Faraya, fue colocada la impotente estatua de San Charbel. La inauguración será en la fiesta de la Exaltación de la Cruz
La fama de santidad del monje ermitaño superó las fronteras religiosas, tanto en vida como después de su muerte. Dentro de la estatua será colocada una reliquia del santo: un pequeño fragmento de un hueso. Presidirá la ceremonia el patriarca maronita Béchara Räi. Quedaron atrás las polémicas en torno a la imponencia de la obra y de los costos.
Beirut (AsiaNews) La estatua monumental de San Charbel (1828-1898), que fue entregada la semana pasada a Faraya, ayer fue colocada sobre una base y ahora se la puede admirar sobre la cima de la colina que domina el pueblo, junto a una gran cruz instalada en 1951. Obra del escultor libanés Nayef Alwan, la estatua representará al mismo tiempo una reliquia. De hecho, en el contexto de la ceremonia inaugural prevista para el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, será colocado en su interior un fragmento de hueso perteneciente al eremita del convento de san Marón de Annaya.
Presidirá la ceremonia inaugural el patriarca maronita, el Card. Béchara Raï. El área circundante, explican los organizadores, está en grado de acoger hasta a 6.000 personas y se presta a hospedar grandes celebraciones o misas al aire libre.
El monumento responde a un deseo y al mismo tiempo a un voto. En un primer momento, la idea del monumento era parte integrante de los proyectos de desarrollo turístico ideados por el presidente de la municipalidad de Faraya, Michel Salamé. Luego, la suerte ha querido que su nieto, que lleva el mismo nombre, se enfermara de meningitis. Los parientes del joven Michel, de 13 años, se convencieron de que éste ha sido un concurso de eventos milagrosos -las medicaciones y la intercesión de san Charbel- que han jugado un rol esencial en la suerte del joven. Él estaba en un estado de coma profundo, pero logró recuperarse y curarse por completo.
El joven fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas, realizadas el 17 y el 20 de julio de 2016, en la fiesta de san Charbel y de San Elías, respectivamente. De aquí que a la promesa hecha por el presidente de la municipalidad de Faraya se unió la promesa del voto de los padres de Michel, dando inicio al nacimiento de un proyecto conjunto.
La estatua, explica el presidente de la municipalidad, surge sobre un terreno perteneciente a una organización de beneficencia islámica (warkf) de mar Challita (Faraya) y cuenta con el beneplácito tanto del obispo local como del de la sede patriarcal maronita. Además, gran parte de la población aclamó a gran voz su construcción.
Disputa financiera
Sin embargo, un elemento tendió a arrojar una sombra sobre la cuestión. Un disputa de naturaleza financiera surgió entre la empresa que ha realizado la estatua -realizada con una mezcla de fibras de vidrio, muy costosas- y la municipalidad de Faraya y el mismo escultor que realizó la obra, Nayef Alwan. La campaña internacional para la industria marítima perteneciente a Abdallah Daoud, con capital libanés y saudita y los destinatarios de la misma estatua no vieron con buenos ojos el costo final de realización de la obra. Es por esto que la sociedad que la realizó reclama más de 275.000 dólares ya entregados a la municipalidad de Faraya a Nayef Alwan, que tiene también el rol de intermediario del mismo proyecto y enviados en un segundo momento a las arcas de Abdallah Daoud.
Por su parte el presidente de la municipalidad, Michel Salamé asegura estar perfectamente en regla ateniéndose a los términos del contrato; él agrega además que ha destinado el dinero necesario para cubrir el costo de realización de la ruta de 3 Km que conduce hasta el lugar y el acondicionamiento del mismo, como también la obra de restauración de la gran cruz de hierro, que era de 1951.
La imponencia de la estatua dio pie a una discusión en las redes sociales: algunos gritan al intento de caracterización de identidad, otros incluso llegan a hablar de idolatría. “Cada uno es libre de expresar sus propias opiniones”, afirma el presidente de la municipalidad de Faraya, que condena la manera de expresar las intenciones. “No tenemos vergüenza -agrega- de demostrar nuestra fe. Si alguno la considera fuente de escándalo, ¡dirija su mirada para otro lado!”
En cuanto al resto, así como la reputación taumatúrgica de san Charbel va más allá de las estériles polémicas que surgieron en torno a la estatua; lo que queda es la santidad que se convirtió a través del tiempo en fuente de gloria y una inmensa devoción popular. Una devoción que, incluso cuando él estaba vivo, ya había atravesado todas las fronteras religiosas y que ciertamente seguirá haciéndolo en el tiempo.
17/12/2016 13:14