Ho Chi Minh City, el compromiso de los estudiantes por un ‘discipulado misionero’

de Thanh Thuy

Son decenas de miles los que participan en las actividades caritativas y sociales en las parroquias del país. Se trata, sobre todo, de estudiantes católicos que asisten a la universidad o trabajan en la ciudad. Las iniciativas de la parroquia de Saint Paul, en el distrito de Binh Tân, para los migrantes y los niños pobres. En la “Semana del migrante” de la diócesis de Saigón, los estudiantes difundieron el mensaje de la encíclica Laudato Sì. Los testimonios de algunos jóvenes.

Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Decenas de miles de estudiantes católicos vietnamitas han respondido al llamado lanzado por el Papa Francisco en la ceremonia de clausura de la Séptima Jornada de la Juventud Asiática, celebrada en agosto en Yogyakarta (Indonesia). El 6 de agosto pasado, el pontífice invitó a los jóvenes asiáticos a mirar a la Madre del Señor como “modelo de discipulado misionero” y “a hablarle a Ella como se habla a una madre, confiando siempre en Su amorosa intercesión

Desde entonces, decenas de miles de estudiantes católicos y jóvenes no católicos se han acercado al Catolicismo y al estudio del catecismo, han participado en las actividades caritativas y sociales en las parroquias del país. A través de estos programas pastorales, hay grupos de estudiantes que han puesto a prueba sus habilidades y capacidades de trabajo en empresas u oficinas.

La parroquia de Saint Paul, en el distrito de Binh Tân (Ho Chi Minh City), suele hospedar a casi 500 jóvenes que participan de las actividades sociales y pastorales o aprenden el catecismo. Se trata sobre todo de estudiantes católicos que asisten a la universidad o trabajan en la ciudad. En la parroquia hay decenas de miles de familias migrantes pobres, tanto católicas como no católicas. Sus hijos no tienen la posibilidad de ir a la escuela. De esta manera, en septiembre de 2017, la parroquia de Bình Tân inauguró el ciclo lectivo 2017-2018 para 320 niños de los grados de la escuela primaria o de cursos de alfabetización.

El padre Paul Phạm Trung Dong, vicario de la parroquia y a cargo del Comité pastoral para inmigrantes de la diócesis de Saigón, ha recordado a estos alumnos que deben “estudiar mucho, para que sus padres y maestros no se pongan tristes”. El sacerdote cuenta a AsiaNews: “los niños viven en familias pobres de migrantes o en núcleos familiares destruidos. No tienen la posibilidad ni el dinero para asistir a las escuelas estatales. Llegaron a Ho Chi Minh City provenientes de todo el país, para ganarse con qué vivir”.

En ocasión de la “Semana del migrante” de la diócesis de Saigón, los estudiantes han explicado los modelos de cultivo biológicos, como reutilizar las aguas residuales, y han promovido la tutela del ambiente, siguiendo el mensaje de la encíclica del Papa Francisco Laudato Sì. Lê Hữu Tài, un estudiante de la Facultad de Ingeniería del Cao Thắng College de Ho Chi Minh City, cuenta a AsiaNews: “Antes, cuando tenía tiempo libre, me la pasaba con los juegos online, o vagabundeando con mis amigos. Pero ahora estoy trabajando para un negocio con mi grupo de estudio. Estoy ocupado y siento que tengo un objetivo. Siempre recibo el apoyo de la comunidad del pueblo de Dios”.

“En los seis años que llevamos –afirma Nguyễn Anh Tuấn, miembro del grupo – con el principio de ‘conocimiento-fe-servicio’ nos hemos abocado juntos a varias obras caritativas, siguiendo el espíritu de Santa Teresita del Niño Jesús. Nuestros viajes de trabajo siempre han dejado muy bellos recuerdos y sentimientos profundos en nuestra vida de estudiantes”.

Hung, que estudia para recibirse de asistente social, afirma: “No nos concentramos sólo en la teoría; muchos estudiantes han formado parte de las asociaciones católicas de las parroquias. Estas actividades sociales y pastorales han enriquecido nuestra vida espiritual. Además, también hemos mejorado nuestra calificación para el trabajo, a fin de prepararnos para la etapa posterior a la graduación”.

Nguyễn Tiếu Hữu, alumno de la Universidad de Transportes que ha asistido al coro de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Bình Chiểu, en el distrito de Thủ Đức, cuenta a los demás estudiantes: “Cuando estamos lejos de casa, suele pasar que nos concentramos exclusivamente en el estudio. Después de las clases, trabajamos part-time como parte de la vida cotidiana. A veces nos olvidamos de las actividades pastorales, y poco a poco nos vamos alejando de la Iglesia. Así, nuestra fe se vuelve ‘fría’. Adhiriendo a los coros o a las asociaciones católicas, tenemos la oportunidad de repasar los himnos y de poner en común muchas cuestiones con otros miembros, compartiendo el catecismo, la Biblia y rezando juntos cotidianamente. Ahora, me siento más feliz, porque soy capaz de responder, con mis esfuerzos, a las obligaciones de un cristiano”.