Iglesia ortodoxa: el neo-paganismo entre los jóvenes, uno de los desafíos para el futuro

de Nina Achmatova

A pocos días del aniversario del bautismo de la Rus, representantes del Patriarcado de Moscú nuevamente alarman acerca de la difusión del paganismo entre atletas y fuerzas armadas. “Reconsiderar la elección del cristianismo sería autodestructivo”.

Moscú (AsiaNews) - A pocos días de cumplirse el aniversario del bautismo de la Rus, representantes de la Iglesia ortodoxa rusa advierten sobre la popularidad que están teniendo los movimientos neo-paganos y definen la situación como un “desafío directo” para la Iglesia. En una reciente conferencia de prensa, el vicejefe del Patriarcado de Moscú para las relaciones con la sociedad y los medios, Vakhtang Kipshidze, quiso recordar que, luego de su bautismo, el pueblo de la Rus abandonó las prácticas paganas, pero “lamentablemente, hoy hay un movimiento que muestra interés en el pasado pagano, y algunas organizaciones están tratando de reencarnar esta semi-religión”. “El Bautismo –explicó- es para nosotros una elección histórica y, de hecho, irrevocable. Los intentos de reconsiderarla, incluso aduciendo argumentos apologéticos del paganismo, se basan en una invención de la representación pagana de la realidad”. En los dichos de Kipshidze, intentar reconsiderar la opción por la civilización que efectuara el “bautizador” de la Rus “es dar un paso hacia la autodestrucción”.

En Rusia, el 28 de julio los fieles ortodoxos celebran el aniversario de la asunción del cristianismo en la Rus, que también es conocida como el bautismo de la Rus, ratificada con el bautismo del gran príncipe Vladimir, el 15 de julio (según el calendario juliano, 28 de julio para el calendario gregoriano) del año 988.

El invierno pasado, el jefe del departamento del Patriarcado de Moscú para las relaciones de la Iglesia con la sociedad y los medios, Vladimir Legoyda, había denunciado el aumento de popularidad del neo-paganismo en Rusia. “Estamos presenciando un crecimiento de sentimientos neo-paganos entre los jóvenes, ante todo, en el círculo de los atletas, en el de las fuerzas armadas y en el de las fuerzas especiales, lo cual es doblemente desagradable”, dijo Legoyda, quien habló de un “desafío directo” para la Iglesia en el futuro próximo. “Me parece que este problema sólo podrá empeorar, y pido claramente no subestimarlo”, agregó luego, explicando que justamente esta aprehensión fue lo que cimentó la reciente institución de la Comisión patriarcal para la educación física y el deporte.