Estambul: Liberan por "buena conducta" al asesino de Hrant Dink

Ogün Samast, menor de edad en el momento de cometer un crimen cuyos contornos e instigadores nunca quedaron claros, pasó poco menos de 17 años en prisión. El abogado de la familia considera que se trata de una "amnistía secreta". Para el líder de la oposición debería "permanecer en la cárcel de por vida". La Asociación de Derechos Humanos afirmó que un "asesino" queda en libertad.

Estambul (AsiaNews) - Desconcierto, ira y el sentimiento - una vez más - de justicia negada e impunidad para aquellos que atacan a las personas que luchan por la paz, la justicia y los derechos en Turquía. Después de cumplir 16 años de prisión, el asesino del periodista e intelectual cristiano armenio Hrant Dink acaba de recuperar la libertad en compensación por su buena conducta. El Ministerio de Justicia turco explica que se siguieron las normas establecidas por el ordenamiento jurídico y que Ogün Samast - menor de edad en el momento del crimen, porque tenía 17 años - no se benefició de ningún trato de favor especial. No obstante, en muchos círculos activistas y de la oposición sigue existiendo la sensación de "doble rasero" en la aplicación de la ley, entre otras cosas porque el asesino - cuyos mandantes siguen siendo desconocidos - no tuvo que responder por las circunstancias agravantes relacionadas con el terrorismo que habrían ampliado los plazos de la pena.

Ogün Samast salió ayer de la cárcel tipo F de Bolu en libertad condicional por "buena conducta", después de pasar 16 años y 10 meses recluido. Y en los últimos tiempos los guardias lo mantuvieron bajo estrecha observación para verificar su buena conducta, condición que se habría cumplido porque ha mostrado un "comportamiento correcto". Uno de los abogados de la familia Dink, Bahri Belen, explicó al Gazete Duvar que también podría haber sido "liberado antes", pero que la disposición se había aplazado porque "cometió otros delitos en prisión". Recuperó la libertad gracias a algunas leyes que se introdujeron posteriormente, en otras palabras, con una amnistía secreta”. Tras el asesinato, Samast huyó de la escena del crimen, pero fue detenido al día siguiente en la terminal de autobuses de la ciudad de Samsun, al noreste de Turquía. Los policías que lo capturaron lo aclamaron como a un héroe, y dos agentes posaron con él para una foto junto a la bandera turca.

Apasionado y competente periodista de origen armenio, Hrant Dink fue asesinado delante de la sede de Agos, el diario del que era director, el 19 de enero de 2007. Su verdugo, Ogun Samast, un joven de 17 años desempleado en el momento del homicidio, confesó el crimen, y en 2011 fue condenado a 23 años de prisión. Además, en 2021 el tribunal le impuso otras cuatro cadenas perpetuas, pero el caso nunca se esclareció realmente, ni las verdaderas responsabilidades. Dos años antes del asesinato, en 2005, las autoridades habían juzgado al periodista por escribir sobre el genocidio armenio de 1915, que Ankara siempre ha negado. Fue asesinado con cuatro disparos a quemarropa. Su desaparición sacudió las conciencias de muchos ciudadanos y más de 100.000 personas asistieron a su funeral, como reconocimiento la obra de un intelectual que trabajó por la reconciliación entre turcos y armenios.

En enero de 2021 se inauguró en Estambul un centro juvenil dedicado a su memoria. Bulent Aydin, del grupo Amigos de Hrant Dink, había señalado que "todavía no se sabe con exactitud cuáles fueron los mecanismos que llevaron a planificar y cometer el crimen". Las autoridades turcas afirman que la red del predicador islámico Fethullah Gülen - el principal enemigo del presidente Recep Tayyip Erdogan después de haber sido su aliado durante mucho tiempo - está detrás del asesinato y también se cree que él fue el cerebro del (fallido) golpe de Estado de julio de 2016. Sin embargo, durante una conmemoración del asesinato en enero de 2020, la viuda del periodista denunció un intento de ocultar la responsabilidad del Estado.

La noticia de la liberación de Samast provocó fuertes reacciones entre políticos, activistas de derechos humanos y ciudadanos. Özgür Özel, líder del principal partido de la oposición, el Partido Popular Republicano (CHP), dijo que Samast "debería haber permanecido en prisión de por vida". “No tenemos más palabras que decir - prosiguió - porque si Ogün Samast fue liberado por buena conducta, cualquiera que hable de justicia después de este hecho realmente carece de conciencia”. El copresidente de la Asociación de Derechos Humanos (İHD), Eren Keskin, añadió: “¡Este es un país distópico! Gültan Kışanak, Selahattin Demirtaş, Osman Kavala y Can Atalay están en la cárcel sólo por sus ideas, pero un asesino recupera la libertad” como resultado de la “aplicación” de una ley que es “discriminatoria”. “La 'buena conducta' que ni siquiera aplican a los presos enfermos - acusa - benefició a un asesino”.