Inversiones, deuda y refugiados: los desafíos del nuevo gobierno libanés
Fuegos artificiales en los cielos de Beirut han saludado ayer el nacimiento del ejecutivo, por tercera vez guiado por Hariri. Son 30 los ministros, cuatro de los cuales son mujeres. Cauto optimismo de la prensa local y regional. Los problemas “internos” fruto de los conflictos regionales e internacionales. Se necesitan reformas para desbloquear los millones prometidos.
Beirut (AsiaNews) - Fuegos artificiales en los cielos de Beirut y el rendimiento de algunos bonos libaneses a los máximos niveles desde agosto pasado han saludado, ayer por la tarde, el nacimiento del nuevo gobierno después de meses de punto muerto político y tensiones entre los grupos en el Parlamento. El país de los cedros celebra la formación de un ejecutivo de unidad nacional, como auspiciado varias veces en el pasado por el patriarca maronita el Card. Beshara Raï. Analistas y expertos hablan de “compromiso” que permitió “a todos (los partidos y facciones) de salvar la cara”.
El Premier Saad al-Hariri - en su tercer mandato - habla de “movidas valientes” necesarias para enfrentar los “problemas que duran desde hace años”, in primis la pesada deuda. El Premier, utilizando (evento raro en los discursos oficiales) el libanés dialectal en lugar de árabe literario, se disculpó con los ciudadanos “por el grave atraso” para el nacimiento de nuevo ejecutivo: este gesto es, muy raro en un país en el cual los políticos no rinden cuenta del propio comportamiento o de sus propios errores.
El nuevo gobierno está compuesto por 30 ministros, cuatro de los cuales son mujeres, incluida la titular del ministerio (una prima absoluta) del Interior. Desde mayo pasado el Líbano esperaba el nacimiento de un ejecutivo fuerte y unido, para superar las muchas amenazas y desafíos: desde las dificultades económicas (con una deuda par al 150% del PIB) a la crisis de la inmigración; de la creciente pobreza provocada por el problema ocupacional que afecta con mayor incidencia a los jóvenes. Una situación, denuncia la Iglesia libanesa, de gravísima dificultad, aumentada por la guerra en la vecina Siria, que provocó un emergencia humanitaria sin precedentes.
Gebran Bassil, aliado político del movimiento chií filo-iraní Hezbollah y yerno del presidente Michel Aoun, mantiene el ministerio de Exteriores. El ministerio de Defensa, que goza de un vasto presupuesto fruto de financiamientos estadounidenses, le fue confiado a otro muy fiel del jefe de Estado: Elías Bou Saab. De las Finanzas a Rayya Hassan (una de las cuatro mujeres en el gobierno) pasa al ministerio del Interior. Otra mujer guiará también el ministerio de Energía, mientras que Finanzas queda el confirmado Ali Hassan Khalil.
La prensa local y regional recibió con favor- si bien con diferentes matices según cada bloque de referencia, suní, chií o cristiano- el nacimiento de un gobierno fruto de “delicados compromisos”, que deberá enfrentar “una gravísima crisis económica”. Analistas y observadores recuerdan que los problemas “internos” que han obstaculizado por mucho tiempo el nacimiento son, en realidad, el reflejo de los conflictos regionales e internacionales que terminan por repercutir sobre el Líbano.
Si bien gozando de amplio crédito y apoyo en Occidente, el ejecutivo queda bajo observación en los ambientes del gobierno de Washington por la presencia de elementos de Hezbollah. Los EEUU no esconden la propia “preocupación” por posibles influencias de una “organización terrorista” que responde a las órdenes de Teherán. Habiendo perdido más de un tercio de los parlamentarios en las últimas elecciones, Hariri tuvo que recurrir a ayudas externas y a soluciones de compromiso en una nación formada por 18 comunidades religiosas y por una coparticipación de los poderes tanto eficaz como frágil.
A Hariri la tarea de iniciar reformas necesarias para desbloquear los 11 mil millones de dólares en préstamos y ayudas prometidos por la comunidad internacional y encontrar una solución para los prófugos sirios en el territorio, casi 1,5 millones sobre un total de 4 millones de habitantes. En la mira de las precarias finanzas del Estado, infraestructuras frágiles y proyectos de desarrollo todavía detenidos en el papel. “Se necesita un programa claro y valiente de reformas”, declaró el Premier, junto a normas finalizadas “al desarrollo que no pueden ser aplazadas. Debemos dar vuelta la página e iniciar a trabajar”.
17/12/2016 13:14
13/12/2022 11:30