Entre Washington y Beijing, Hanoi apuesta por la alta tecnología para crecer
Durante la visita de Biden, Vietnam anunció una histórica asociación estratégica con Estados Unidos casi 50 años después de la guerra. Desde 2017 muchas grandes empresas tecnológicas han migrado de China a su vecino comunista del sudeste asiático para invertir en la producción de semiconductores y automóviles eléctricos, mercados que también están creciendo a nivel nacional. Sin embargo, sería un error suponer que Hanoi se está distanciando políticamente de Beijing.
Hanoi (AsiaNews) – En el marco de la esperada visita del presidente estadounidense Joe Biden, Hanoi anunció ayer la firma de una asociación estratégica con Washington “para la paz, la cooperación y el desarrollo sostenible”. En estas horas se está poniendo mucho énfasis en la evolución de las relaciones de EE.UU. con el país del sudeste asiático, apenas 50 años después del final de la guerra de Vietnam. Pero este acuerdo también pone de relieve otro aspecto: los inmensos avances realizados en los últimos años por Hanoi para convertirse en un polo tecnológico en detrimento de Beijing, especialmente en la producción de semiconductores, automóviles eléctricos y productos relacionados con el desarrollo de la inteligencia artificial.
Se trata de un proceso de reasignación de las cadenas de suministro debido a las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, que había comenzado en 2017 pero se ha acelerado durante la pandemia, debido a las estrictas políticas de “covid cero” aplicadas por Beijing. Las mayores empresas tecnológicas como Apple, Google y Samsung ya empezaron el año pasado a trasladar la producción a Vietnam, que, además de estar cerca de China, ofrece mano de obra barata y un entorno político estable gracias a la presencia de un partido comunista único. Estados Unidos se ha convertido en el segundo socio comercial del país después de China.
Esta mañana Biden y representantes de importantes empresas estadounidenses participaron en un encuentro empresarial -la cumbre sobre inversión e innovación- con sus homólogos vietnamitas, durante el cual las conversaciones se centraron en la creación y ampliación de fábricas y centros de diseño, montaje y testeo de microchips. Pero también se han firmado acuerdos en el sector de la aviación y para el desarrollo de la inteligencia artificial. Además, subrayando su voluntad de reducir su dependencia de China, empresas como Microsoft, Nvidia, Marvell y Amkor han prometido importantes inversiones. El mes que viene, por ejemplo, se espera que entre en funcionamiento cerca de Hanoi una nueva planta de 1.600 millones de dólares de la empresa de semiconductores Amkor Technology. Asimismo, Intel también ha invertido 1.500 millones de dólares en una planta de ensamble de chips en el sur del país. Se trata del mayor centro que tiene la empresa en todo el mundo y, según algunas fuentes, también podría ampliarse en el futuro.
Según las previsiones el mercado de semiconductores crecerá 1.657,49 millones de dólares hasta 2027. El motor de esta tendencia es el crecimiento de los usuarios de teléfonos inteligentes en el país, con 61,3 millones de usuarios en continuo aumento debido a la adopción de celulares incluso en las zonas suburbanas y rurales. Además, el gobierno vietnamita ha dado máxima prioridad al desarrollo de la red 5G. Actualmente se exportan desde Vietnam unas 40 marcas diferentes de teléfonos móviles, entre ellas gigantes como Sony y Samsung. Sin embargo, los expertos señalan que uno de los principales desafíos podría ser la falta de mano de obra calificada, algo que los acuerdos con Estados Unidos permitirían solucionar.
El sector de los automóviles eléctricos también está en auge. A mediados de agosto VinFast, el fabricante de vehículos eléctricos más importante de Vietnam, desembarcó en la bolsa estadounidense y después del primer día se valoró en 85 mil millones de dólares, superando la capitalización de mercado de Ford, de 48 mil millones de dólares, y de General Motors, que tiene un valor bursátil de 46 mil millones de dólares. El fundador de la empresa, Pham Nhat Vuong (el hombre más rico del país), dijo que espera alcanzar pronto a Tesla, la empresa de Elon Musk, líder del mercado. Pero hasta el momento VinFast, que es actualmente el único exportador de vehículos de Vietnam, todavía no ha generado beneficios. La empresa, creada en 2017 como parte de Vingroup, el mayor conglomerado del país, ha enviado alrededor de 3.000 vehículos a Norteamérica desde finales del año pasado. Ahora está intentando aumentar la penetración en el mercado local, ofreciendo descuentos en sus scooters eléctricos a empresas que reparten comida a domicilio. En Vietnam, de hecho, hay 70 millones de motocicletas que podrían ser sustituidas por eléctricas.
Por su parte Beijing observa atentamente estos movimientos. Desde hace dos días cientos de camiones cargados con bananas, durianes y pitayas procedentes de Vietnam con destino a China se encuentran detenidos en la frontera, supuestamente para realizar controles de calidad, según han afirmado las autoridades vietnamitas. El hecho de que el transporte de mercaderías se haya frenado en coincidencia con la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Hanoi sugiere que, más que un control de calidad, se trata de un mensaje a su aliado comunista, sobre todo teniendo en cuenta que China es el mayor mercado de exportación de productos agrícolas vietnamitas.
Sin embargo sería un error, advierten los analistas, concluir apresuradamente que Vietnam se está distanciando políticamente de Beijing. Desde la década de 1990 Hanoi aplica una política de "amistad" respecto de "todos los países de la comunidad internacional que luchan por la paz, la independencia y el desarrollo". En efecto, en los últimos años Vietnam también ha concertado asociaciones estratégicas con Corea del Sur, Australia y Singapur, y se ha opuesto a la agresividad china en el Mar de China Meridional. Pero en los últimos 10 años China, que sigue siendo el mayor socio comercial, también ha invertido mucho en Vietnam, y en varios casos ha utilizado al país como intermediación para acceder al mercado estadounidense. Como muchos otros países del sudeste asiático, es probable que Vietnam esté intentando aprovechar las tensiones entre EE.UU. y China para obtener los mayores beneficios posibles para su propio crecimiento económico.