Fraudes y protestas, en peligro en Bagdad el éxito de las elecciones

Sobre el rostro las acusaciones de piratería y fraudes, después de una investigación de inteligencia sobre las maquinitas usadas para el voto electrónico. Diversos candidatos han presentado recursos. Entre las áreas disputadas la multiétnica (y rica de petróleo) Kirkuk. Una comisión electoral preparada para estudiar las relaciones y documentos relativos al proceso electoral.

Bagdad (AsiaNews/Agenzie) – Las autoridades iraquíes están listas para revisar el entero proceso electoral que llevó, el 12 de mayo pasado, a la victoria del líder radical chií Moqtada al-Sadr y de su movimiento populista y anti-sistema. Detrás de la decisión estaría un test sobre un posible acto de piratería informática realizado por los servicios de inteligencia sobre las maquinitas utilizadas para el voto electrónico. De los resultados habrían surgido fraudes e irregularidades que habrían invalidado el éxito final.

A poco más de 2 semanas del escrutinio, el gobierno saliente guiado por el Premier Haider al-Abadi – apoyado por la comunidad internacional- tuvo un Consejo de ministros extraordinario; un encuentro dedicado al análisis de la victoria de al-Sadr y a las voces de manumisiones en el voto electrónico.

La Corte suprema iraquí todavía no ha oficializado los resultados de las elecciones y numerosos candidatos han presentado recurso. El 21 de mayo pasado un grupo de diputados pidió la disolución de la Comisión electoral independiente, la anulación del voto electrónico y la reintroducción del voto manual. La opinión común es que el voto haya sido manipulado. Entre las áreas críticas, la región de Kurdistán, donde surgen amenazas de boicot del proceso político si no serán acogidas las peticiones de anulación.

Sobre las acusaciones de fraudes refirió en el parlamento un exponente del ejecutivo, el cual explicó que los servicios de inteligencia han realizado algunas verificaciones sobre máquinas usadas para las operaciones del voto electrónico. Y de estas investigaciones habría surgido la posibilidad de manipulación para aumentar o disminuir el número de votos de una lista. En base a estas últimos descubrimientos, el Consejo de ministros reunió a los vértices de la justicia y de la seguridad del país; el Premier al-Abadi explicó que el objetivo es “formar una comisión” encargada de “estudiar las relaciones, las informaciones y todos los documentos relativos al proceso electoral”.

La finalizar los trabajos, la Comisión presentará las conclusiones “al gobierno, al Consejo superior de la magistratura, a la Corte suprema y al Tribunal administrativo” electoral; a ellos tocará la tarea de “tomar las medidas necesarias en el respeto de las competencias y de los ámbitos de cada uno”. Por el momento no están claros los tiempos de trabajo de esta apenas nacida Comisión. Entre las posibles consecuencias, de la simple variación a nivel local del éxito del voto a la anulación (en el peor de los casos) sobre una escala nacional. Hasta ahora se han efectuado sólo algunas verificaciones a nivel local y en particular, en el área multiétnica de Kirkuk, rica en petróleo y por largo tiempo disputada entre árabes y kurdos, donde se concentran-al menos por ahora- las mayores protestas. Los enfrentamientos entre las diversas facciones de los días pasados han llevado a la introducción del toque de queda.

A la comisión electoral le corresponde la tarea de examinar cada una de las apelaciones, pero que no bloquearían del todo los trabajos parlamentarios finalizados a la formación del nuevo gobierno. En concreto, las varias facciones se mueven detrás de bambalinas para asegurar un nuevo ejecutivo, sobre el cual pende la espada de Damocles de acusaciones y recursos que terminarían en invalidar todo el proceso