Estanbul: murió Ibrahim Gökçek, de los Grup Yorum. Desde hace 300 días en huelga de hambre

El músico falleció ayer en un hospital, poco después de haber interrumpido la extrema protesta. Diversos miembros de la banda, comprometidos en el plan político y acusada de relacionarse con los “terroristas”, están en la cárcel o en exilio en el extranjero. El testamento espiritual: “Me quitaron el bajo y para expresarme uso mi cuerpo como instrumento”.

Estambul (AsiaNews) - Después de la cantante Helin Bolek y Mustafa Koçak, otro miembro de la banda Grup Yorum -entre las más comprometidos a nivel político en el país- murió después de haber transcurrido 323 días en huelga de hambre. Se trata del bajista Ibrahim Gökçek, desaparecido ayer por la mañana, a pocas horas de la interrupción de la extrema forma de protesta contra la represión y las violaciones a los derechos humanos perpetrados en el país otomano, aumentadas en los últimos años bajo la dirigencia del presidente Recep Tayyip Erdogan.

En una nota, los restantes miembros de la banda confirman el deceso del colega y músico en un hospital de Estambul donde estaba internado por las precarias condiciones de salud y un físico minado por el prolongado ayuno. Pocas horas antes de morir, él había anunciado la finalización de la extrema protesta después de la conclusión “positiva” de las tratativas con las autoridades turcas que habrían quitado la prohibición de exhibirse para la banda.

El complejo folk Grup Yorum, formado por diversos artistas y músicos que rotan entre ellos en varios conciertos y conocido por la canción de protesta y comprometidos a nivel político (que se exhiben en la versión turca de “Bella ciao”). Desde 2016 el gobierno de Ankara prohibió sus exhibiciones e n estos años, diversos miembros de la banda terminaron en la cárcel.

Las autoridades acusan a la banda de tener contactos con el Frente revolucionario popular (DHKP-C), movimiento de inspiración marxista-leninista, declarado organización terrorista de Turquía. EEUU y Unión europea. El centro de cultural Idil en Okmeydanı, un barrio central de Estambul, fue objeto al menos de una decena de allanamientos por parte de la policía en los últimos 2 años. Los agentes de la seguridad han secuestrado o destruido los elementos musicales, libros y los cuadernos que contenían los textos de sus canciones. En el curso de estos allanamientos fueron arrestadas al menos 30 personas.

Contra los abusos y las violencias, algunos miembros del grupo han promovido en el último año una huelga de hambre y de la sed extrema, que a 3 de ellos les costó la vida. Entre los pedidos el fin de los allanamientos de la policía al centro cultural, la remoción de los miembros de la banda de la lista de buscados del ministerio del Interior, el fin de la prohibición a los conciertos en vigor desde hace 3 años y la liberación de todos los componentes que se encuentran arrestados. Otros aún se encuentran en el exilio en el extranjero.

Aceptados- al menos en el papel-los pedidos, el bajista Ibrahim Gökçek, decidió el 5 de mayo interrumpir la huelga de hambre y aceptar la hospitalización. Sin embargo, el físico estaba demasiado debilitado y ayer, a distancia de 2 días, el cuadro precipitó y llegó el deceso. Él había sido arrestado el 26 de febrero del año pasado y después de haber transcurrido un año en la celda, fue liberado el 24 de febrero. No obstante esto, el músico había decidido continuar la protesta, afirmando que “Me quitaron el bajo y para expresarme uso mi cuerpo como instrumento”.

En la carta de adiós, relanzada en estas horas por activistas y líderes políticos entre los cuales el presidente del Parlamento de UE, David Sassoli, Ibrahim Gökçek había escrito: “En nuestras canciones hablamos de los mineros obligados a trabajar bajo tierra, de trabajadores asesinados en los incidentes de trabajo, de revolucionarios asesinados durante las torturas, los habitantes de los pueblos cuyo ambiente natural es destruido, de intelectuales quemados, de casas destruidos en los barrios populares, de la opresión del pueblo kurdo y de aquellos que resisten. Hablar de todo esto es en Turquía considerado como terrorismo”.