Explotación y abusos: Kuala Lumpur revisa el mercado laboral de los inmigrantes
La inadecuada distribución de inmigrantes en diversos sectores ha obligado a revisar las relaciones con 15 naciones. Los 2,2 millones de afectados, procedentes sobre todo de Bangladés y Nepal, acabaron en el limbo. La práctica del trabajo forzado o el impago de salarios están en el punto de mira.
Kuala Lumpur (AsiaNews) - Sometido a críticas por el trato que dispensa a los inmigrantes, el gobierno malasio ha decidido revisar las normas de contratación y protección de los trabajadores extranjeros (unos 2,2 millones) procedentes de numerosos países. Se trata de una decisión importante, que confirma, por una parte, las limitaciones en la gestión de la población inmigrante y, al mismo tiempo, una necesidad persistente.
El 16 de enero, los ministros de Trabajo e Interior se reunieron con los periodistas para reiterar cómo una distribución inadecuada de los trabajadores en los distintos sectores económicos ha hecho necesario revisar las relaciones bilaterales con 15 naciones. Entre las áreas en crisis se encuentran la agricultura y las plantaciones, que no pueden completar los cupos de inmigrantes establecidos, mientras que éstos se han superado en otros sectores productivos.
"Tendremos que revisar los acuerdos teniendo en cuenta varios elementos, como los impuestos, los costes, las condiciones contractuales y la asistencia sanitaria, entre otros", confirmó el jefe de Interior, Saifuddin Nasution Ismail. Añadió que las autoridades facilitarán la transferencia de cuotas de mano de obra entre los distintos sectores.
Habrá 15 países de los que Malasia recibe trabajadores con los que renegociará acuerdos bilaterales. El objetivo primordial es tratar de resolver sobre todo la explotación y la mala gestión que, sin resolver las necesidades de los trabajadores en diversos sectores de la producción o los servicios, deja sin empleo a un gran número de emigrantes.
Miles de extranjeros, procedentes en su mayoría de Bangladés y Nepal, se quedaron en el limbo tras su llegada el año pasado porque los puestos de trabajo que se les habían prometido a cambio de sustanciosos pagos por los documentos exigidos ya no estaban disponibles. A ello se unen las constantes denuncias de abusos por parte de reclutadores y empleadores sin escrúpulos, muchos de los cuales han acabado en "listas negras", como la estadounidense, por prácticas de trabajo forzado o impago de tasas.
Impulsados por la necesidad y la perspectiva de un empleo con salarios más elevados que los disponibles en sus países de origen, los emigrantes de Bangladés y Nepal llegan sobre todo (70%) a Malasia. Y, en menor medida, también indios, pakistaníes, vietnamitas y tailandeses, que a veces se ven privados de sus derechos, pero también de empleo. Y ello a pesar de que la ley obliga a los empresarios a pagar a los emigrantes que, privados de empleo por superar las cuotas sectoriales, se encuentran en situación irregular en un país poco acogedor para los sin papeles, los fugitivos y los refugiados.
21/01/2022 14:09
15/07/2017 12:43
05/12/2022 16:10