En el Día Mundial del Enfermo, el Card. Turkson llama a dar el amor de Cristo gratuitamente (Foto y video)

En Calcuta se está celebrando la XXVII Jornada Mundial del Enfermo, titulada “Gratuitamente habéis recibido, gratuitamente dad”. El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral se refirió al rol de los operadores sanitarios en la atención y cuidado de las personas que sufren. Los enfermos “no solo son destinatarios de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta acción apostólica”.

Calcuta (AsiaNews) – Todos los cristianos, siendo discípulos de Cristo “nos beneficiamos del amor incondicional de Dios y somos llamados a llevarlo a los demás en igual medida”. Este es, en síntesis, el mensaje del largo discurso pronunciado por el Card. Peter A. Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, con ocasión de las celebraciones por la XXVII Jornada Mundial del Enfermo, que se está celebrando en Calcuta. La fecha oficial de la Jornada es hoy, y su tema es “Gratuitamente habéis recibido, gratuitamente dad”.

La ocasión fue un convenio de estudio sobre los fundamentos teológicos de la pastoral de la salud, la Nueva Carta de los operadores sanitarios y las nuevas fronteras del servicio a los pobres marginados, que se llevó a cabo el 9 de febrero. El cardenal recordó a los presentes que “la Iglesia, desde sus orígenes, siempre ha testimoniado un cuidado especial de los enfermos y de las personas que sufren, a través de la labor de sus miembros y de sus instituciones, confirmando la inviolable dignidad humana de estas personas en un momento tan particular de sus existencia”.

Las “directrices” que marcan el modo en que los cristianos son llamados a ocuparse de los enfermos fueron delineadas por la parábola del Buen Samaritano, que invita “a amar al prójimo”, porque “a la luz de Cristo, el dolor del hombre adquiere un nuevo significado”. El dolor, continúa el purpurado, no ha de ser “ni minimizado ni ignorado […] sino que este abre a una nueva forma de vida. Mientras avanzan en la historia, los cristianos no ignoran el mal y el dolor, sino que saben que en ellos, Dios –a través de la encarnación de Su Hijo- coloca semillas de eternidad y salvación”.

El prefecto subraya que el Papa Francisco se cuenta entre aquellos que primero empezaron a brindarse en el servicio de manera gratuita, “mirando en Cristo el rostro del enfermo y de quien sufre”. En efecto, el pontífice muy a menudo vuelve a referirse a la subcultura del “rechazo y del descarte, es decir, de la indiferencia hacia tantas personas que sufren a causa de la enfermedad, la pobreza y el abandono”. Recordando que no se puede eliminar el sufrimiento, el purpurado se dirige a los operadores sanitarios y los invita a “ir más allá de un mero acompañamiento, más allá del deber de la solidaridad, y apreciar de verdad la presencia y el testimonio de la fragilidad y del sufrimiento de las personas, que no solo son destinatarios de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta misma acción apostólica”. Por último, él traza las características prácticas del acompañamiento por parte de los operadores: adoptar un estilo de vida puntual, que es el de la “generosa devoción”; dejar a un lado la búsqueda del poder, “porque el verdadero poder es el servicio”; escuchar al enfermo; tener la alegría del corazón.

Por último, el Card. Patrick D’Rozario, arzobispo de Daca y representante vaticano en los eventos, leyó un mensaje del Santo Padre en el cual él recuerda la figura de la Madre Teresa de Calcuta, “modelo de excepcional caridad cristiana”.

(Colaboró en esta nota: Nirmala Carvalho)