Idlib, explosión azota cuartel general rebelde: 23 víctimas y decenas de heridos
La mira se centra en la facción rebelde de Ajnad al-Qawqaz. Las víctimas civiles serían cuando menos siete, pero el saldo sigue siendo provisorio. Por el momento se desconocen las razones de la explosión. Hay varias personas desaparecidas. La provincia es uno de los últimos bastiones de las fuerzas opositoras al gobierno.
Damasco (AsiaNews/Agencias) – Es de 23 muertos y decenas de heridos el saldo, aún provisorio, de una potente explosión que embistió la localidad rebelde de Idlib, en el noroeste de Siria. Según refiere el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con base en Londres y una densa red de informadores en el territorio, la deflagración habría azotado el cuartel general de un grupo opositor al gobierno de segundo plano. Son cuando menos siete los civiles muertos.
Hasta el momento, no se conocen las razones que desataron la explosión que afectó el distrito de Thalatheen. Según algunos testimonios, se habría tratado de un auto-bomba. Otros, en cambio, se refieren a un ataque perpetrado con el uso de drones.
Fuentes del OSDH informan que las escuadras de socorristas están totalmente dedicadas a la tarea de recuperar los cuerpos y a la búsqueda de eventuales heridos bajo los escombros de los edificios dañados y de las casas afectadas. Hay varias personas desaparecidas.
La facción rebelde atacada, conocida con el nombre de Ajnad al-Qawqaz group, comprende a cientos de combatientes y mercenarios provenientes de naciones asiáticas. Sus hombres combaten junto a los milicianos del frente de Fateh al-Sham, un movimiento otrora afiliado a al Qaeda, en un intento por rechazar la ofensiva emprendida en la zona, desde el año pasado, por el ejército regular sirio.
La provincia de Idlib, que limita con Turquía, es uno de los últimos bastiones en mano de los opositores y rebeldes que luchan contra el presidente sirio Bashar al-Assad. Los militares que responden al gobierno cedieron el control del área en 2015, cuando la provincia entera terminó bajo el control de los opositores.
Sin embargo, en el último año, los soldados de Damasco –y sus aliados rusos- han recuperado gran parte del territorio; su objetivo es lograr controlar Idlib y su provincia vecina, Hama. Idlib, en particular, reviste una importancia estratégica por ser una vía de conexión fundamental con el resto del país, siendo que la misma se une con la capital, Damasco, y con Alepo, la segunda ciudad más importante de Siria.
La semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, subrayó que puede decirse que la ofensiva contra el Estado islámico (EI), objetivo primario de la intervención de Moscú, está concluida. El foco ahora se ha desplazado a los grupos milicianos afiliados a al-Qaeda. Sin embargo, los analistas y expertos resaltan que la operación oculta riesgos significativos. En la provincia de Idlib viven cuando menos dos millones de sirios, de los cuales decenas de miles son desplazados internos que tuvieron que abandonar –en el pasado- otras áreas afectadas por el conflicto. Una ofensiva del gobierno sirio realizada a gran escala podría causar una gravísima destrucción y desatar un fenómeno migratorio de enormes dimensiones.