Estambul, la policía realiza redadas contra críticos y opositores pro kurdos

Al menos 10 personas fueron detenidas en Estambul. Los operativos tienen bajo la mira a los exponentes del Partido Democrático de los Pueblos. Un proceso abierto ante el Tribunal Constitucional busca proscribir al partido pro-kurdo. Sus dirigentes denuncian un "golpe político". Críticas de Estados Unidos y Alemania por la violación de los derechos humanos.

Estambul (AsiaNews/Agencias) - La policía turca detuvo a una docena de personas, incluyendo a tres dirigentes del Partido Democrático de los Pueblos (el pro-kurdo HDP). Así lo informaron esta mañana los medios de comunicación oficialistas en Ankara, mientras que en el plano jurídico las autoridades impulsan un proceso para conseguir la clausura y proscripción definitiva del partido de la oposición, el HDP.

El 17 de marzo, un fiscal turco abrió una investigación en el Tribunal Constitucional, contra el Partido Democrático de los Pueblos. La denuncia es la culminación de un proceso de años, que se propone acabar con el tercer partido de mayor peso en el Parlamento.

En respuesta, la dirigencia del HDP denuncia un "golpe político". La Asociación de Derechos Humanos (Human Rights Association, HDI) denunció la detención de su presidente, Ozturk Turkdogan. El activista fue detenido esta mañana durante un allanamiento policial en su domicilio. En este momento, sus abogados se están moviendo para entender cuáles son los cargos de imputación que llevaron a su arresto.

Al mismo tiempo, las brigadas de seguridad llevaron a cabo una serie de allanamientos en tres distritos diferentes de Estambul. Las redadas culminaron con varios importantes funcionarios del HDP detenidos. En total, se habrían efectuado al menos 15 arrestos.

En tanto, Turquía rechazó ayer las críticas internacionales (en particular de Estados Unidos y Alemania) contra el intento de prohibir el partido de la oposición kurda, acusado por el presidente Recep Tayyip Erdogan de (presuntos) vínculos con el "terrorismo". Para Washington, un eventual cierre del partido sería un nuevo y durísimo golpe a la democracia en Turquía. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ankara se refirió al hecho como una inaceptable "intromisión" en los asuntos internos y un intento de ejercer "presión sobre el poder judicial".