Intensos enfrentamientos en el altiplano central de Vietnam, los Montagnards niegan su participación
Según algunas fuentes, el ejército vietnamita desplegó helicópteros y tanques tras las tensiones con los grupos étnicos de la región, que comenzaron hace cuatro días. El 11 de junio, decenas de personas atacaron dos comisarías de policía y mataron a nueve personas. Mientras tanto, el primer ministro camboyano Hun Sen envió agentes a la frontera para evitar nuevos disturbios.
Hanói (AsiaNews) - Se están intensificando los enfrentamientos en la región del altiplano central de Vietnam, después de que hace cuatro días estallaran disturbios en la provincia de Dak Lak, donde vive la minoría étnica de los Degar o Montagnard, compuesta en su mayoría por cristianos. Según fuentes oficiales consultadas por Ucanews, al parecer se desplegaron tanques y helicópteros para reprimir por la fuerza la revuelta. "Se registraron tiroteos y nuevas emboscadas en comisarías y contra soldados vietnamitas, mientras que toda la meseta central está bloqueada", declaró la fuente.
Las tensiones comenzaron el 11 de junio, cuando decenas de personas no identificadas vestidas con chalecos de camuflaje atacaron dos comisarías de policía en los municipios de Ea Tieu y Ea Ktur, y mataron a cuatro agentes, dos funcionarios municipales y tres civiles. El Ministerio de Seguridad Pública vietnamita se refirió a un "grupo que causa inseguridad y disturbios" y anunció que hasta ahora había detenido al menos a 45 personas.
La región del altiplano central está habitada en su mayoría por los Degar, una población de decenas de grupos aborígenes, en su mayoría católicos, que lucharon junto a las fuerzas estadounidenses durante la guerra de Vietnam. A lo largo de los años han denunciado las políticas represivas del Partido Comunista de Vietnam, que restringió la libertad religiosa y fomentó la expropiación de sus tierras. Las fuerzas de seguridad "nos detuvieron, nos golpearon, nos torturaron. Destruyeron nuestras casas. Destruyeron nuestras iglesias", además de confiscar tierras de cultivo y destruir cosechas, denunciaron los habitantes de la zona en una declaración el 11 de junio.
"Los esfuerzos deliberados de Vietnam por aislar y separar estas zonas montañosas y a sus habitantes de todo contacto con la comunidad internacional son una de las causas de incidentes como éste", había comentado el 12 de junio Phil Robertson, director adjunto de Human Rights Watch Asia. "Tras el velo de secretismo con el que Vietnam envuelve a la región montañosa, el Gobierno viola flagrantemente los derechos, niega la libertad religiosa, se apropia de las tierras de los pueblos indígenas y fuerza su asimilación. Aunque Human Rights Watch nunca aprueba la violencia, es fácil entender por qué los lugareños están enojados con el gobierno vietnamita y las políticas represivas que aplica", continuó Robertson.
Sin embargo, las organizaciones religiosas y civiles que representan a las minorías étnicas declararon desde el principio que no estaban implicadas en los ataques armados. El grupo Montagnards Stand for Justice, cuyos fundadores son refugiados políticos en Tailandia y Estados Unidos, subrayó que no tenía ninguna relación con la violencia y expresó su preocupación por el levantamiento armado, que amenaza con anular los esfuerzos que se hicieron hasta el momento en favor de la libertad religiosa en Vietnam.
Según algunas denuncias, los atacantes pertenecerían a grupos mercenarios. El pastor Nguyen Cong Chinh, cofundador de la Iglesia Evangélica de Cristo de Vietnam, que ahora reside en Estados Unidos pero sigue en contacto con la población local, declaró a Radio Free Asia que muchos degar están confusos sobre los recientes acontecimientos y dudan de que puedan formar por sí solos milicias organizadas en tropas de combate de 30-40 personas.
Hace unos días, la televisión estatal vietnamita también emitió una entrevista a uno de los presuntos combatientes, según la cual le ordenaron "disparar a todo el que viera" tras prometerle que "se haría rico". Al mismo tiempo, los organismos gubernamentales pidieron a la población "no publicar ni compartir información relacionada que no haya sido verificada", y hasta ahora las autoridades locales han multado a cinco personas por difundir "información falsa" en las redes sociales.
Mientras tanto, el primer ministro camboyano, Hun Sen, envió fuerzas policiales a la frontera: "Se está generando un caos en Vietnam, pero tenemos que tener cuidado con la gente que entra en nuestro país", declaró a los medios estatales el premier-dictador, en el poder desde hace casi 40 años. "Tenemos que mantenernos en contacto con la parte vietnamita para proteger la seguridad y tenemos que hacer todo lo posible para no provocar un conflicto con Vietnam". En varias ocasiones, los Montagnards han buscado refugio en Camboya en los momentos de mayor dificultad.
23/02/2024 17:28
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