palestino de un año y medio ha sido quemado vivo (v. foto).
Uno de los elementos que desea poner en marcha es la detención administrativa, que le permite detener a un sospechoso durante largos periodos sin cargos precisos. Esta medida, una vez se aplicaba sólo a los militantes palestinos, ahora también debe aplicarse a los israelíes.
De hecho, la de 16 años de edad muerta ayer, , Shira Banki, fue asesinada por los golpes infligidos por Yishai Schissel, un judío ultra ortodoxo, que había sido puesto en libertad unas semanas antes de la prisión, donde había pagado 10 años en un ataque similar en 2005. Schissel había expresado en las redes sociales su intención de bloquear el Gay Pride de este año.
Por otro lado, también el primer ministro ha calificado como "terrorista" la quema de la casa en Duma, el asesinato del pequeño Ali Saad Dawabsha, hiriendo al resto de los miembros de la familia palestina, a tres días después del ataque no había arrestos aunque hay testigos que vieron a los fugitivos esconderse en la colonia Malee Efrayim.
Entre los palestinos hay mucho escepticismo de que el gobierno esté actuando, porque es un aliado de la franja fundamentalista.
Durante años, los extremistas judíos han atacado a los palestinos, árabes israelíes, casas, iglesias, mezquitas bajo la sigla "Price tag", el "precio a pagar" por estar "ilegalmente" en una tierra que "pertenece" a Israel. Algunos rabinos ultra ortodoxos, eliminar a los palestinos de "la tierra que Dios dio a los judíos" justifican - según este mesianismo fanático - los asentamientos ilegales en los territorios palestinos e incluso el asesinato de palestinos, incluidos los niños.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, ha señalado con el dedo al gobierno israelí. Estos ataques - dijo - son el "resultado directo" de la "política de asentamientos perseguido por Israel" que llevó a la instalación de aproximadamente 400 000 asentamientos en Cisjordania y otros 200.000 en Jerusalén Este.
De acuerdo con los palestinos durante los últimos 10 años se han producido al menos 11 mil ataques contra ellos. La ONG israelí Yesh Din dice que el 83% de las quejas en contra de los colonos no han tenido ninguna respuesta. Sólo 1.9 de las quejas conducen a algunas detenciones de los israelíes.
Varios analistas israelíes se preguntan por qué un Estado famoso por la alta calidad de su seguridad, no puede hacer nada frente a estos extremistas.
En una manifestación contra la violencia celebrada hace dos días en Tel Aviv, el ex presidente Shimon Peres también ha señalado con el dedo a una cierta hipocresía del gobierno: "Los que incitan contra los ciudadanos árabes de Israel no debería sorprenderse si las iglesias y mezquitas se queman, y si al final un niño es quemado vivo en el medio de la noche".
Para Uzi Baram columnista del diario Haaretz es hora de que el gobierno israelí haga frente al judaísmo ultra ortodoxo, que se ha apreciado en los últimos años, que se remonta a los ideales laicos y democráticos que dieron a luz en el Estado de Israel, para detener la "erosión de la democracia y el crecimiento de la teocracia".
04/08/2015
25/10/2016 15:33
