Estambul, el juez lo absuelve y la policía lo arresta: regresa a la cárcel el filántropo de Gezi Park

Ayer, el juez absolvió al empresario Osman Kavala en el proceso por la (presunta) participación en la protestas. Los activistas y la sociedad civil festejan esta decisión “histórica”. Sin embargo, pocas horas después, el Ministerio Público emitió una nueva orden de arresto en relación con el fallido golpe del 2016.

Estambul (AsiaNews/Agencias) - El empresario y filántropo turco Osman Kavala, llevado a la cárcel y procesado por su (presunta) participación en las protestas de Gezi Park del 2013, fue arrestado y conducido al departamento central de la policía pocas horas después de su absolución, emitida ayer. Según informan los medios estatales, la nueva medida de detención estaría motivada por la participación de Kavala en el (fallido) golpe de Estado de julio del 2016.

El movimiento de Gezi Park representó la primera manifestación de disensso contra el autoritarismo de Recep Tayyip Erdogan, quien entonces se desempeñaba como Primer Ministro y hoy es presidente con plenos poderes. Un veredicto emitido ayer, al concluirse el proceso afrontado por Kavala y ocho imputados más (y que ha sido objeto de reiteradas críticas por parte de numerosos gobiernos occidentales), decidió su absolución, una decisión que fue recibida con sorpresa.

Al darse a conocer el veredicto emitido por el tribunal de Estambul, activistas y miembros de la sociedad civil calificaron esta decisión como “histórica”, afirmando que podía representar el preludio de un nuevo rumbo para Turquía. El empresario y filántropo llevaba dos años y medio en prisión y pronto recuperaría la libertad; sin embargo, poco antes de su excarcelación, se emitió una nueva orden de arresto, en el ámbito de otra investigación, vinculada al golpe de Estado orquestado (según la propaganda oficial de Ankara) por la red del predicador islámico Fetullah Gülen, actualmente exiliado.

La noticia del nuevo arresto generó sorpresa y frustración entre los activistas por los derechos humanos, los parlamentarios de la oposición y los observadores extranjeros. Nacho Sánchez Amor, representante especial para Turquía, del Parlamento de la UE, afirma que “no hay perspectivas de un mejoramiento” en el país si “el Ministerio Público” mina “cualquier paso adelante”, por más mínimo que sea. Emma Sinclair-Webb, de Human Rights Watch, se refirió al hecho como una detención “privada de todo fundamento jurídico” y basada exclusivamente en un criterio de “venganza”.

Según la información brindada por testigos oculares, la policía detuvo a Kavala inmediatamente después de que este fuera liberado de la prisión de Siliveri, en la periferia occidental de Estambul. Luego, tras realizar algunos exámenes de rutina sobre su estado de salud, fue conducido al departamento central de la policía. En estas horas debiera comparecer ante el Fiscal, que decidirá si confirma la orden de arresto y lo envía nuevamente a prisión.

Incluso antes de que los jueces tomaran acciones, Kavala ya había sido acusado por el mismísimo Erdogan, por conspirar contra él, financiando el movimiento pacífico del 2013. La lectura de las acusaciones enseguida dejó en claro que no había pruebas para sostener la tesis del fiscal, pues carecían de todo fundamento jurídico. Una situación que para muchos ha despertado más de una sorpresa, en relación con el respeto de la justicia turca por las normas internacionales y europeas.