Islamabad proscribió el partido del ex primer ministro Imran Khan

Aunque en las elecciones parlamentarias del 8 de febrero el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) resultó el primer partido de Pakistán, el Ejecutivo, apoyado por una coalición de ocho partidos, quiere desmantelarlo. Sin embargo, la decisión final corresponde a la Corte Suprema, que hasta ahora ha defendido al ex primer ministro Khan y ordenó que fuera excarcelado. Mientras tanto, Islamabad logró obtener un nuevo préstamo para evitar la quiebra financiera.

Islamabad (AsiaNews/Agencias) - El gobierno de Pakistán quiere prohibir el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), el partido que gobernó el país de 2018 a 2022 y del que proviene el ex primer ministro Imran Khan, que se encuentra en la cárcel desde hace aproximadamente un año. Islamabad también tiene la intención de sentar en el banquillo a la cúpula del partido, incluido el propio Khan, en virtud del artículo 6 de la Constitución sobre la alta traición, explicó ayer el ministro de Información Attaullah Tarar.

No es casualidad que la noticia se conociera ayer: el viernes la Corte Suprema anuló una decisión de la Comisión Electoral que excluía también a los candidatos del PTI de los escaños reservados a mujeres y minorías. Además, ese mismo día Imran Khan y su tercera esposa fueron absueltos de la acusación de haber contraído matrimonio ilegal. Pero el líder del partido seguirá en prisión debido a nuevos y continuos cargos, entre ellos, precisamente, el de alta traición. Todas las sentencias anteriores impuestas a Khan también han sido anuladas o suspendidas y, a principios de este mes, un grupo de expertos de la ONU señaló asimismo que la detención prolongada de Imran Khan "no tiene ninguna base legal y aparentemente tiene el objetivo de impedirle presentarse como candidato a un cargo político".

Se trata, en otras palabras, de una pulseada entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, que comenzó tras las elecciones parlamentarias del 8 de febrero. Los miembros del PTI, obligados a presentarse como candidatos independientes, habían logrado una victoria aplastante. Pero (gracias al apoyo del Ejército) la Liga Musulmana de Pakistán (PML) de Shehbaz Sharif, apoyada por una coalición de ocho partidos, sigue manteniendo las riendas del poder.

El ministro Tarar dijo que el gobierno buscará que se proscriba al PTI por haber recibido financiación del exterior. Pero los disturbios del 9 de mayo de 2023 protagonizados por los defensores del partido (que se rebelaron contra el arresto de Imran Khan y atacaron algunos edificios del gobierno y bases militares) también se han citado como una razón para desmantelar el partido. "Tenemos la intención de imponer una prohibición al PTI y creemos que el artículo 17 de la Constitución otorga al gobierno el derecho de prohibir los partidos políticos, y el asunto será sometido a la Corte Suprema", añadió Tarar. Según el artículo 17, se puede disolver un partido si socava la integridad o la soberanía de Pakistán, pero la decisión definitiva le corresponde al tribunal.

Asimismo, el Ejecutivo presentará una acusación contra Imran Khan, el ex presidente Arif Alvi y el ex presidente de la Cámara Qasim Suri -todos pertenecientes al PTI-, por disolver las Cámaras en abril de 2022 a pesar de la moción de censura presentada contra Khan en el Parlamento. La misma moción de censura que supuso su derrocamiento del poder.

Los portavoces del PTI expresaron su total oposición a las decisiones del Ejecutivo: "Ningún patriota puede pensar en prohibir el partido más grande y popular del país, porque hacerlo equivaldría a sacudir los cimientos de Pakistán y enviar al país a una guerra civil", comunicó el partido en sus canales de las redes sociales.

Los expertos jurídicos han precisado que cualquier decisión deberá remitirse ahora a la Corte Suprema. Hasta el momento ésta se ha puesto de parte del ex primer ministro y por lo tanto es difícil anticipar el giro que pueden tomar los acontecimientos.

Mientras tanto, sin embargo, Pakistán ha conseguido un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 7.000 millones de dólares para los próximos tres años. "El programa tiene como objetivo capitalizar la estabilidad macroeconómica que se ha logrado con tanto esfuerzo, esfuerzo que continúa para fortalecer las finanzas públicas, reducir la inflación, reconstruir las reservas externas y eliminar las distorsiones económicas para estimular el crecimiento del sector privado", dijo Nathan Porter, jefe de la delegación del FMI en Pakistán.

A pesar de las turbulencias políticas, el gobierno presentó el mes pasado su primer presupuesto al Parlamento, prometió un aumento de hasta el 25% de los salarios de los empleados públicos y fijó un ambicioso objetivo fiscal, que debería alcanzar los 13 billones de rupias (44 mil millones de dólares). Un 40% más que ahora, explicó el ministro de Hacienda. También se ampliará el número de contribuyentes, aseguró el gobierno. De hecho, sobre una población de 235 millones, sólo cerca de 5 millones pagan impuestos. En 2023 Pakistán estuvo al borde del default financiero debido al impago de su deuda externa.