Iglesias en Medio Oriente: más allá de la "oscuridad" de la guerra, Cuaresma tiempo de misericordia

Para el Card. Sako el tiempo de ayuno y oración apunta a "un nuevo horizonte" e invita a dejar que "el Espíritu Santo nos cambie por dentro". El vicario de Arabia del Sur habla de un "camino" de esperanza, misericordia y perdón. El Patriarca maronita pide oraciones por las "divisiones, conflictos, odios" en el Líbano. Mar Younan llama al "proceso de arrepentimiento a través del Espíritu Santo".

Beirut (AsiaNews) - En un mundo cada vez más "envuelto en las tinieblas" de la guerra, la violencia sectaria y el egoísmo, el tiempo de ayuno y oración que precede a la Pascua señala a nuestras vidas "un nuevo horizonte" y nos invita a "dejar que el Espíritu Santo nos cambie desde dentro". Esta es la advertencia lanzada por el Card. Louis Raphael Sako, Patriarca de Bagdad de los Caldeos, en su carta pastoral para el tiempo de Cuaresma que comienza hoy y enviada a AsiaNews para su información. El cardenal subraya cómo hoy, desde Tierra Santa hasta Ucrania, la situación parece "excepcionalmente más complicada" y empeora "sobre todo en nuestra región". A causa del abandono de los valores humanos y religiosos, nuestro mundo - advierte - se encuentra en un estado de caos, desequilibrio, inestabilidad". Se trata de "divisiones internas por el poder y el dinero" acompañadas de "intervenciones externas por intereses políticos y económicos" que acaban alimentando "guerras devastadoras".

Ante una escalada que golpea los corazones y las mentes, crea confusión y alimenta la ansiedad y el miedo, que corre el riesgo de convertirse en un conflicto global, el tiempo de Cuaresma se convierte en una oportunidad para la oración y la reflexión: "Ayunar -recuerda el Card. Sako- no es sólo ayunar de la comida, sino también del pecado. Es un tiempo de conversión y arrepentimiento" y un "tiempo de aplicación práctica del mandamiento del amor y la misericordia".. "Debemos volver a nuestra autenticidad, dar un ejemplo maravilloso a nuestras parroquias, familias y sociedad convirtiéndonos y afrontando con decisión los comportamientos malvados", concluye, "antes de que se produzca el desastre" para "alcanzar la paz" en un "mundo envuelto en tinieblas".

Mons. Paolo Martinelli, Vicario Apostólico de Arabia Meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), subraya que la Cuaresma es "un camino de esperanza porque Dios quiere nuestra salvación y nos ofrece su abundante perdón y misericordia". En su mensaje a los fieles, el prelado recuerda la reflexión del Papa Francisco sobre el "desierto" a través del cual "Dios nos conduce a la libertad". "Os invito a meditarla", exhorta monseñor Martinelli, porque "la imagen del desierto nos es familiar. Estamos llamados a pasar de la esclavitud del pecado a la Libertad de ser hijos de Dios: a la conversión, a un cambio profundo de vida". Por último, el prelado invita a vivir este tiempo de preparación a la Pascua "dedicando más tiempo a la oración, al ayuno y a la limosna". El ayuno (no sólo de comida, sino de tantas cosas inútiles que nos hacen víctimas del consumismo) nos ayuda a liberarnos de vicios e ídolos. La limosna nos impulsa a la caridad y al amor a los demás. Encontramos ocasiones -concluye- para ayudar a alguien en dificultad. Dios ama a los que dan con alegría" y que "el camino cuaresmal les traiga frutos de alegría y de auténtica Libertad".

El Patriarca maronita Beshara Raï invita al ayuno y la reconciliación: en su mensaje para la Cuaresma, inspirado en las palabras del profeta Joel y titulado "Vuelve a Dios con todo tu corazón", invita a tender "una mano de ayuda física, espiritual y moral" mediante un "espíritu de arrepentimiento y austeridad". Para el cardenal, el deber más importante de la Iglesia, de sus pastores, hijos e hijas, es "dar ejemplo viviendo la reconciliación" entre ellos y con las personas que forman la comunidad "especialmente en los casos de abuso y maldad". "La reconciliación nace -explicó- de la misericordia que aprendemos de Dios", que es "rico en misericordia".

A continuación, el Patriarca Raï recordó la situación de la sociedad libanesa en general y la situación política en el País de los Cedros, que sufre "divisiones, conflictos, odio y malicia", cuyo precio paga "el pueblo libanés a todos los niveles: social, político, constitucional, financiero y de reforma". Por eso es "deber de todos nosotros, junto con todas las personas de buena voluntad, trabajar para poner fin a las diferencias, eliminar sus causas, reforzar el respeto mutuo y restablecer la confianza perdida entre los componentes de la nación". "Vivimos así el tiempo de la Gran Cuaresma, conocido como el tiempo de la reconciliación, empezando por la familia, pasando por la sociedad y terminando por los partidos y grupos políticos. Una vez lograda la reconciliación y la confianza, podremos cooperar -concluyó el cardenal- para reconstruir el Estado y sus instituciones, reactivar su economía, estimular su comercio y relanzar sus bancos y su actividad financiera".

Para el Patriarca sirio católico de Antioquía, Ignatius Joseph III Younan, el tiempo de ayuno se convierte en "un proceso de arrepentimiento a través del Espíritu Santo". El tiempo de Cuaresma, explica el primado en su mensaje, es "un camino de arrepentimiento, es decir, un retorno espiritual lleno de remordimientos a Dios, por medio del Espíritu Santo" durante el cual "escuchamos sus palabras vivificantes" para que "su luz brille en nuestras vidas". Titulado " Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá " en referencia al evangelista Lucas, el texto recuerda al Espíritu Santo que condujo a Jesús " al desierto para que pudiera ayunar 40 días tentado por el diablo " terminando " con la maravillosa victoria sobre el tentador ". "El Espíritu guía a la Iglesia en el tiempo, nos acompaña y guía nuestros pasos en el desierto de este mundo, especialmente en el tiempo de Cuaresma, para que experimentemos", concluye el Patriarca, "con Cristo nuestra carencia y debilidad, y nuestra necesidad de arrepentimiento y renovación".

(Foto de la Parroquia de la Sagrada Familia en Gaza)