Georgia, tregua entre el gobierno y la oposición

de Vladimir Rozanskij

Tras meses de estancamiento todas las partes, pro-rusas y pro-occidentales, acuerdan un camino de reformas. La UE como árbitro. Se espera la liberación del líder opositor Niki Melia; elecciones en 2022 bajo ciertas condiciones.

Moscú (AsiaNews) - Representantes del partido prorruso en el poder y de la oposición, pro occidental, han firmado un documento titulado “El camino de Georgia hacia el progreso”. El acuerdo podría romper el estancamiento en el que se encuentra el país desde hace varios meses. La firma tuvo lugar en la residencia de la presidenta de Georgia Salome Zurabishvili - el palacio de los príncipes Orbeliani en Tbilisi - en presencia del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Los firmantes del documento son el presidente del parlamento Archil Talakvadze y el miembro del partido gobernante Sueño Georgiano, Shalba Papuashvili, junto con los líderes del mismo partido Lelo Mamuka Khazaradze y Badri Dzhaparidze, y del partido Ciudadanos, Aleko Elisashvili, del partido Girchi, Vakhtang Megrelishvili, del partido Girchi-Più Libertà, Zurab Dzhaparidze, del partido Strategija Agmashenebeli, Georgij Vashadze, del partido republicano, Khatuna Samnidze, y los diputados independientes Salome Samadashvili y David Bakradze.

También estuvieron presentes en la ceremonia Karl Hartzell, embajador de la UE en Georgia, y Kelly Degnan, embajadora de Estados Unidos. Michel había presentado el día anterior un nuevo plan para la solución de la crisis política de Georgia. Este dispone la liberación del presidente del Movimiento Nacional Unitario, Niki Melia, y del copropietario del canal de televisión Mtavari, Georgij Rurua, dos opositores encarcelados en los últimos meses, así como una reforma del sistema electoral, de la división de poderes. y de la administración de justicia.

Según el acuerdo, en 2022 se celebrarán elecciones parlamentarias anticipadas si el partido gobernante Sueño georgiano no obtiene al menos el 43% de los votos en las elecciones locales del próximo otoño. Los opositores se comprometen a cambio a suspender el boicot contra el trabajo del Parlamento. El ex presidente Mikhail Saakashvili, que actualmente vive en Ucrania, criticó duramente la "regla del 43%": "¿por qué no el 50 + 1%? ¿Y quién hará el recuento de votos? Aunque obtengan 3, contarán 43… el diablo se esconde en los detalles”.

Fue precisamente la detención de Meliá el 23 de febrero pasado lo que sumió al país en una crisis política muy aguda. La detención se llevó a cabo con violencia y uso de gases lacrimógenos. El presidente del Movimiento Unitario fue acusado de organizar una violencia masiva, en la que él mismo habría participado el 20 de junio de 2019, conocida como "La noche de Gavrilov". Melia también se había negado a pagar la multa impuesta por el tribunal y el Parlamento había anulado su inmunidad como diputado.

Precisamente para evitar el arresto de Melia, el primer ministro Georgij Gakharya presentó su renuncia el 18 de febrero. Fue reemplazado por Iraklij Garibashvili, quien decidió en cambio tomar la sede del movimiento y tildó a Melia de "criminal". El 26 de febrero la oposición organizó una manifestación de protesta en el centro de Tbilisi al grito de "¡Libertad para Niki Melia!", agitando banderas nacionales junto con los estandartes de la OTAN. Desde entonces comenzaron los piquete en los ingresos del parlamento, para impedir su funcionamiento, y de otros edificios del gobierno, obligando a los políticos a pasar por los "corredores de la vergüenza".

La propuesta de conciliación de Michel (en nombre de la UE) había provocado reacciones de consternación en los miembros del gobierno. La presidenta Zurabishvili finalmente aceptó, estableciendo una serie de condiciones orientadas a controlar los proyectos de reforma constitucional y electoral. Ninguna de las partes parece satisfecha con el compromiso. Para los miembros de Sueño georgiano será difícil digerir la liberación de los opositores y de los que participaron en la "noche de Gavrilov", pero como dijo Michel con satisfacción, "por fin el tren se ha movido".