Ereván recuerda a las víctimas de Nagorno Karabaj

de Vladimir Rozanskij

Hace un año estallaba un nuevo conflicto entre Ereván y Bakú por el control del enclave armenio en territorio azerbaiyano. Culminó con un saldo de 3.777 muertos en el frente armenio y 2.895 en el azerí. La oposición armenia acusa al primer ministro Pashinian de ser demasiado débil frente a Azerbaiyán.

Moscú (AsiaNews) - En Armenia se celebraron actos para conmemorar a las víctimas de la "guerra de los 44 días" en Nagorno Karabaj, en el primer aniversario del conflicto. A las 11 de la mañana del 27 de septiembre se guardó un minuto de silencio en todo el país. El Primer Ministro Nikol Pashinian visitó el campo militar de Erablur, en la capital, Ereván, y se arrodilló solo frente a las tumbas de los soldados caídos, pero no lo acompañaron sus ministros. En la colina de Erablur están enterradas 889 víctimas de la guerra con Azerbaiyán.

Según las cifras oficiales, publicadas a finales de agosto, 3.777 armenios murieron en el conflicto de Karabaj, incluidos 3.000 soldados; más de 200 personas desaparecieron sin dejar rastro. Bakú, por su parte, declaró 2.895 víctimas. Las autoridades armenias extendieron el luto nacional a los territorios de Nagorno Karabaj, ahora en poder de los azeríes.

La oposición, tras la derrota electoral que confirmó a Pashinian en el cargo, celebró su propio desfile conmemorativo en la noche del 26 de septiembre. Hubo una marcha con lámparas encendidas en memoria de las víctimas (ver foto 2), responsabilizando al primer ministro por las muertes. El cortejo partió de la plaza Garegin Idže de Ereván y marchó hasta la colina de Erablur, encabezado por el líder del bloque opositor de Ayastan, el ex presidente Robert Kočaryan. No se celebraron mítines durante la manifestación.

El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán aún no ha encontrado una solución definitiva; los armenios no reconocen la atribución de Nagorno Karabaj a sus oponentes azeríes. Con motivo del aniversario, el presidente Ilham Aliev concedió una entrevista a la revista militar rusa Natsionalnaja Oborona ("Defensa Nacional") en la que advirtió a los armenios: "Volver a plantear la cuestión del estatus de Nagorno Karabaj es nocivo y peligroso para ellos, considerando las condiciones poco alentadoras en las que se encuentra su país".

El secretario del Consejo de Seguridad armenio, Armen Grigoryan, respondió a los dichos del presidente azerí: "Creemos que la cuestión debe discutirse en el marco del Grupo de Minsk de la OSCE, y no entendemos las declaraciones amenazantes de Aliev". El líder azerbaiyano también intervino en la ONU, donde insistió en que "Ereván debe optar entre la cooperación regional y las reivindicaciones territoriales contra sus vecinos", repitiendo que el conflicto de Karabaj ya pertenece al pasado.

Bakú expresó su voluntad de normalizar las relaciones con los armenios solo "sobre la base del estricto cumplimiento de los principios del derecho internacional, especialmente la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras reconocidas internacionalmente", según informó un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán.

Los grupos de la oposición armenia manifiestan su frustración por la política de "rendición" de Pashinian. El vocero de Ayastan, Iškhan Sagatelyan, afirma que "Azerbaiyán y Turquía intentan poner de rodillas a Armenia de forma definitiva, y el gobierno insiste en su actitud perdedora. Poco a poco, estamos entregando nuestro país al enemigo".

Según los opositores, las continuas concesiones no conducen a una mayor estabilidad y pacificación: "la paz no se mendiga, sino que se impone", y es necesaria una reorganización del ejército, que aún podría enfrentarse al enemigo turco-azerí.