Iraníes, primeras víctimas de la presión entre Trump y los ayatolás

La guerra diplomática y comercial en acto entre Teherán y Washington está poniendo de rodillas a la población. La inflación y el costo de la vida han multiplicado el precio de los bienes de consumo. Las personas acusan a la ineficiencia e incompetencia de los funcionarios del gobierno. Pero las sanciones de los EEUU, de hecho, han aislado al país. Y hoy afectan también al guía supremo Khamenei.

Teherán (AsiaNews/Agencias)- La guerra diplomática y comercial en entre Teherán y Washington, que en los primeros días arriesgó de transformarse en un conflicto, ya afectó con extrema dureza a la población iraní. Los 80 millones de habitantes de la República islámica, de hecho, deben combatir contra la devaluación, la inflación y la desocupación aumentadas por un progresivo apriete de las sanciones de los EEUU, que hoy afectan también al guía supremo Ali Khamenei.

Los ciudadanos iraníes, afectados por este apriete, acusan al propio gobierno y al “enemigo” estadounidense, ambos responsables de una escalada siempre más grave. “La guerra económica- subraya Shiva Keshavarz, contador próxima a casarse- es ya una realidad y las personas viven en una condición de gar presión”.

Los líderes del gobierno, agrega, “continúan diciéndonos que hay que ser fuertes y enfrentar las presiones, pero podemos ya sentir el rumor de los huesos que se rompen”. Una confirmación de la grave situación de crisis llega de las oficinas de cambio, al tiempo del acuerdo nuclear, la moneda local tenía una tasación de 1 dólar contra 32 mil rials. Hoy el dato saltó hacia lo alto, pasando a 1 contra 130 mil.

Según las estadísticas del gobierno, la inflación ya superó el 37%. Más de 3 millones de personas, un 12% de los ciudadanos en edad laboral, está desocupada. El dato redobla si se consideran a los jóvenes con un cierto nivel de instrucción.

Inflación y depreciación han hecho que cada artículo sea carísimo, de la fruta a la verdura en los puesto del mercado a las gomas y a la gasolina para los automóviles. Un teléfono celular básico cuesta hasta el valor de 2 meses de un sueldo de un empleado del gobierno medio; el precio de 1 iPhone es par a 10 meses de salario. “Cuando las importaciones están bloqueadas- afirma Pouria Hassani, revendedor de telefonía- los comerciantes deben dirigirse al mercado negro a un costo demasiado más elevado”.

La opinión común y siempre más difundida entre la población es que los problemas sean causados por la ineficiencia y por la incompetencia de los funcionarios gubernamentales. Muchos subrayan las enormes riquezas en tema de petróleo y gas naturales encerrados en el subsuelo. Sin embargo, a causa de las sanciones de EEUU y de la “máxima presión” ejercitada por la Casa Blanca, para la República islámica resulta siempre más difícil comerciar con el extranjero.

Al origen de las tensiones, la decisión del presidente de los EEUU, Donald trump en mayo de 2018 de retirarse del acuerdo nuclear (JCPOA) logrado con dificultad por el predecesor Barack Obama, introduciendo las más duras sanciones de la historia. El objetivo de Washington, que reforzó la presencia militar en la zona, son las exportaciones de petróleo de la República islámica.

En estos días Washington lanzó una nueva serie de nuevas sanciones, que afectan directamente al guía supremo Khamenei y a las altas esferas de Teherán. Un decisión que sigue al abatimiento de un dron estadounidense en el Golfo- y que arriesgó terminar en un conflicto abierto, con el presidente Trump que interrumpió a último momento una dura respuesta militar.

Esta mañana el vocero del ministerio iraní de Exteriores, Abbas Mousavi afirmó que “después de las últimas sanciones el canal de la diplomacia con los EEUU está cerrado para siempre”. Las tensiones entre los dos países parece tender a disminuir, también a causa de la actitud contradictoria del presidente Trump que, por un lado, se dice “impaciente” de remover las sanciones y por el otro lado, dice que no necesita “la aprobación” del Congreso para atacar.