Islamabad: más persecución contra la comunidad islámica ahmadí
No se los reconoce como musulmanes en un país donde el Islam es la religión del Estado y son perseguidos por extremistas ante el silencio complaciente del gobierno con el apoyo de gran parte de las fuerzas del orden. Aumentaron los casos de detenciones, persecución y acoso, especialmente durante la fiesta del sacrificio.
Chenab Nagar (AsiaNews) - Este año aumentaron considerablemente los incidentes para detener por la fuerza el culto ahmadí. En todo Pakistán los "vigilantes" extremistas han marcado las casas de los miembros de la comunidad con la aprobación y a veces la participación de la policía.
En el mundo son 100 millones, y están repartidos en todos los continentes, pero la mayoría se encuentra lejos de su lugar de origen: la zona fronteriza entre Punjab y Pakistán, donde siguen siendo duramente perseguidos. Encarcelados por blasfemia, maltratados, asesinados porque los consideran una herejía del Islam.
La comunidad religiosa ahmadí tiene más de 100 años y fue fundada en 1889 en Qadian, en el actual Punjab indio, por Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, un místico musulmán. Pero aunque la Ahmadiyya Muslim Jama’at es conocida por su lema "Amar a todos, no odiar a nadie", esta comunidad es odiada -y perseguida- en Pakistán al punto de que no pueden profesar su fe ni siquiera dentro de las paredes de sus casas.
A la mayoría de los ahmadíes que todavía viven en Pakistán estos "justicieros" les han negado incluso la posibilidad de rezar durante la fiesta sagrada de Eid ul Adha (fiesta que conmemora el sacrificio de Abraham). Se trata de verdaderas violaciones de los derechos fundamentales consagrados en el artículo 20 de la Constitución de la República Islámica de Pakistán y en la sentencia de 2021 de la Corte Suprema del país, según la cual los ahmadíes pueden practicar su fe libremente.
A pesar de ello, se presentaron 23 denuncias en diversas comisarías de policía para impedir que los ahmadíes practicaran el ritual del sacrificio de animales para Eid ul Adha, contra 89 vigilantes simplemente denunciados por intimidar y acosar a los ahmadíes e impedir el ritual del sacrificio de animales. En cuatro ocasiones también se les impidió a los ahmadíes rezar por el Eid y multaron a 28 personas. Un inspector de policía de Gujrat también anunció por megáfono en una mezquita que los ahmadíes no son "verdaderos" musulmanes y que era imprescindible serlo antes de sacrificar un animal en un ritual sagrado. La cosa no acabó ahí: 13 ahmadíes fueron detenidos, 10 animales puestos bajo custodia y la policía registró las casas de los fieles ahmadíes.
El portavoz de la comunidad ahmadí declaró: "Se trata de graves violaciones de los derechos religiosos de los ahmadíes por parte de los vigilantes extremistas, con el apoyo de funcionarios del Estado, incluida la policía. El gobierno de Islamabad guarda silencio sobre estas atrocidades, mientras él mismo está preocupado por incidentes similares relacionados con la persecución de musulmanes en otros países. Exigimos que se ponga fin de inmediato a todos estos actos persecutorios contra los ahmadíes y que se libere a todos los encarcelados porque son inocentes”.
17/12/2016 13:14
09/02/2022 12:50