Erdogan obtuvo la mayoría absoluta. Sin embargo, es insuficiente para cambiar la Constitución.
Estambul (AsiaNews) - Con el el 99,01% de los votos escrutados, el partido del presidente turco Tayip Erdogan, AKP, con el 49,4 % de ellos, ha logrado rehacerse de la mayoría absoluta en el parlamento turco, luego de las elecciones parlamentarias desarrolladas ayer en Turquía. Como consecuencia, el AKP obtiene 316 bancas sobre un total de 550, mientras que en junio, en los sufragios previos, habia obtenido 258. Una mayoría absoluta, pero insuficiente para poder realizar la reforma de corte presidencialista que quería llevar a cabo Erdogan.
Se llamó a las elecciones celebradas ayer por la imposibilidad de formar un gobierno de coalición, en tanto y en cuanto en las elecciones llevadas a cabo el 7 de junio de 2015 el partido de Erdogan había perdido, luego de 13 años, la mayoría de las bancas parlamentarias de la Asamblea turca, obteniendo sólo el 40,87% de los votos.
Los demás partidos obtuvieron los siguientes porcentajes y bancas correspondientes: el CHP, partido de extracción laica Kemalista, el 25,4% y 135 bancas (en las elecciones del 7 de junio había obtenido el 24,95 y 132 bancas); el MHP, partido de derecha, el 11,9% y 59 bancas (en las elecciones de junio había obtenido el 16,29 y 80 bancas ); el HDP, partido filocurdo, el 10,7% y 41 bancas (en junio había obtenido 13,12 y 80 bancas).
A primera vista es notable que el verdadero conflicto de estas elecciones es el partido nacionalista MHP, además de un cambio en las dimensiones del partido filocurdo HDP.
Es evidente que la campaña electoral, conducida por los jefes del AKP, organizada en un clima intimidatorio, el cual fue registrado por los medios turcos e internacionales, y la exasperación del peligro curdo, han creado una atmósfera de extrema polarización que terminó premiando al partido del presidente.
El mismo presidente Tayip Erdogan, transgrediendo la regla fundamental, que prevé que el Presdente de la República tenga un rol por sobre las partes, si bien esta vez no ha estado tan activo como en la campaña electoral para el 7 de junio, no ha dejado de expresarse a propósito de la importancia de la victoria de su partido.
Este resultado pemite ahora al primer ministro saliente, Davutoglu, la posibilidad de formar un gobierno monocolor, pero sin abrir la posibilidad de una reforma en la Constitución turca según un modelo de presidencialismo absoluto. Este impedimento se aplica tanto a la vía parlamentaria, caso en el cual se precisarían 2/3 del Parlamento (es decir, 367 votos a favor) como a la vía de un referéndum, pues para la consulta popular se precisarían 331 votos parlamentarios.
El primer ministro turco saliente, Davutoglu, cuando se le solicitó que comente el resultado electoral, declaró que esta es una gran victoria de la democracia turca y del pueblo turco, y a él se le da la posibilidad de gobernar hasta el 2019.
Muy diferente es el clima en el sudeste del país, en particular en Diyarbakir, donde, luego del anuncio de la variación en las dimensiones del partido filocurdo HDP, estallaron enfrentamientos entre la policía y jóvenes curdos.
En resumen, luego de estas elecciones, desarrolladas en un clima incandescente, tanto el partido del presidente como Erdogan mismo, son llamados a demostrar que saben gestionar, de acuerdo a las reglas de la democracia parlamentaria occidental, unas cuantas patatas calientes.
Ante todo, el respeto de las reglas democráticas y la cuestión curda.
14/11/2022 16:08
28/10/2015
12/10/2015