Inundaciones en Bangladés: 52 víctimas. Cristianos en primera línea en las tareas de rescate
Las inundaciones han afectado a más de 5,4 millones de personas y a más de un millón de familias. Muchas casas quedaron destruidas, como la de Sumi Rani, de Feni: "Todo lo que teníamos ha desaparecido". A pesar del retroceso de las aguas en algunas zonas, la crisis continúa en el sur del país. Organizaciones cristianas como Cáritas Bangladés y el gobierno han puesto en marcha operaciones de rescate. Piden medidas urgentes contra el cambio climático.
Dacca (AsiaNews) - Bangladés está haciendo frente a las consecuencias de las devastadoras inundaciones que se han producido en una región habitada por más de 5,4 millones de personas. En conferencia de prensa, el subsecretario del Ministerio de Gestión y Atención de Desastres, KM Ali Reza, informó ayer que 1.072.579 familias todavía se encontraban en zonas cubiertas por el agua. Hasta el momento se han organizado 3.403 refugios para recibir a más de 500.000 personas. Aumentó a 52 el número de muertos como consecuencia del fenómeno, 39 hombres, 6 mujeres y 7 niños. Entre los distritos más afectados se encuentran Feni, Comilla, Chittagong, Noakhali, Cox's Bazar, Khagrachari, Brahmanbaria, Laxmipur, Moulvibazar, Habiganj y Sylhet. Sólo en Feni se registraron 17 víctimas, en Comilla se notificaron 14 y en Noakhali 8.
AsiaNews habló con Sumi Rani, una mujer hindú de setenta años originaria de Feni cuya historia es uno de los tantos hechos dramáticos de estos tiempos. Cuando regresó a su casa, Rani lloró al ver lo que había ocurrido. Las aguas dañaron gravemente la construcción, dejándola en ruinas. Aunque ya queda poca agua, los alimentos escasean. “En casa no hay arroz, ni lugar para cocinarlo. Nuestros animales domésticos murieron. Todo lo que teníamos ha desaparecido”, cuenta. Rani vivía con cuatro miembros de su familia en una casa de adobe con techo de paja. Cuando se inundó Feni, su aldea fue una de las primeras en quedar destruidas. Ella y su familia pudieron encontrar lugar en un refugio cercano, con la ayuda de la gente de la zona. Ella regresó cuando las aguas bajaron, pero su casa ha quedado inhabitable. El piso es blando, se hunde bajo los pies; sólo se encuentran en pie el techo y las paredes.
Si bien la situación de las inundaciones ha mejorado en algunos distritos en las zonas altas, otros siguen muy afectados. En los distritos del sur, como Noakhali, Laxmipur y Chandpur, las condiciones todavía son terribles. Las fuertes lluvias y las mareas altas han elevado el nivel del agua en distritos costeros como Bagerhat, agravando la crisis. A medida que las aguas retroceden, se pone en evidencia la magnitud del desastre. Las carreteras están intransitables y muchas construcciones de adobe han quedado arrasadas. Aquellos que buscaron refugio en los albergues no pueden volver a su casa y probablemente pasará mucho tiempo hasta que regrese la normalidad a las zonas afectadas.
Las organizaciones cristianas se encuentran en primera línea en las tareas de socorro y brindan ayuda vital a las víctimas. Sin embargo, la magnitud del desastre requiere el apoyo continuo y la solidaridad de la comunidad global. El Ministerio de Gestión de Catástrofes y Ayuda ha destinado 400 millones de takas (más de 3 millones de euros), 20.650 toneladas de arroz y 15.000 paquetes de alimentos. Cáritas Bangladés está colaborando activamente con las víctimas. Las autoridades informaron que hasta el 28 de agosto habían podido llegar a más de 20.000 personas afectadas y se proponen ayudar a más de 80.000. El Notre Dame College de Dacca y el Movimiento de Estudiantes Católicos de Bangladés (BCSM) también han puesto en marcha varias iniciativas para ayudar a los damnificados por las inundaciones.
Según los expertos, aunque las inundaciones han comenzado a retroceder, persiste una grave escasez de alimentos y agua potable. Como resultado, ha habido un aumento significativo de enfermedades diarreicas y otros problemas gastrointestinales. También se han reportado infecciones respiratorias como fiebre, resfriado, neumonía y un aumento de enfermedades de la piel. Sin una intervención adecuada, estos problemas de salud podrían empeorar. Muchos expertos consideran que en las zonas afectadas hace falta un mayor número de equipos médicos y voluntarios, así como la creación de hospitales de campaña adecuados.
El desastre subraya la necesidad de intensificar los esfuerzos para hacer frente al impacto del cambio climático. La prioridad deberían ser las soluciones permanentes para el problema de las inundaciones recurrentes. Esto incluye las obras necesarias para que los ríos sean más navegables y permitir que la escorrentía y las aguas pluviales fluyan más libremente. De lo contrario, Bangladés podría enfrentar inundaciones similares todos los años. Ainun Nishat, experto en cambio climático y ríos, señaló la falta de preparación de Bangladés para hacer frente a las inundaciones. "Deberíamos haber actuado cuando comenzaron las lluvias fuertes, alrededor del 16 de agosto, sobre todo en la región oriental", afirmó. "El pronóstico del Departamento Meteorológico de la India anunciaba fuertes lluvias, pero nadie tomó medidas hasta que fue demasiado tarde".
02/06/2021 10:35
26/10/2021 15:14