Gonawila, los católicos celebran los 90 años del fallecimiento de la 'Hermana Helena'
Una misa en tono menor aunque con mucha participación, debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. Padre Priyantha: “Compartió los sufrimientos de Cristo sin quejarse”. Oración por la conversión del padre y del hermano. Un concurso entre los alumnos de la escuela para difundir el conocimiento de la futura santa.
Gonawila (AsiaNews) - Aunque con un número limitado en comparación con años anteriores, debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, los católicos de Gonawila celebraron los 151 años de las estigmas y los noventa años del fallecimiento de la “hermana Helena”. Llamada así cariñosamente por la población local, esta mujer es la primera laica consagrada que fue declarada Sierva de Dios en 2016. La diócesis de Chilaw, de donde era originaria, inició el proceso de beatificación y reunió las pruebas de los dos milagros necesarios para declararla santa.
La misa de sufragio se celebró la tarde del 8 de febrero en la iglesia parroquial, a la que siguió una ceremonia de oración en el cementerio cercano. En ambos casos, presidió el nuevo vicario general de la diócesis, padre Ashok Priyantha Perera, acompañado por los sacerdotes Saman Kithsiri, Arosh y Dilantha, todos originarios de la aldea de Gonawila. “No quisimos darle una gran relevancia a la celebración - explica el párroco de la iglesia de San José, el padre Iván Fernando - porque no podíamos garantizar un control adecuado si venía mucha gente”.
La “hermana Helena” nació el 18 de marzo de 1849 en Gonawila, en la provincia centro-occidental, y falleció el 8 de febrero de 1931 a la edad de 88 años. Durante casi toda su vida vivió con el dolor de los estigmas que recibió el 12 de octubre de 1870 a los 22 años. Fue ella misma quien pidió al Señor ser bendecida con las heridas, para compartir su dolor y para la redención y conversión de su padre y hermano, ambos budistas dedicados a actividades satánicas.
Refiriéndose a los estigmas que recibió desde muy joven, el vicario general padre Priyantha dijo que ella compartió "los sufrimientos de Cristo a lo largo de toda su vida" sin quejarse, cumpliendo esa llamada a la santidad que viene del bautismo. “La hermana Helena - agregó - nunca se quejó del dolor o las amenazas contra su propia vida. Lo aceptó como un regalo de Dios y la promesa de seguir a Jesús en todo”. Hasta su muerte nunca dejó de rezar, también por la conversión de su padre y su hermano, ambos budistas y dedicados a prácticas paganas como el sacrificios de animales.
Según la biografía escrita por el obispo Edmund Peiris, que vivió en los mismos años, ella tenía un profundo deseo de entregarse en todo y por todo a Cristo, y rezaba mucho por la conversión de los miembros de su familia. Nilantha Wijetunga, secretario de la Fundación Helena, cuenta a AsiaNews que en estos días se ha completado la obra de difusión y conocimiento de la vida de la Sierva de Dios entre los fieles de Sri Lanka, especialmente los niños, "En los últimos años - dice - hemos he visto que cada vez más gente quería conocer mejor la vida de sor Helena”.
A la misa celebrada el 8 de febrero asistió un grupo de 32 estudiantes, de los 700 en total, que ganaron un concurso basado precisamente en el conocimiento de la vida y obra de la “hermana Helena”. “Su experiencia terrena - dijo a AsiaNews K. Sherina Gayani, una estudiante de Gonawila - fue realmente interesante. Y también muy inspiradora, porque es la única que podemos llamar santa en Sri Lanka. San José Vaz no era nativo de Sri Lanka. Hoy tenemos esta compatriota nuestra, por eso me encanta contar su vida y hacerla conocer”. El día en que sea declarada santa, concluye, "será un momento de gran orgullo para todos nosotros".
