Intelectual musulmana: Las mujeres, pilares contra el extremismo en el mundo islámico
El Cairo (AsiaNews)- En los países del Golfo y en particular en Arabia Saudita “la situación de la mujer comienza realmente a cambiar”; de hecho las recientes elecciones municipales en el reino- con la posibilidad dada a las mujeres de votar y ser elegidas- son un testimonio. Sin embargo, para “un verdadero desarrollo” en la condición femenina en todo el mundo islámico es necesario pasar a través de “la instrucción, la escuela, el estudio”. Es cuánto afirma a AsiaNews, Nehal El Naggar, musulmana egipcia, profesora asociada de Estudios islámicos en la American University del Cairo, una personalidad de primer plano en el mundo académico egipcio.
La docente e intelectual, explica el valor del voto en Arabia Saudita del 12 de diciembre pasado, el primero en la historia del país abierto a las mujeres; y además, el problema del fundamentalismo y la importancia del estudio de la religión en casa, en familia, a través del saber y los conocimientos que son justamente las mujeres las que lo transmiten en el seno de la sociedad musulmana.
“Las elecciones municipales-explica la profesora Nehal El Naggar- han representado una gran paso en adelante, un verdadero cambio para Arabia Saudita porque no es parte de las sociedades beduinas conceder un rol y una posición pública a las mujeres”. La estudiosa recuerda la “profunda diferencia” entre cultura islámica y realidad beduina, porque “el islam ya da un rol y una posición a la mujer. El cambio se refiere en particular a la cultura beduina, porque hasta ahora (el universo rosa) no ha podido jugar un rol activo en la vida pública”.
Las mujeres son “parte de este pasaje” y “están adquiriendo un rol como decisión maker”. ¿Pueden imaginarse, afirma, el cambio de la sociedad “si las mujeres conquistan también un poder decisional? “Un pasaje de época para la sociedad saudita”.
Por el resto de hace tiempo en Arabia Saudita se registran, al menos en ciertos sectores de la sociedad y grupos de mujeres, de los tentativos de modernización y hubo también algunas (parciales) concesiones. Entre éstas también la posibilidad de manejar automóviles, en la única nación en el mundo en el cual a las mujeres no les está permitido tener el registro para conducir. “Pero la elección de mujeres en entes gubernamentales-agrega- es aún más importante de la facultad de conducir”.
Interpelada sobre un posible cambio del rol y de la visión de la mujer en el mundo musulmán, la docente quiere enseguida aclarar las profundas diferencias entre las varias realidades: porque la situación en Egipto, en Irán, en Jordania, en Líbano “es muy diversa” de Arabia Saudita y de otras naciones del Golfo. “No se pueden poner en el mismo plano-advierte- basta mirar a la realidad egipcia, en la cual el universo femenino lucha de hace decenios por sus propios derechos”.
El elemento que determina más que otro cambio, continúa Nehal El Naggar, “es la instrucción, la educación, porque sólo a través del estudio” se pueden realmente concretizar desarrollos positivos al interior de las sociedades musulmanas. Y es siempre más frecuente observar a jóvenes, muchachas y muchachos, que rechazan “ciertos estilos de vida” demasiado ligados a la tradición, a una visión fundamentalista “y se rebelan, buscan el cambio”.
“Justamente las mujeres- continúa la estudiosa- son un factor muy potente de lucha contra el extremismo, porque son justamente las mujeres las que transmiten la cultura, las que promueven el cambio, enseñando ellas mismas a los hijos las bases de la fe, los principios de la religión musulmana”. Yo misma, agrega, “he recibido la educación de la fe islámica de mi madre y es un islam moderno. También esto está dentro de la lucha contra la cultura extremista…porque el fundamentalismo no es religión, los extremistas no son hombres de fe”.
Al final Nehal El Naggar quiere aclarar un elemento del cual se discute mucho en estas semanas, en particular después de los atentados de París: “Lo que sucede- advierte- está ligado al hecho que los inmigrantes (de segunda o tercera generación) viven a menudo al interior de guetos. Y los padres mandan a los hijos a los países de origen a estudiar. En cambio es fundamental que ellos frecuenten las escuelas de adopción, aprendiendo a respetar las reglas y las costumbres. Y la sociedad de acogida, los gobiernos deben trabajar en dirección de la integración”. (DS).
17/12/2016 13:14