Gaibanda, centenares de cristianos Santal todavía siguen desplazados, después de cinco meses

de Sumon Corraya

El 6 de abril miles de católicos se han manifestado en solidaridad con los tribales. En el pasado mes de noviembre estos últimos fueron agredidos por la policía y por musulmanes, que incendiaron sus casas. Unas 250 familias viven en tiendas, en condiciones de necesidad extrema y con miedo a sufrir agresiones.

Gaibanda (AsiaNews)- A cinco meses de la expropiación de sus tierras, los cristianos Santal todavía siguen viviendo como evacuados y sufren la amenaza de la mayoría musulmana. Es lo que denuncian a AsiaNews las víctimas de la expropiación, perpetrada en noviembre pasado en el distrito de Gaibandha (nordoeste de Bangladesh) después de un enfrentamiento con agentes de la policía. El p. Samson Marandy, párroco de la iglesia de Mariampur y de origen tribal, reporta: “Al menos 250 familias viven bajo las tiendas. Llegaron las lluvias y causaron graves problemas. Muchos están emigrando a otros lugares en busca de trabajo. La comunidad está en una situación de extrema necesidad”.

El hecho es del 6 de noviembre de 2016, cuando la policía y los musulmanes atacaron a los cristianos locales, en mayor parte de etnia Sental, por una disputa sobre terrenos. El enfrentamiento provocó la muerte de tres cristianos e hirieron a unas 30 personas, comprendidos nueve agentes. Testigos han narrado que la policía había mandatos de arresto para 300 Santal, que se escaparon para evitar la cárcel. Otros se defendieron con arcos y flechas hiriendo a algunos agentes. Las casas de los tribales fueron secuestradas y saqueadas.

El párroco refiere que los que escaparon “viven en condiciones extremas, necesitan de un apoyo legal y de un refugio seguro. Nuestro pueblo está determinado a reconquistar sus propias tierras. Yo estoy de la parte de ellos”.

Junto a los tribales, miles de católicos salieron a las calles el pasado 6 de abril. Ellos han manifestado solidaridad y pidieron que se inicie una investigación a los agresores. Mathias Marandy, secretario general de la Adabashi (Tribal) Federation, declara: “No vemos ninguna mejora. Los tribales viven al aire libre”.

Además los cristianos lamentan que mientras les es impedido a ellos de volver a tomar posesión de sus legítimas posesiones, aquellos que han incitado a los musulmanes están todavía en libertad. A distancia de cinco meses, también los policías responsables de los incendios de las casas no fueron identificados.

Nirmol Murmu, una de las víctimas, refiere: “Tenemos miedo hasta de salir de casa porque los bengalíes nos amenazan. Ni siquiera vamos al mercado local”.