En la plaza de Tiananmen hace 35 años, hoy todavía en prisión
Mientras Beijing borra sistemáticamente la memoria de la brutal represión de las protestas estudiantiles del 4 de junio de 1989, hay 14 protagonistas de aquel movimiento que siguen entre rejas, porque volvieron a ser detenidos por su lucha por la democracia. Los defensores chinos de los derechos humanos piden su liberación. Mientras, en Hong Kong preocupa el estado de salud de Jimmy Lai.
Milán (AsiaNews/Agencias) - «Durante 35 años, todos los altos dirigentes chinos, desde Li Peng hasta Xi Jinping, se han preocupado de borrar el recuerdo del 4 de junio persiguiendo a quienes exigen pacíficamente responsabilidades. Todos los que se preocupan por la justicia deben exigir públicamente que las autoridades chinas pongan en libertad de inmediato y sin condiciones a estos y a todos los demás presos de conciencia de China». Este es el llamado que Chinese Human Rights Defenders -una de las mayores organizaciones internacionales de apoyo a la lucha de los disidentes chinos- ha lanzado con motivo del 35º aniversario de la masacre de la plaza de Tiananmen. Una iniciativa acompañada de una lista de 27 nombres de personas que, por diversos motivos, siguen en prisión por esa misma batalla. Una lista que «dista mucho de estar completa», explican los activistas, «pero que representa una ventana a la gravedad, el alcance y la persistencia de las represalias del gobierno chino en los últimos 35 años».
Esta lista incluye 14 nombres de personas que participaron directamente en los sucesos de hace 35 años y que actualmente están en prisión, en su mayoría porque volvieron a ser detenidas por sus luchas por la democracia en China. Zhou Guoqiang (周国强) había ido a la cárcel por organizar una huelga en apoyo de las protestas estudiantiles en Beijing en 1989 y también había cumplido cuatro años en un campo de reeducación por ello. Volvió a ser detenido por comentarios en Internet en octubre de 2023: siguen sin conocerse su paradero ni los cargos que se le imputan.
El activista de Guangdong Guo Feixiong (郭飞雄) -que participó en el movimiento de 1989 cuando era estudiante en Shanghái- cumple una condena de seis años desde 2015 por su activismo en favor de los derechos humanos. Otro estudiante universitario de la época, Chen Shuqing (陈树庆), de Hangzhou, cumple una condena de 10½ años desde 2016 por su activismo a favor de la democracia.
Lü Gengsong (吕耿松), profesor despedido en 1993 por apoyar el movimiento prodemocrático, cumple una condena de 11 años desde 2016 por su activismo prodemocrático. El abogado Xia Lin (夏霖), residente en Beijing, cumple una condena de 11 años desde 2016 por sus actividades profesionales como abogado: había participado en el movimiento de 1989 como estudiante en el Instituto Suroccidental de Ciencias Políticas y Derecho de Chongqing.
El activista de Xinjiang Zhao Haitong (赵海通) cumple una condena de 14 años desde 2014 por sus actividades como defensor de los derechos humanos. Ya había sido encarcelado también tras la masacre de 1989. Xu Na (许那), artista y poeta practicante de Falun Gong, había participado en la huelga de hambre de la plaza de Tiananmen; fue detenida en 2020 y condenada a 8 años de prisión por «utilizar un culto maligno para perturbar el cumplimiento de la ley».
El activista de Sichuan Chen Yunfei (陈云飞) cumplió una condena de cuatro años entre 2015 y 2019, en parte por organizar una conmemoración de las víctimas del 4 de junio: había participado en el movimiento de 1989 como estudiante de la Universidad Agrícola de China en Beijing. Otro miembro de los movimientos estudiantiles de la época, Xu Guang (徐光), fue detenido en 2022 y cumple una condena de cuatro años acusado de «causar peleas y problemas» en Hangzhou, provincia de Zhejiang. La misma suerte y cargos corren Huang Xiaomin (黄晓敏), detenido en 2021 y condenado a cuatro años en la provincia de Sichuan, y Cao Peizhi (曹培植), detenido en 2022 y condenado a 2,2 años en la provincia de Henan.
Zhang Zhongshun (张忠顺), otro estudiante que participó en las protestas de 1989, fue denunciado en 2007 por hablar como lo hizo a sus alumnos sobre los sucesos del 4 de junio. Posteriormente fue encarcelado durante tres años y ahora está detenido por seguir apoyando el activismo y se enfrenta a cargos de subversión en la provincia de Shandong. Wang Yifei (王一飞) desapareció de la custodia policial tras su detención en 2021: antes de su arresto en 2018, llevaba varios años exigiendo justicia para las víctimas de 1989. Shi Tingfu (史庭福), condenado anteriormente por organizar una vigilia pública en Nanjing en 2017 y pronunciar un discurso en recuerdo de las víctimas de Tiananmen, fue detenido de nuevo en enero de 2024 y está a la espera de juicio por varios cargos, entre ellos difundir «información falsa e incitar al terrorismo y al extremismo en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang».
Los otros 13 nombres, sin embargo, son figuras que no estuvieron directamente implicadas en los sucesos de Beijing en 1989, pero que tanto en China continental como en Hong Kong lucharon para que no se borrara la memoria de lo ocurrido. Esta segunda lista incluye, por ejemplo, a Tong Hao (仝浩), un joven médico nacido en 1987, que fue encarcelado durante un año y medio por publicar un post sobre el aniversario del 4 de junio en 2020. Fue detenido en agosto de 2023 y desde entonces se encuentra en paradero desconocido bajo custodia policial en la provincia de Jiangsu. Luego están los disidentes encarcelados en Hong Kong: desde Lee Cheuk-yan a Albert Ho, pasando por la abogada Chow Hang-tung, sobre la que pesa otra orden de detención junto a otras siete personas (incluida su madre) por organizar una iniciativa en Internet para conmemorar la masacre de Tainanmen. Y luego Jimmy Lai, el empresario hongkonés fundador del periódico prodemocrático Apple Daily, obligado a cerrar: a sus 76 años, se ha sentido mal hoy durante la 87ª vista de su surrealista juicio. Y crece la preocupación por su salud en prisión.
Como recuerda Chinese Human Rights Defenders, tres testigos de los sucesos de la plaza de Tianamen han muerto ya en prisión en los últimos 35 años: el nombre más conocido es el del premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo (刘晓波), que murió en julio de 2017 de cáncer de hígado bajo vigilancia policial mientras cumplía una condena de 11 años desde 2009 por su papel como líder de la campaña «Carta 08». Profesor universitario en 1989, había sido encarcelado durante 18 meses por participar en el movimiento de 1989. Unos meses después de él, el escritor de Jiangsu Yang Tongyan (杨同彦) había fallecido en noviembre de 2017 a causa de un tumor cerebral. Yang cumplía una condena de 12 años que le fue impuesta en 2006 por su activismo político, tras haber estado ya 10 años encarcelado por su participación en el movimiento de 1989.
Por último, cabe mencionar al activista sindical Li Wangyang (李旺阳), que murió en circunstancias sospechosas el 6 de junio de 2012 mientras se encontraba en un hospital vigilado por la policía en Shaoyang, provincia de Hunan. Li, líder del movimiento democrático de 1989, había sido condenado a un total de 23 años de prisión. Las autoridades chinas afirmaron que Li se había suicidado ahorcándose en su habitación del hospital, afirmación que su familia rebatió alegando que Li estaba ciego y sordo a causa de la tortura y no habría sido físicamente capaz de ahorcarse. En contra de los deseos de la familia de Li, las autoridades de Hunan realizaron su propia autopsia y luego incineraron su cadáver.