Fuzhou: Falleció el arzobispo Pedro Lin Jiashan

Murió a los 88 años después de una enfermedad. Reconocido por la Santa Sede como pastor de la arquidiócesis desde 2016, asumió oficialmente el cargo en 2020 con el placet del gobierno. Con 300.000 fieles, la arquidiócesis de Fuzhou es quizá la más rica de China. La historia de la arquidiócesis, sin embargo, está marcada por divisiones y contrastes internos.

Beijing (AsiaNews) - Falleció Mons. Pedro Lin Jiashan, arzobispo de Fuzhou, en la provincia suroriental de Fujian. Su muerte se produjo a la hora del almuerzo (hora local); el prelado, de 88 años, no se había recuperado de una enfermedad. Después de un velatorio de tres días en la catedral de la arquidiócesis, el funeral se celebrará el 17 de abril.

Nació en el distrito de Changle (Fujian) el 2 de septiembre de 1934 y fue consagrado obispo en mayo de 1981. Fue obispo coadjutor de Fuzhou en 1997 y la Santa Sede lo reconoció como pastor de la arquidiócesis desde 2016, tras una controvertida división interna. Asumió el cargo de arzobispo el 9 de junio de 2020 contando también con el placet del Gobierno chino.

Mons. Lin era miembro de la Iglesia "clandestina", y también había sido condenado a 10 años de trabajos forzados en la década de 1980. Según algunos fieles, desde principios de los años 2000 tenía el deseo de oficializar su situación ante las autoridades chinas, pero la mayoría de sus sacerdotes lo detuvieron en su intento.

La arquidiócesis de Fuzhou es quizá la más rica y numerosa de China. En 2020 contaba con unos 300.000 fieles, 120 sacerdotes y más de 500 monjas. Antes de su instalación oficial hace tres años, la comunidad local de religiosos estaba dividida en dos grupos: unos 20 apoyaban a monseñor Lin; otros 60 apoyaban al padre Lin Yuntuan, nombrado administrador apostólico de la arquidiócesis por la Santa Sede en 2013.

Para superar los desacuerdos entre los sacerdotes clandestinos y los que habían firmado el registro gubernamental -que es obligatorio según una normativa estatal de 2017-, monseñor Lin había hecho circular una carta dirigida a religiosos y fieles en 2019. En ella los exhortaba a permanecer "unidos en espíritu en el camino de la reconciliación, la tolerancia y la aceptación mutua y la unidad en Cristo, evitando sospechas, ataques y divisiones".