Irak, jornada sangrienta tras el incendio del consulado iraní: al menos 45 víctimas

Cerca de 29 muertos en Nassiriya, cuatro víctimas en Bagdad y 12 en Najaf, la ciudad santa chií. En Nassiriya, miles de personas desafiaron el toque de queda para rendir un homenaje a los muertos. Fuerzas paramilitares se disponen a perpetrar atentados contra la cúpula religiosa chiíta. Los manifestantes tienen intención de continuar la lucha.

Bagdad (AsiaNews/Agencias) - Es de al menos 45 muertos el saldo actualizado de la violenta represión desatada ayer en todo el país por la policía y las fuerzas de seguridad, en respuesta al asalto al consulado iraní en Najaf, que fue incendiado por manifestantes. En los enfrentamientos en Najaf hubo 12 víctimas; estas se suman a los 29 muertos - y decenas de heridos - en la ciudad portuaria meridional de Nassiriya, donde las tropas abrieron fuego sobre los manifestantes que habían cortado dos puentes estratégicos. Cuatro decesos se registraron en Bagdad.

En Irak, no se detiene la escalada de violencia vinculada a las manifestaciones contra el gobierno, que sacuden el país y son reprimidas enérgicamente por la policía y las brigadas de seguridad.

En Nassiriya, miles de personas desafiaron el toque de queda y salieron a la plaza para rendir un homenaje a las víctimas de la violencia de las últimas horas. Según analistas y expertos, el punto de inflexión de la crisis podría ser el asalto a la representación diplomática de Teherán, una potencia que sostiene al actual gobierno, al cual la población acusa de corrupción e incapacidad, con las imágenes del consultado en llamas y reducido a ruinas.

Anoche, Teherán cerró el paso fronterizo de Mehran. En tanto, el comandante de las Fuerzas de movilización popular (PMF), un grupo paramilitar iraquí cercano a Irán, afirma que la violencia en Najaf constituye un intento de atacar al clero chiíta que reside en la ciudad. Las milicias se disponen al uso de la fuerza contra cualquiera que pretenda amenazar a la autoridad máxima a nivel local, el gran ayatolá Ali al-Sistani, y a los demás religiosos de primera línea. “Cortaremos las manos - ataca Abu Mahdi al-Muhandis - a cualquiera que trate de acercarse a al-Sistani”.

En las últimas horas también intervino el líder populista Moqtada al-Sadr, pidiendo la renuncia en bloque del Ejecutivo. Tampoco se ahorra críticas en lo que respecta a los protagonistas del incendio del consulado iraní, que con su gesto arriesgan provocar una durísima represión por parte de las autoridades. Sin embargo, entre los manifestantes de Najaf no hay señales de dar marcha atrás: para Ali, uno de los que participaron en la protesta, el incendio es un “gesto valiente y una reacción del pueblo iraquí. No queremos a los iraníes”. “Habrá venganzas de Irán -agrega - ; de eso estoy seguro. Están aquí y las fuerzas de seguridad están listas para dispararnos”.