Irán bloquea la operación de Erdogan en Siria
En el documento final de la cumbre entre los presidentes de Rusia, Turquía e Irán se menciona el compromiso genérico de "combatir el terrorismo en todas sus formas". Durante las conversaciones bilaterales con Erdogan, Jamenei lanzó una dura advertencia contra las intenciones de Ankara de crear una "zona de amortiguación" usando como pretexto a los kurdos. Mientras tanto, la "guerra de fricción" continúa en la frontera.
Teherán (AsiaNews/Agencias) - Un compromiso genérico para "seguir trabajando juntos para combatir el terrorismo en todas sus formas" y rechazar "todos los intentos de crear nuevas realidades sobre el terreno, incluidas las iniciativas ilegítimas de autogobierno". No hay luz verde de Irán y Rusia a la ofensiva militar de Turquía contra los kurdos sirios. Esto es lo que se desprende del comunicado final de la cumbre del Grupo de Astaná sobre Siria, que convocó ayer, en Teherán, al presidente iraní Seyyed Ebrahim Raisi, al ruso Vladimir Putin y al turco Recep Tayyip Erdoğan.
En la reunión bilateral, el ayatolá Alí Jamenei fue aún más categórico al dirigirse a Turquía. El líder supremo de Irán advirtió que "cualquier intervención militar en Siria amenazaría a la región y beneficiaría a los terroristas", perjudicando a Turquía. Se trató de un mensaje claro para Erdogan, que en los últimos meses ha expresado en varias oportunidades su intención de lanzar una nueva y vasta operación en el norte de Siria con el objetivo de crear una zona de amortiguación. Esta franja de 30 kilómetros apuntaría a detener las incursiones de las milicias kurdas del PKK a través de la frontera. Lo cierto es que Erdogan también desea implementarla por razones de política interna, de cara a las elecciones presidenciales del próximo año. Sin embargo, se presume que para el gobierno sirio del presidente Bashar al Assad -apoyado políticamente por Teherán y Moscú- se trata de una flagrante violación de su integridad territorial.
A dos años del último encuentro (virtual) de 2020, el documento final de la cumbre se centra únicamente en lo que cohesiona a los socios del grupo de Astaná: la búsqueda de una solución para aliviar las tensiones en la zona de Idlib, la oposición a las exportaciones autónomas de petróleo desde las zonas controladas por los kurdos sirios con el apoyo de Washington y la condena de los ataques aéreos israelíes. Por otro lado, se espera que en el marco del Diálogo Nacional Sirio, el Comité sobre la Constitución pueda continuar trabajando en la definición de una estructura de gobierno para el país, "sin interferencias extranjeras ni plazos impuestos". Aunque tampoco está claro dónde continuar, pues para Moscú Ginebra ha dejado de ser un foro neutral de debate, a la luz de los acontecimientos en la guerra de Ucrania.
Por otro lado, en Teherán se fijó fecha para una nueva cumbre tripartita del Grupo de Astaná. Debería celebrarse en Rusia a finales de 2022 y, obviamente -como ha ocurrido en Teherán en las últimas horas- no puede dejar de entrelazarse con la evolución del panorama de alianzas en la guerra que se libra en Ucrania.
Mientras tanto, no cesa la guerra de fricción en la frontera entre Turquía y Siria. Mientras se celebraba la cumbre en Teherán, en apenas 24 horas se produjeron dos ataques con drones turcos contra posiciones del ejército sirio en Tal Rifat. Según informes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), hubo dos heridos entre los militares sirios. También se informó hoy de una reunión entre el comandante de la milicia kurda siria (SDF) Mazloum Abdi y el general Michael Kurilla, comandante de las operaciones estadounidenses en Oriente Medio. Abdi expresó su preocupación por la seguridad en la región ante las amenazas turcas, especialmente por el impacto negativo que éstas podrían tener en los esfuerzos de lucha contra el ISIS, que está tratando de reorganizarse. Por su parte, el general Kurilla reiteró la oposición de Estados Unidos a cualquier operación turca contra el norte y el este de Siria.