Irán, el flagelo del trabajo infantil entre crisis económica y sanciones internacionales (VIDEO)
En las calles de Teherán y de las ciudades más importantes hay grupos de niños que piden limosna, limpian ventanas o recogen basura. Los más pequeños tienen tres años y generalmente los obligan las mismas familias para cubrir sus necesidades. Se calcula que hay entre cuatro y siete millones de menores que trabajan. El gobierno y el Parlamento no han tomado ninguna medida.
Teherán (AsiaNews) - Caminando por las calles de Teherán no es raro ver niños y adolescentes de entre 3 y 15 años en las esquinas que, solos o en grupos, se dedican a las actividades más variadas para poder sobrevivir: piden limosna, limpian ventanas y vidrios de los automóviles, venden flores (sobre todo narcisos) o adivinan la suerte. En la mayoría de sus rostros se pueden ver al mismo tiempo los signos de la inocencia y el cansancio provocado por realizar trabajos, tanto si el tiempo es frío como caluroso, que otros niños de su edad ni siquiera sueñan.
Al verlos resulta natural preguntarse de dónde vienen, quiénes son y a qué familias pertenecen, pero sobre todo por qué se ven obligados a trabajar de esa manera y en condiciones tan duras. El fenómeno ha crecido dramáticamente desde que comenzó la pandemia de covid-19 y todavía hoy, más de un año y medio después, sigue propagándose día tras día.
Una de las razones que empujan a los menores a trabajar desde temprana edad es la miseria en la que viven sus familias, sumada a los problemas de adicción de sus padres. En algunos casos uno o ambos padres consumen drogas y por tanto no trabajan o su actividad no es suficiente para garantizarles la supervivencia. Por eso muchos optan por tener hijos y enviarlos a mendigar, para que consigan un poco de dinero para satisfacer las necesidades de la familia. Se considera al niño como una fuente de ingresos y desde que nace se lo introduce en el trabajo infantil.
Mohammad, que todavía no ha cumplido 15 años, es uno de los muchos que conocimos mientras recogía basura en la calle. "Hago esto desde hace cinco años", le cuenta a AsiaNews, mientras señala a otros dos niños y agrega: "ahora, para poder recoger más basura y desperdicios, tuve que 'contratar' a otros dos para conseguir lo que quiero''. Por lo general cuando tienen menos de 10 años llevan a su familia todo el dinero que ganan, pero a medida que crecen aprenden a reservarse un poco para satisfacer sus propias necesidades.
Sin embargo, el trabajo infantil no se limita a las calles de la capital y en los alrededores de Teherán hay otro tipo de actividades donde los explotan, como las fábricas de ladrillos, los talleres de automóviles y las granjas. Según los datos de hace dos años proporcionados por las ONG iraníes del sector, hay al menos 5 mil niños que trabajan en las calles de la capital, 930 en Karaj, 1.063 en Tabriz y 950 en Kerman, pero la cifra real podría ser mucho mayor. Algunas estimaciones hablan de cuatro a siete millones de niños trabajadores en Irán. Como confirma el ex parlamentario Ahmad Bigdeli, la explotación infantil es uno de los problemas más importantes desde el punto de vista social.
Rahman trabaja con su hijo en una fábrica de ladrillos cerca de Karaj. Dice que se vio obligado a llevar consigo también a su hija de 10 años debido a que recibe un salario muy bajo en relación con una carga de tiempo muy grande. La niña lo acompaña tres días por semana para contribuir a las necesidades de la familia. Las dificultades se ven agravadas por la elevada tasa de inflación, la pobreza, el desempleo y los bajos ingresos familiares - todo lo cual también está relacionado con las sanciones internacionales impuestas a la República Islámica por su programa atómico - lo que empuja a muchos padres a explotar a sus hijos para hacer frente a los gastos. El trabajo infantil es una emergencia cada vez más apremiante y en este momento el gobierno y el Parlamento parecen incapaces de ofrecer respuestas.
17/12/2016 13:14
06/10/2023 18:41