Hong Kong, alerta de suicidio entre estudiantes: 37 muertes y más de 300 intentos en 2023
A las víctimas se suman 269 intentos (fallidos). En cinco casos, los jóvenes intentaron quitarse la vida dentro de centros educativos. El pico de casos en mayo y octubre. Los expertos ven difícil retomar el ritmo académico normal tras cuatro años de restricciones Covid-19. Se están estudiando nuevas medidas de ayuda y apoyo.
Hong Kong (AsiaNews) - Al menos 37 estudiantes de Hong Kong se han quitado la vida desde principios de año, lo que ha hecho saltar la alarma entre educadores y expertos ante un fenómeno en aumento. A ellos se suman unos 269 que han intentado suicidarse pero han conseguido salvarse. Así lo informó el Centro del Jockey Club de Hong Kong para la Investigación y Prevención del Suicidio, organismo vinculado a la Universidad de Hong Kong, que dio a conocer las últimas cifras correspondientes a 2023, con picos de casos en mayo y octubre. Además, en al menos cinco casos, los estudiantes han intentado suicidarse dentro de las instituciones a las que asisten.
Según el informe, entre los factores que llevan a los jóvenes a intentar quitarse la vida destacan las cuestiones escolares, los problemas familiares y los trastornos mentales como los más comunes. Entre los 306 estudiantes que intentaron suicidarse o murieron por suicidio, más del 55% había declarado tener problemas de salud mental, pero menos del 40% había recibido atención de profesionales. Harrison Sit, psicopedagogo del centro, señala que algunas de las razones de la angustia de los estudiantes "parecen triviales", como olvidarse de llevar los deberes al colegio. "Sin embargo, en algunos casos [los alumnos] son incapaces", prosigue el experto, "de hacer frente a sus errores" o no están dispuestos "a permitirse un error o a cometer errores en su vida".
La subsecretaria de Sanidad de Hong Kong, Libby Lee, habló ayer ante los legisladores y confirmó que la reciente situación ha generado una "seria alarma" entre las autoridades, que están estudiando mecanismos de respuesta de emergencia "a nivel escolar". Añadió que la Oficina de Educación (Edb) ha analizado varios casos para identificar los factores de riesgo detrás de la angustia de los estudiantes; la Oficina de Salud (Hb) y el Departamento de Bienestar Social (Swd) tienen la intención de asignar más recursos para ayudar a las escuelas en la tarea de identificar a los jóvenes en situación de riesgo o que necesitan ayuda y apoyo, colaborando con los profesores y los trabajadores sociales. Estos últimos, añadió, "gozan generalmente de la confianza de los alumnos" y "deberían ser el primer nivel de apoyo".
En su intervención en la misma mesa redonda, el ex secretario de Justicia Wong Yan-lung afirmó que algunos estudiantes quizá no hayan podido adaptarse al ritmo más rápido de la vida académica después de que cuatro años de restricciones de Covid-19 interrumpieran su escolarización normal. Algunos también sufrieron problemas familiares y las dificultades inherentes a una lenta recuperación económica tras la pandemia. "La sensación de impotencia y de estar perdidos y desesperados -continuó- es muy fuerte.
La reciente oleada de suicidios de estudiantes de la que se han hecho eco los medios de comunicación ha vuelto a poner de actualidad la cuestión de la salud mental en los segmentos más jóvenes de la población. La semana pasada, cinco ONG celebraron una conferencia de prensa conjunta para instar a una mayor concienciación social y apoyo a los jóvenes en apuros. A continuación, los grupos activistas pidieron que las escuelas ofrezcan más opciones de salud mental a los estudiantes, instándoles a crear un entorno en el que se sientan seguros y comprendidos en sus peticiones de ayuda. Los padres y amigos también deberían prestar más atención a las "señales de alarma", como los cambios de humor y el comportamiento inusual en las redes sociales.
