Ereván, Pashinián gana las elecciones anticipadas

de Vladimir Rozanskij

Acuerdo Civil, su partido, obtuvo el 53,9% de los votos. El ex presidente Robert Kočaryan, que denuncia un fraude, fue derrotado. El primer ministro saliente invoca la "dictadura de la ley"; podría formar un gobierno independiente. Apoyo de Rusia, Estados Unidos, la UE e Irán.

Moscú (AsiaNews) – El primer ministro saliente, Nikol Pashinián, obtuvo una victoria tan aplastante como sorprendente en las elecciones parlamentarias del 20 de junio en Armenia. Según las cifras oficiales publicadas ayer, su partido "Acuerdo Civil" obtuvo el 53,9% de los votos, suficiente para garantizar la posibilidad de formar un nuevo gobierno de manera independiente. "Ayastan", liderado por el ex presidente Robert Kočaryan, se detuvo en el 21%, pero ya ha anunciado que impugnará los resultados del escrutinio.

Los otros 23 partidos y listas electorales reunieron menos del 7%, el umbral mínimo para obtener escaños, a pesar de que la ley estipula que deben estar representados al menos tres candidatos de las listas que compiten. De este modo, el bloque "Tengo honor" de Artur Vanetsyan también debería obtener bancas en el Parlamento. Aún quedan dudas sobre la recuperación del partido republicano "Patria" del ex presidente Serž Sargsyan, el gran enemigo de Pashinián: obtuvo un 5,2% (la cuota mínima para un partido es del 5%). Cabe destacar que menos de la mitad de los votantes empadronados (49,4%) ejercieron su derecho al voto. Aún así, la afluencia a las urnas superó las expectativas.

Pashinián, quien aún ocupa el cargo de Primer Ministro en funciones, se dirigió a los armenios en un discurso y agradeció la victoria: "El pueblo de Armenia ha hecho su elección y el contenido es claro. Sucedió lo que habíamos anticipado: gana el simple ciudadano, y nosotros hemos ganado". El primer ministro recordó el motivo que dio lugar a la "revolución de las flores" de 2019 -que lo llevó a la cima del país- y alzó al "pueblo de los ciudadanos" contra las instituciones de los corruptos y los políticos "vendidos" a las potencias extranjeras. Los votantes han confirmado que no aprueban una vuelta de los regímenes anteriores.

El jefe de gobierno dijo que las consultas comenzarán inmediatamente "con todas las fuerzas sanas del país que participaron en las elecciones, para entender las posibilidades de consolidación y reconciliación nacional." "Se invitará a los representantes del comercio, la cultura y la ciencia a cooperar con el gobierno en la solución de los problemas que se han planteado. Nuestro mandato es para defender la dictadura de la ley y el derecho; el pueblo nos lo ha conferido".

En su discurso, Pashinián agradeció a los presidentes de Estados Unidos y Francia, a los líderes de la Unión Europea, al presidente iraní y al primer ministro de Georgia, que apoyaron a Armenia tras el reciente conflicto con Azerbaiyán. También expresó el deseo de lograr una "estabilidad en toda la región" en torno a las fronteras armenias. No faltaron los saludos al presidente armenio de Nagorno Karabaj, Araik Arutjunyan, "con la convicción de que juntos podremos defender nuestros intereses nacionales".

Hay que remarcar que ninguna agencia predijo la victoria del primer ministro saliente: los sondeos le daban a Pashinián entre un 20 y un 25% de los votos, frente al 30-35% del bloque de Kočaryan. El candidato ganador está a un palmo de obtener la mayoría absoluta de escaños, que se logra con el 54% de los votos. Sin embargo, habrá que esperar a la redistribución de los votos conferidos a los partidos que se quedaron por debajo del umbral mínimo para entrar en el Parlamento, y que en conjunto, constituyen casi el 20% de los votos emitidos.

En síntesis, Pashinián se ha confirmado como el líder más popular, gracias al consenso cosechado principalmente en el campo y en las provincias. Incluso ha superando el 50% de los votos en la provincia de Siunyk, donde recientemente había sido recibido con protestas y lanzamiento de huevos por ceder a las acciones bélicas de Azerbaiyán. En la capital, Acuerdo Civil obtuvo el 41%, frente al 28% de la lista de Kočaryan. Este último aludió, aunque de forma genérica, a problemas en el escrutinio “que aún hay que verificar”. Se reservó el derecho de aceptar los resultados, pero las posibilidades de que se den vuelta parecen escasas. Los numerosos observadores extranjeros, entre ellos varios rusos, no han señalado ninguna infracción particular en los procedimientos de votación, y Moscú ya ha dado señales de que acepta el resultado de la elección.