Hong Kong, indignación y repudio internacional por el arresto de Jimmy Lai

Para los EEUU, China ha privado a la ciudadanía de las tradicionales libertades de que gozaba. Londres: La ley de seguridad es un pretexto para silenciar a la oposición democrática. Críticas de la UE y la ONU. Condena unánime de los dos partidos mayoritarios de Taiwán. Beijing aplaude los arrestos.

Hong Kong (AsiaNews) – Crece el repudio internacional por el arresto del magnate pro-democracia y propietario del periódico Apple Daily, Jimmy Lai. El empresario fue arrestado ayer junto a otras nueve personas, incluyendo a dos de sus hijos, en base a la nueva ley de seguridad impuesta por Beijing. Lai y los otros detenidos están acusados de haber “colaborado con fuerzas extranjeras” y de “conspirar con fines fraudulentos”.

Para el secretario de Estado de los EEUU, Mike Pompeo, el arresto de Jimmy Lai demuestra que China ha privado a Hong Kong de sus habituales libertades, socavando los derechos de sus ciudadanos. El vice presidente estadounidense Mike Pence se refirió al hecho, calificándolo como una afrenta para todos los que aman la libertad. El senador republicano Marco Rubio, conocido por sus críticas hacia Beijing, pidió una respuesta de todo el “mundo libre”, contra la represión china.

El 7 de agosto, la administración Trump dictó sanciones económicas que afectan a Carrie Lam, jefa del Ejecutivo de Hong Kong, y a otros 10 altos funcionarios de Hong Kong y Beijing. Los sujetos de las sanciones estarían implicados en la actuación de las políticas represivas de Beijing, que apuntan a suprimir las libertades y el proceso democrático en la ex colonia británica. Beijing respondió con una contra-medida: aplicó sanciones contra 11 ciudadanos de los EEUU, entre los cuales hay figuras del Congreso.

El gobierno británico condenó el arresto de Lai. Un vocero del primer ministro Boris Johnson declaró que la ley de seguridad es un pretexto para silenciar a la oposición. Londres le recuerda a las autoridades de Hong Kong que la Declaración sino-británica de 1984, la Basic Law y la misma normativa de seguridad garantizan la libertad de los medios. El Reino Unido ya anunció que suspenderá el tratado de extradición con Hong Kong y que agilizará la tramitación de la ciudadanía para los numerosos habitantes de su ex colonia.

La Unión Europea se alinea con Londres y Washington en sus críticas al arresto del empresario y subraya que el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales es un eje rector del principio “un país, dos sistemas”, sobre el cual se funda la amplia autonomía de Hong Kong. A diferencia de los Estados Unidos y Gran Bretaña, la UE hasta el momento no ha adoptado medidas punitivas contra China y el Ejecutivo de la ciudad semi-autónoma.

Las Naciones Unidas también expresaron su preocupación por el arresto de personalidades pro-democracia en la ciudad. La funcionaria del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, solicitó a las autoridades de Hong Kong que no recurran a normativas de seguridad para violar los derechos humanos.

Las fuerzas mayoritarias y opositoras aunaron fuerzas en Taiwán para denunciar la medida represiva de Beijing, vista como una violación de las libertades de Hong Kong. El gobierno de Taipéi habla de “arrestos arbitrarios”; los opositores del Kuomintang – partido nacionalista y filo-chino – afirman que la detención de los activistas democráticos debilita el apoyo popular al gobierno de Hong Kong, reafirmando su respaldo a la democracia y al estado de derecho en la ciudad.

Ante la oleada de críticas internacionales, Beijing responde aplaudiendo el arresto de Lai y de otras personalidades pro-democracia. La Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao declaró que todos aquellos que actúen en colusión con fuerzas extranjeras y que pongan en peligro la seguridad nacional “deben ser castigados de un modo severo”. Para los líderes del gobierno chino, el arresto de Lai demuestra que “la justicia puede llegar con demora, pero sigue su curso”.