Fiesta de la República: tras el terrorismo y el énfasis en el desarrollo, la India esconde sus flagelos
Mañana la India celebra el 67mo aniversario de la República. En todo el país se llevarán a cabo festejos, pero se teme que haya atentados. Director del semanario de la arquidiócesis de Mumbai: “La política debe recordar que nuestra democracia es un Estado basado en el derecho”. La necesidad de redescubrir el carácter multicultural y plural a nivel religioso del pueblo indio.
Mumbai (AsiaNews) – La India celebra mañana, 26 de enero, el 67mo aniversario de la República. Se esperan manifestaciones en todas las principales ciudades, y el culmen de los festejos será un desfile en Nueva Delhi. Este año, sin embargo, el clima de alegría ha sido arruinado por el alerta de terrorismo, agudizado por una serie de arrestos ocurridos en la vigilia de las celebraciones. El presidente francés Francois Hollande, huésped de honor, también ha sido blanco de amenazas a personales. La atención de los festejos está centrada, más allá del terrorismo, en los programas de desarrollo económico emprendidos por el premier Modi.
El Padre Anthony Charanghat, director del semanario “The Examiner” publicado por la arquidiócesis de Mumbai, subraya hasta qué punto los eslóganes altisonantes del gobierno esconden el sufrimiento del pueblo indio. Todavía hoy, mientras que Modi lanza el proyecto “Digital India”, muchos siguen viviendo sin agua ni electricidad. Las minorías religiosas y étnicas, los pobres y los marginados corren el riesgo de ser puestos cada vez más al margen de la sociedad, con proyectos orientados tan sólo a atraer inversiones, sin estar acompañados de una visión ética del desarrollo. Activistas y escritores disidentes son agredidos y su libertad de pensamiento es reprimida con el uso de la fuerza. A continuación, la editorial del padre Anthony, titulada “Revisar nuestros derechos como República”. Traducción a cargo de AsiaNews.
La India está a punto de celebrar su 67mo aniversario como República democrática y nación soberana. En esta ocasión, debemos rendir homenaje a Ambedkar, a 125 años de su nacimiento, cuya noble visión hizo posible poner la igualdad social, la justicia social y la laicidad como objetivos fundadores de la República democrática de la India. Si hay algo cierto en esta afirmación, entonces nuestro país debe ser una democracia basada en el respeto del Estado de derecho. Quienes conducen el gobierno deben tratar a todos los ciudadanos por igual, ya se trate de la persona más pobre, del político más poderoso, o de una persona famosa.
Se está tornando cada vez más evidente que hay muchas personas en la India cuyo derecho al disenso está siendo amenazado, sus voces están siendo acalladas y sus vidas, intimidadas. Quien está en el poder en la India podrá hablar en nombre de cualquier tipo de mayoría, pero no debe invalidar a la oposición, y tampoco permitir a nadie –no importa el color político que tenga- la arrogancia de negar los derechos del pueblo republicano. Eso equivale a ser intolerante, que es exactamente lo opuesto a la igualdad.
Un banco de prueba crucial para una verdadera democracia es si ella protege los derechos de las minorías, en particular cuando existe tensión entre la autoridad del gobierno y las minorías políticas o confesionales, minorías regionales o de género. Una democracia florece sólo cuando voces divergentes de individuos y profesionales pueden expresarse sin freno alguno en su respectivo campo- educación, salud y religión. Ellos pueden trabajar sin temor o favor de una injustificada interferencia política y de la reacción oficial o populista.
El ataque contra activistas, ONGs u otros que critican el desarrollo sólo económico y no general, es temerario y está dañando nuestra estructura democrática y la cultura agraria. Las personas comprometidas por el bienestar de las comunidades marginadas, el ambiente o a fin de derrotar el sufrimiento de nuestros campesinos en las zonas rurales, son calificadas como "anti-nacionales” por los nacionalistas con un sentido completamente deformado de lo que es el verdadero interés nacional.
El proyecto de la campaña “Digital India”, tal como es subrayado también en el sitio del gobierno indio, tiene el objetivo ambicioso y admirable de “responsabilizar a los ciudadanos”. Pero en este está presente también un potencial de desresponsabilización, a causa de la brecha entre aquellos que tienen acceso a la tecnología de internet y aquellos que en India, aún hoy, no tienen electricidad ni agua.
La muy publicitada y pesada inversión en las infraestructuras digitales ampliará aún más esta brecha y con ello también la disparidad socio-económica. No hay signo de políticas en curso dirigidas a reducir o eliminar el abismo de estas profundas desigualdades. La campaña "Digital India" está mucho más interesada en la marca en sí, que en focalizarse sobre temas sustanciales y sus costos.
El “Make in India”- otro éslogan estrepitoso generalizado, usado cual "vibrante llamada” de la India a los inversores- es prometedor, pero no está bien pensado. “Make in India” no es una novela o una inversión en carrera acerca de cómo debería ser la economía india. Esto es una simple acentuación (más evidente, desfachatada y resuelta) de la línea política que domina los discursos desde fines de los años noventa. Esto representa un significativo empeoramiento de la marginación económica de los pobres, atnto si tiene éxito como si ha de fallar.
La campaña “Star Up India” fue acogida por los jóvenes empresarios como un movimiento capaz de acelerar el mercado, guiado por la tecnología y por los derechos de propiedad intelectual, con fondos y reducciones a nivel impositivo, orientadas a llenar las lagunas de nuestra economía. Raghuram Rajan, Jefe de la Reserve Bank of India (Banco central del Estado, ndr) pone en guardia contra la obsesión de transformar a la India en una economía manufacturera, porque sabe que (dicha transformación) no funcionará, en vista de la actual situación económica, la falta de patentes y la incapacidad de construir infraestructuras adecuadas como ocuure en los otros países asiáticos.
Necesitamos descubrir nuestros puntos de fuerza originarios, desarrollar las capacidades intrínsecas y dedicar la complejidad de los talentos autóctonos de nuestro pueblo multi-religioso y multicultural en pos de construir una nación republicana vibrante, plural y democrática.
17/12/2016 13:14
26/01/2021 18:18