Idlib, asesinados en un ataque aéreo el vocero de al-Nusra y otros veinte islamistas

Entre las víctimas, Abu Firas y el hijo. Muertos también diversos combatientes extranjeros. Incertidumbre sobre el autor del ataque, quizás la aviación siria o las fuerzas rusas. En el ataque centrados también objetivos del movimiento extremista Jund al-Aqsa. Los líderes alawitas toman distancia de Assad: Siria no está ligada a una familia sino a la democracia y a los derechos fundamentales.

Damasco (AsiaNews/Agencias)- El vocero del Frente de al-Nusra, grupo yihadista activo en Siria y ligado a al-Qaeda, está entre las víctimas de un ataque realizado ayer en la provincia de Idlib, en el norte del país. Con Abu Firas al-Suri (y el hijo) habrían muerto otros veinte combatientes. Lo refieren las fuentes del Observatorio sirio por los derechos humanos, una Ong con base en Londres, con una estrecha red de corresponsales activa en las zonas de la guerra.

Entre los milicianos de al-Nusra asesinados habría también combatientes extranjeros. Por el momento no se tienen confirmaciones sobre el autor del ataque, que podría haber sido obra de la aviación siria o de las fuerzas rusas.

Según cuanto refiere Rami Abdel Rahman, líder del Observatorio, Abu Firas fue asesinado mientras estaba trabajando en un vértice con otros yihadistas de primer plano en pueblo de Kafar Jales. Afectados también otros objetivos de al-Nusra y del movimiento islámico Jund al-Aqsa, también éste ligado al Frente.

La guerra en Siria, iniciada en marzo de 2011 como movimiento de protesta popular contra el presidente Assad se convirtió en un conflicto que se difundió con diversas derivaciones extremistas islámicas y que ya causó más de doscientas sesenta mil muertes. Además, ésta originó una de las más graves crisis humanitarias de la historia, obligando a millones de sirios a buscar reparo en el extranjero. En el último mes, una tregua concordada por el gobierno y los rebeldes- de la cual fueron excluidos los yihadistas del Estado islámico y del Frente de al-Nusra- llevó a la disminución de los muertos, particularmente entre los civiles.

En el lado político, en el fin de semana se registró una inusual movida de los líderes de la secta alawita, la misma del presidente Assad, que toma distancias del régimen e ilustra cuál tipo de régimen imagina para la nación. La comunidad y sus vértices religiosos auspician que “se encienda una luz” después de un largo período de silencio, en un “momento importante” de la vida del país. El objetivo es combatir el “sectarismo” y promover los ideales de “igualdad, libertad y ciudadanía” en una óptica de laicidad del Estado. En concreto, que la guía de Siria no está ligada a la familia Assad sino “a los principios democráticos y a los derechos fundamentales”.