Irak: los jóvenes cristianos, musulmanes y yazidíes, semillas de diálogo en la tierra devastada por el ISIS
El Pbro. Samir Youssef cuenta un proyecto de encuentro y confrontación para reconstruir un tejido social devastado por la locura yihadista. Reuniones semanales, campamentos de verano, películas y testimonios dedicados al diálogo inter-religioso. El Papa Francisco es un modelo de enseñanza conocido y apreciado incluso por las familias musulmanas y yazidíes.
Erbil (AsiaNews) – Para superar la locura homicida del Estado islámico, que ha ensangrentado una tierra que ya lleva años atormentada por la guerra y la violencia, es necesario recomenzar partiendo “de un proyecto de diálogo y encuentro a nivel local”. Involucrando, ante todo, a los niños y a los jóvenes, a las nuevas generaciones, “a las cuales les será confiada la tarea de construir una convivencia común”, que vaya más allá del credo profesado. Partiendo de estas premisas, el padre Samir Youssef, párroco de la diócesis de Amadiya (en el Kurdistán iraquí), a la vanguardia en la emergencia de refugiados, ha promovido un proyecto para hacer que los “jóvenes cristianos, musulmanes y yazidíes” se transformen en “semillas de diálogo” para dar nueva vida a Mosul, en la Llanura de Nínive, y a todo Irak.
Al hablar con AsiaNews, el sacerdote narra una iniciativa que está en su fase inicial, pero que ya cuenta con la “participación entusiasta” de unos treinta chicos y chicas de todos los credos, de edades que van de los 10 a los 16 años. “Hemos comenzado con un grupo de unas 30-35 personas –explica el padre Samir- pero para el verano, desearíamos aumentar estos grupos, involucrando también a los jóvenes de los cursos superiores y a los universitarios”. El objetivo es identificar a jóvenes que estén “deseosos de hablar, de comunicar, de testimoniar” que la convivencia es posible, y a partir de aquí puede nacer un “modelo” que puede ser aplicado en todo el país, e incluso más allá. “Ya hemos comenzado con los encuentros –prosigue-, aunque llevará tiempo obtener los primeros resultados. En este momento ya se ha formado un primer grupo, en base al la cual se delineará el trabajo por hacer: el mismo está compuesto por una decena de cristianos, ocho musulmanes y siete yazidíes. También hay sabeos y turkmenos”.
El padre Samir es párroco de la diócesis de Zakho y Amadiya (Kurdistán), que atiende a 3500 familias de refugiados cristianos, musulmanes, yazidíes que han abandonado sus casas y sus tierras en Mosul y en la Llanura de Nínive para escapar de los yihadistas. El sacerdote está a la vanguardia desde que se inició la emergencia en el veranos del 2014. Junto a él y a los obispos iraquíes, AsiaNews ha difundido, en las semanas que pasaron, la campaña "Adopta un cristiano de Mosul" para ayudarlos a conseguir combustible, zapatos, vestimenta para el invierno, y el sostén necesario para que los niños asistan a la escuela.
En esta primera etapa, el grupo ya se ha reunido un par de veces, para sentar las bases del trabajo a futuro, que proseguirá a lo largo de todo el verano. “A través de esta experiencia –resalta el padre Samir- este grupo puede volverse sal y luz de esta tierra, involucrando a toda la población. Dialogando, ante todo, en el ámbito de sus hogares, explicando los temas y los contenidos tratados durante los encuentros. Es un modo de hacer que las familias puedan conocer a las otras religiones, creando una base común para el diálogo. A menudo ocurre que las cosas grandes nacen a partir de cosas pequeñas”.
Son muchas las ideas, los proyectos que el párroco tiene intenciones de promover en ocasión de los encuentros: desde el testimonio de niños “especiales”, que han vivido en manos del Estado islámico (EI), o de aquellos que han perdido al padre o a la madre por mano de los yihadistas. Y además, organizar campamentos de verano que también sean abiertos a los jóvenes de todos los credos, donde desarrollar todavía más estos elementos de confrontación y diálogo. “Además continúa el padre Samir- quisiéramos proyectar películas durante los encuentros, que se centren en Dios como tema, en las religiones, en la espiritualidad. El primero de éstos podría ser “Una semana como Dios” de Jim Carrey, en el cual el protagonista piensa en sustituir a Dios resolviendo todo, pero luego descubre los límites propios. Y que se requiere paciencia para obtener resultados duraderos”.
Con los frutos del trabajo de este primer grupo de jóvenes, que luego querría ampliarse, la idea es “dar vida a un sitio web que narre los encuentros, los viajes, los testimonios”. Una página que, a diferencia de las redes sociales que demasiado a menudo son vehículo de odio y divisiones, sea “un lugar virtual de encuentro y confrontación, un testimonio de la vida en común”. “Se necesita partir de las nuevas generaciones de este país –prosigue el sacerdote-, que está atravesado por cuatro grandes ríos: el Tigris, el Éufrates, el río de petróleo y el de las grandes religiones. Un río de potencia y de vida, que pueda traer la paz al mundo partiendo de una tierra que, desde la Antigüedad, siempre ha sido un faro de la civilización”. Para llevar este proyecto a su cumplimiento, “que parte de mi parroquia”, concluye el padre Samir, es necesario “centrar la mirada en el testimonio y en las enseñanzas del Papa Francisco, empezando precisamente por el último viaje apostólico a Egipto. Una visita que ha sido seguida con atención y que ha brindado un gran testimonio en el camino del diálogo y del encuentro. Para mí, Francisco es un gran docente, y cada vez es más apreciado y seguido por las familias musulmanas y yazidíes. Suele pasar que, cuando vienen a verme, ellos, que no son cristianos, me piden que les hable de los últimos discursos, de los últimos testimonios brindados por el pontífice”. (DS)
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