India, Modi jura para su segundo mandato. Continúa la persecución hacia las minorías

Además del primer ministro, ayer juraron 57 ministros en la sede del palacio presidencial. Entre ellos figuran importantes caras nuevas, como el presidente del Bharatiya Janata Party, Amit Shah. En abril del 2019 se registraron 35 ataques contra los cristianos. El último fue ayer, cuando un pastor fue llevado bajo custodia policial.

Nueva Delhi (AsiaNews) – Más de 8.000 invitados, incluyendo jefes de Estado del extranjero y famosas estrellas de Bollywood; cerca de 10.000 policías desplegados en la capital, 2.000 de ellos, asignados a escoltar el largo trayecto del cortejo del premier; el tráfico, cortado; zonas enteras de la capital cerradas desde las 16 hasta las 19 horas. Así se desarrolló en el día de ayer el juramento para el segundo mandato del primer ministro Narendra Modi, 58 años, reelecto con voto plebiscitario para el gobierno de la India.

La ceremonia se llevó a cabo en Rashtrapati Bhavan, el palacio presidencial ubicado en Nueva Delhi, con la presencia del presidente Ram Nath Kovind. Antes de iniciarse, Modi hizo una visita al memorial de guerra ubicado cerca del Parlamento, “La India -dijo- está orgullosa de todos estos hombres y mujeres valientes, que se convirtieron en mártires mientras prestaban servicio”. Luego, agregó: “Nuestro gobierno no cesará en sus esfuerzos para salvaguardar la unidad y la integridad de la India. La seguridad nacional es nuestra prioridad”.

Además del líder del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), juraron otros 57 ministros, aunque se desconoce el cargo que habrán de ocupar, lo cual será establecido en los próximos días. Entre los personajes políticos se cuentan algunos rostros conocidos del partido y otras novedades. Una de las más importantes es la presencia de Amit Shah, de 54 años, presidente del BJP: él es el hombre fuerte del partido y aquél que, tras las bambalinas, organizó la campaña electoral y convirtió en realidad la re-confirmación de Modi en el cargo. Otro nuevo rostro del movimiento nacionalista es el de Smriti Irani, cuyo mérito es haber arrancado la circunscripción de Amethi de las manos de Rahul Gandhi, líder del principal partido de la oposición, el Congress Party, en un bastión que la familia ostentaba desde hacía 15 años.

Algunos de los nombres confirmados son Rajnath Singh, 67 años, ex ministro del Interior; Nirmala Sitharaman, 59, ex ministra de Defensa y Nitin Gadkari, 62, ministro de Transporte en el primer mandato de Modi. Algunas deserciones significativas: la de la ex ministra de Relaciones Exteriores, Sushma Swaraj y la del ex ministro de Finanzas, Arun Jaitley (el estratega de la maniobra fiscal conocida como “desmonetización”); ambos no han sido renovados en sus cargos, por motivos de salud.

Los principales desafíos que aguardan al nuevo gobierno son la crisis económica y de empleo, la pobreza del campo y el respeto de las minorías religiosas. A propósito de estas últimas, en su discurso de juramento, Modi prometió que trabajaría para todos los sectores de la sociedad. “Un mandato tan importante incrementa también la responsabilidad”, afirmó.

Sin embargo, ayer se difundieron las cifras actualizadas de episodios de violencia contra la minoría cristiana. Según el reporte de Violence Monitor, en el mes de abril del 2019, hubo 35 ataques contra los cristianos. En diálogo con AsiaNews AC Michael, activista de Nueva Delhi y director del área de desarrollo de ADF India (Alliance Defending Freedom), declara: “La situación es dramática. Si en el 2018 tuvimos un promedio mensual de 20 casos de violencia contra los cristianos, este año, considerando solamente el primer cuatrimestre del 2019, el promedio es de de 30”.

El líder cristiano cuenta que el último episodio “fue precisamente ayer. El Rev. Roopsen de la iglesia Assemblies of Believers Church [protestantes, ndr] de Raibareli, en Uttar Pradesh, fue llevado bajo custodia policial, e incriminado de acuerdo con el Art. 51 del Código Penal Indio [perturbación de la paz social]. Luego fue liberado, tras haber pagado de su propio bolsillo la caución. Él fue amenazado con consecuencias peores si continuaba predicando en el distrito”.