Israel, elecciones: Netanyahu proclama la victoria, pero hay incertidumbre sobre los números
El primer ministro saliente habla de la "mayor victoria de mi vida". La dirección del ejecutivo podría darle una posición fuerte en vista del juicio por corrupción. Con los escrutinios aún en curso, el Likud y sus aliados tendrían 59 escaños, necesitando 61 para la mayoría en el Knesset. Para los palestinos han ganado "la anexión y los asentamientos".
Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - "La mayor victoria de mi vida". Así el primer ministro saliente, Benjamín Netanyahu, comentó el resultado, aún parcial, de las terceras elecciones generales en menos de un año en Israel que tuvieron lugar ayer. "Sembramos de norte a sur", añadió el Primer Ministro, que será juzgado por corrupción el 17 de marzo y para quien permanecer al frente del próximo ejecutivo podría significar la supervivencia política. "Los israelíes confían en nosotros", concluyó, "porque les hemos dado los mejores diez años de la historia del país".
Si tiene éxito, Netanyahu se convertirá en el líder político más longevo en el poder con más de diez años al frente del gobierno. Puesto en desventaja en las últimas semanas en comparación con el rival de la coalición centralista blanco-azul Benny Gantz, el líder del Likud ha hecho una remontada que ha sorprendido a analistas y expertos.
Con el 70% de los votos contados, la Comisión Electoral asigna al Likud el 28,7% de los votos, con un máximo de 37 escaños de los 120 disponibles en el Knesset, el Parlamento israelí, donde se necesitan al menos 61 para tener la mayoría. Le sigue la coalición Azul y Blanco de Benny Gantz con el 23,3%, que correspondería a los 32-33 escaños. La formación encabezada por Avigdor Lieberman, por otro lado, habría reunido un total de siete asientos.
Sumando los aliados de la derecha (radical), Netanyahu podría alcanzar alrededor de 59 escaños, actualmente dos menos que la mayoría. Para el bloque de centroizquierda, las previsiones los más optimistas hablan de un máximo de 53 escaños, incluidos los partidos árabes.
Por lo tanto, la expectativa sigue siendo alta para ver si, una vez que el recuento se complete con los resultados oficiales esperados para mañana por la mañana, el Primer Ministro saliente podrá beneficiarse de la mayoría en el Parlamento y proceder a la formación del nuevo ejecutivo cada vez más orientado a la derecha. De lo contrario, se avecina un nuevo estancamiento por tercera vez en unos meses y eso corre el riesgo de sumir al país en la incertidumbre política e institucional.
Para Netanyahu, el éxito electoral (si se confirma) debe atribuirse al éxito en la política exterior. En primer lugar, el llamado "Acuerdo del Siglo", el plan de paz israelí-palestino de Donald Trump exaltado por los israelíes y rechazado en términos inequívocos por los palestinos y los activistas pro-derechos humanos. De hecho, es precisamente desde el frente palestino que llegan comentarios preocupantes sobre los resultados de la votación: "Los asentamientos, la anexión y el apartheid han ganado -comenta Saeb Erekat, Secretario General de la Organización de Liberación de Palestina (OLP)- y en el futuro están destinados a continuar "la ocupación y los conflictos". El siguiente paso, concluye el asesor de Mahmoud Abbas, será la "anexión".