Iraníes, 'indiferentes' a las elecciones para renovar el Parlamento y la Asamblea de Expertos

Mañana el país acudirá a las urnas para elegir 290 representantes para el 12º Majles y para el órgano que debe elegir a su vez al sucesor de Jamenei. Hay 61 millones de votantes, pero las previsiones hablan de una abstención récord que podría llegar al 60%. Desde la cárcel, la Premio Nobel de la Paz Narges Mohammadi llama al boicot.

Teherán (AsiaNews) - Más de 61 millones de personas están llamadas a acudir mañana a las urnas para participar en la doble elección de 290 representantes del 12º Parlamento desde la Revolución Islámica de 1979 (el Majles de Irán) y de los 88 miembros de la Asamblea de expertos, el organismo responsable de elegir a su vez al Líder Supremo en caso de muerte o dimisión del anciano Ali Jamenei. Esta es la primera consulta popular que se convoca desde la masiva campaña de protestas durante el segundo semestre de 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, víctima de la controvertida ley del hiyab, el "velo obligatorio". El asesinato a manos de la policía moral de la joven kurda de 22 años desató durante meses masivas manifestaciones y dio origen a un movimiento pro derechos llamado "Mujer, Vida, Libertad", reprimido en forma sangrienta por Teherán, que incluso ejecutó a algunos de los jóvenes participantes.

Según analistas y expertos, al igual que en la consulta anterior de 2020, en este caso también prevalece la actitud de indiferencia de una gran parte de la población, más preocupada por los problemas económicos y con un desinterés generalizado por la política. Entre otras cosas porque la mayoría de los candidatos reformistas fueron excluidos de las elecciones, y ni siquiera el ex presidente Hassan Rouhani podrá aspirar a uno de los 88 escaños de la Asamblea.

El descontento popular se debe a la crisis económica provocada por las duras sanciones internacionales que impuso el ex presidente estadounidense Donald Trump y hundieron la economía - empezando por el comercio del petróleo -, empobreciendo al país y sus habitantes. Ya en 2019 hubo masivas protestas populares que fueron sofocadas por la fuerza por la policía, creando una brecha entre instituciones y ciudadanos que se ha ido profundizando en los últimos años.

Según los últimos relevamientos, el primer "partido" debería ser precisamente el del abstencionismo, y la participación prevista se sitúa por debajo del 30/40% de los votantes, a pesar de las proclamas de las autoridades que supuestamente esperan una participación del 60%. Para muchos ciudadanos no votar es la única manera de expresar su posición de protesta por la exclusión de una gran parte de los candidatos que se consideran "reformistas" o "moderados", en una consulta dominada por "conservadores" y "radicales". Por eso la abstención es el único recurso para "deslegitimar" - observan varios estudiosos - a la República Islámica.

Por otro lado, en la misma óptica se interpreta la advertencia que hizo en los últimos días el líder supremo, cuando invitó a los ciudadanos a "mostrar al mundo que el pueblo está presente en situaciones importantes y decisivas", la única manera de "salvar al país". "No votar - añadió Jamenei durante el encuentro con un grupo de jóvenes - no lleva a ninguna parte y no resuelve los problemas". Por su parte, el comandante de los Pasdaran, el general Hossein Salami, considera que elegir un candidato es una "bofetada en la cara de los rivales".

Radio Farda, reproducida por RFE/Rl, informa sobre decenas de mensajes de audio y escritos procedentes de Irán, donde los ciudadanos afirman que no acudirán a las urnas para una votación que consideran "sin sentido" y que sólo sirve para "consolidar" el poder de los fundamentalistas. Entre los que han convocado al boicot se encuentra la premio Nobel de la Paz (en la cárcel) Narges Mohammadi, quien explicó que no votar es "una obligación moral para los iraníes que aman la libertad y buscan la justicia".

Cerca de 25.000 personas presentaron su candidatura para las elecciones de mañana, pero el Consejo de Guardianes rechazó a unas 10.000. Por otra parte, es suficiente expresar posiciones mínimamente críticas sobre el gobierno para ser excluido, en un país donde no existe una comisión electoral independiente ni un organismo de control. El procedimiento está supervisado por representantes del gobierno ante el ministerio del Interior y por el mismo Consejo de Guardianes, órgano compuesto por seis líderes religiosos nombrados por el Líder Supremo y seis juristas aprobados por los diputados tomados de una lista que elabora el presidente del Poder Judicial, también nombrado por Jamenei. Según la ley, pueden presentarse como candidatos al Parlamento los ciudadanos de entre 30 y 75 años que demuestren "compromiso" y lealtad al Islam, a la jurisprudencia y a la Constitución, que estén en posesión de una maestría o título equivalente y con al menos cinco años de experiencia en instituciones públicas o gubernamentales. El Majles es el único órgano legislativo, pero las resoluciones sólo son vinculantes después de ser aprobadas por el Consejo de Guardianes, que verifican su adhesión a la Constitución y a la sharia, la ley islámica.

La votación permitirá también la renovación de la Asamblea de Expertos, que probablemente deberá hacerse cargo de la sucesión de Jamenei dentro de un círculo de candidatos leales al sistema y al aparato radical de poder. Por eso fue inhabilitado el ex presidente del Parlamento Ali Larijani y ahora el ex líder moderado Hassan Rouhani, que aspiraba a la renovación de su cargo. Y ésa es la razón por la cual la votación de mañana será sólo una oportunidad para que el sistema de poder decida la sucesión del líder supremo, que se encuentra al mando desde 1989, cuando murió el fundador de la República Islámica, Ruhollah Jomeini. Una de las principales figuras de este sistema de poder, aunque normalmente opera entre bastidores, es el hijo de Jamenei, Mojtaba. A diferencia de Jomeini, el actual líder supremo ha reclamado y mantenido muchos de los poderes, ejerciendo una influencia considerable en todos los aspectos de la vida (política y de todo tipo) del país, comenzando por el presidente Ebrahim Raisi, que responde directamente al propio Jamenei. De todos modos, las elecciones de mañana servirán para dar los primeros pasos de cara a la sucesión.